➵Rosé

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—¡Chaeyoungie!—Jennie chilló en el oído de Rosé y mientras pasaba brazo sobre sus hombros, pudo sentir cómo la chica se tensaba bajo ellos—. Justo a quién estaba buscando.

—Jennie...—La castaña río entre dientes.

—He oído tantas cosas de ti últimamente... Como que intentas cortejar a mi novia—Completó.

—No, no, creo que es un malentendido—Negó rotundamente con la cabeza, intimidada al sentir cómo el agarre de Jennie aumentó con firmeza.

—Eso creí—Comentó en tono socarrón y justo cuando pensó que iba a dejarla ir, Rosé fue empujaba hacia el armario del conserje—. ¿Sabes? Tienes suerte de ser la mejor amiga de Lisa, no puedo hacerte lo mismo que al otro niñato—La castaña se relajó mientras suspiraba, aliviada de que la morena no le fuera hacer nada—. Pero eso no significa que no pueda darte una lección—Agregó con malicia y una sonrisa de lado que no falló en ocasionar un escalofrío en Rosé.

—No creo que sea necesario...

—Oh yo creo que sí.

  Jennie aprovechó el momento en el que Rosé pareció tener la guardia baja y aplicó la maniobra que había estado estudiando por Internet para inmovilizarla.

—¿Qué mierda?—Gritó la castaña, sorprendida.

—Shhh... Yo que tu haría silencio porque puede ponerse mucho peor—Advirtió.

  Muy a su pesar, Chaeyoung tragó en seco cuando sintió un metal frío contra sus muñecas, probablemente un par de esposas, no podía verlas porque había sido esposada de espaldas pero claramente parecía ser aquel objeto. No podía mover sus manos y cada vez que lo intentaba, el sonido del metal sonaba.

  Jennie la forzó hacia abajo y una vez que estuvo sentada, también ató sus pies con una soga, dejandola, ahora sí, completamente inmóvil.

—Y ni se te ocurra contarle de esto a alguien Chaeyoung porque va a ser peor—Dijo en su oído mientras pegaba una cinta adhesiva en su boca—. ¿Entendido? Ah cierto que no puedes hablar.

  Jennie río mientras veía como Chaeyoung parecía fulminarla con la mirada.

—Te vengo a desatar luego... Si es que me acuerdo que estás aquí—Agregó con una sonrisa de lado antes de irse, dando pasos exagerados y riendo a carcajadas.

  Y Rosé sólo quedó atada en el rincón del armario, esperando aprender la lección... O que vengan a desatarla.

  Lo que pase primero.

➵ Piropos  - Jenlisa FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora