Capítulo 1

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Capitulo I.

El amanecer se había hecho presente con los primeros rayos del sol, estos acariciaron de forma juguetona el rostro, de piel blanca e inmaculada, de una mujer de cabellera rubia dorada. La joven, llamada Lorelei, giró su rostro y se talló los ojos un poco molesta por la luz del día. Sin darse cuenta su mirada se clavó en el hombre que dormía a su lado, el agente especial del FBI Clinton Skye, su esposo, el hombre que amaba con locura.

Al ver que su esposo dormía profundamente y no había sido despertado por la tierna caricia del astro rey sonrió dulcemente y apoyó suavemente su cabeza sobre el fuerte pecho del agente, todo en forma lenta para no despertarlo.

Clinton había llegado la noche anterior de una agotadora misión y necesitaba descansar, Lorelei lo sabía, a pesar del poco tiempo que estaban casados, ella lo conocía como la palma de su mano.

La joven, hermosos ojos verdes, cerró sus ojos tratando de volver a dormir, inspiró con fuerza el aire, el aroma varonil de su esposo siempre lograba relajarla. Ese aroma a bosques que el hombre nativo emanaba la hacía sentirse fuerte, segura y en paz.

No era una novedad la diferencia del color de sus pieles, ni la diferencia de edad. Todo eso se veía a simple vista, Lorelei tenía ascendencia irlandesa eso la hacía de un cabello lacio, rubio dorado y ojos verdes esmeralda. Su piel blanca y cuerpo esbelto pero con peligrosas y delicadas curvas. Estaba embaraza de treinta semanas, así que su vientre a pesar de estar abultado se veía tierno y pequeño todavía. Tenía 31 años estaba en la flor de la juventud.

Clinton, en cambio, tenía una piel morena, cabello negro y ojos oscuros, tan oscuros que las personas podían perderse en ellos, todo gracias a su ascendencia nativa, el agente especial pertenecía a la Nación Mohawk. Era mucho más alto que su esposa y su cuerpo estaba en excelente estado físico. A diferencia de su esposa, Clinton tenía 43 años y estaba por ser padre primerizo.

Si ambos hubieran tenido que describir el momento en el que se enamoraron perdidamente el uno del otro dirían lo mismo. A primera vista, cuando Jess LaCroix fue a buscar a su hija dos horas más tarde a la escuela acompañado de su cuñado.

Lorelei era la maestra de Tali en ese momento, la sobrina de Clinton, más adelante les contaré lectores como la joven llegó a aquella escuela. Volviendo a aquel encuentro ambos sintieron ese cosquilleo en la panza y esa atracción imposible de controlar.

Clinton, como buen caballero, se ofreció a acompañar a la docente a su casa. Ya había anochecido y no era "seguro" para una hermosa y joven mujer andar sola por la calle. Por supuesto, Lorelei primero dudó pero su corazón fue más rápido que su cerebro y aceptó la propuesta del agente especial del FBI.

Y fue allí, en ese primer encuentro en que tanto Clinton como Lorelei, supieron que no podrían vivir el uno sin el otro. Estuvieron un año de novios, y fue el agente del FBI, quien le pidió matrimonio. Por supuesto la joven aceptó, emocionada y perdidamente enamorada. Clinton nunca había tan seguro de algo.

Desde luego, esta unión no fue bien recibida por la familia Gallagher, los padres de Lorelei y su hermano menor eran de ideologías pertenecientes a la supremacía blanca, ideologías racistas y que hija se casara con un hombre nativo, con un salvaje como ellos lo llamaban, no había sido aceptado.

Sin embargo contaron con el apoyo de Andrea y Connor, los hermanos mayores de Lorelei, Connor era un sacerdote de la rama de franciscanos que les dio una bendición el día de su boda, por más que la joven y su esposo se hubieran casado bajo los preceptos de la Nación Mohawk.

Lorelei inspiró el perfume amaderado que despendía su esposo y cerró sus ojos disfrutando del calor del contacto de sus pieles, a pesar de que le costaba conciliar el sueño nuevamente. En ese momento sintió la mano de su pareja acariciando su rostro y sonrió dulcemente.

Una misión trascendental.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora