➵ Piropos - Jenlisa Fanfiction

➵Eureka

—¡Lili!—Jennie corrió hacia Lisa cuando pudo verla entre toda la marea de gente en el pasillo.

  La escena era muy similar a la de unos días atrás, con la diferencia de que ahora no estaban solas y un par de estudiantes miraban curiosos el ramo de margaritas que Jennie llevaba en su mano izquierda. Casi como si fuera una obviedad, tanto la morena como la rubia eran populares en la escuela, Lisa por su increíble talento para el baile y trabajo como animadora y Jennie porque era una de las mejores jugadoras del equipo de softball.

—Oh, hola Nini—Saludó sonriente a la mayor mientras veía como esta intentaba regular su respiración—. ¿Qué te trae por aquí?

—Yo... yo tengo algo muy importante que decirte—Jennie estaba nerviosa y empezaba a sentir como sus piernas flaqueban pero mantuvo el control porque había estado esperando aquel momento desde hace años—. Me gustas, me gustas mucho. También te quiero mucho y sé que tu también sientes lo mismo por mí. Por eso quería preguntarte...—La morena la miró directamente a los ojos ámbar de Lisa, que la miraban expectante y con felicidad camuflada en ellos—. ¿Te gustaría salir conmigo? Es decir, ser mi novia. Porque comparto muchos memes pero jamás te compartiría a ti—Le ofreció el ramo sujetándolo con ambas manos fuertemente.

  Eso fue todo, Lisa se echó a reír por la última frase dicha por la surcoreana mientras tomaba las flores. La declaración había sido a los bifes, tal y como era Jennie y le encantaba de esa manera. La morena la miró desconcertada y con cierto dolor en su pecho, pensando que se estaba burlando de ella pero antes de que pudiese darse la vuelta para retirarse, Lisa habló.

—Claro que sí idiota, me encantaría ser tu novia—Respondió sin dejar de sonreír.

  Jennie abrió los ojos como plato pero una sonrisa también se formó en su rostro, después de tantos años lo había logrado. Algunos alumnos se habían detenido a ver la escena y la mayoría parecían estar enternecidos por la linda pareja que acababa de formarse aunque no engañaban a nadie, todos sabían lo mucho que se querían desde un principio.

—¡Ya besala antes de que se arrepienta!—Gritó Irene.

  Y eso hizo, Jennie rodeó la delgada cintura de Lisa con sus brazos y se puso de puntillas para poder plantar un suave y dulce beso en los labios regordetes de la contraria, quien no dudó en corresponderle echando sus brazos sobre los hombros de la mayor y rodeando su cuello con ellos.

—¡Aleluya!—Gritó Bambam

—Aleluya no—Lo corrigió Jisoo—. Eureka.

—¡Eureka!—Corearon el grupo de amigos de ambas muchachas levantando sus puños mientras que ellas sonreían en medio del beso.