Extraño

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— Gracias por venir a verme. — Digo con la voz un poco rasposa, me duele el hecho de saber que mi familia no estará aquí aún en esta situación, Pero ella se ha dado tiempo para saber cómo estoy— .

Siempre me han considerado una persona algo distante, sin embargo, cuando las personas me muestran interés suelo mostrar el doble... Me considero una buena amiga, no todo se dan la oportunidad de conocerme, pero Kim está marcando en sobremanera mi corazón.

Ante el pensamiento sólo puedo sonreír.

Ella se ve pensativa, ¿qué está pasando por su mente? No lo sé, pero está muy seria.
Su respiración está cambiando, involuntariamente yo dejo de sonreír.

Sus ojos se ven inquietos, como buscando una respuesta, no recuerdo ninguna pregunta. Mis ojos se encuentran con los suyos.

¿Alguna vez has sentido que alguien te puede transmitir tanto con una mirada? Ella lo está haciendo en este momento.
Su mano se acerca pero no me toca, siento que está examinando mi rostro con sus ojos, ante eso yo siento tensión en las piernas, cierro mis puños con fuerza, estoy nerviosa.

"No sé qué respuesta estás buscando pero espero que la encuentres" pienso mientras siento mi pulso acelerarse y en seguida cierro los ojos. "Lo que suceda está a tu mando". Puedo sentir la adrenalina en mi pecho y escucho cómo cambian de frecuencia mis signos vitales en la máquina.

Siento un beso muy pequeño e inocente sobre la venda que cubre mi frente. Abro los ojos. Ahora luce más tranquila, se alejó después del tacto:

— No vuelvas a asustarme así — Habla despacio— .
— Kim...
— Solar.
— Solar — Corrijo— ¿Te puedo preguntar algo?

Su rostro cambia repentinamente otra vez:

— ¿Qué cosa? — Se acerca de nuevo— .

Dudo un momento en preguntar lo que estoy pensando:

— ¿Tú sabes cómo llegué aquí?
— ¿No lo recuerdas? — Luce extrañada e incrédula— .
— No.
— Ahh... ¿Estás segura?
— Recuerdo que iba conduciendo... — Siento que recordar se está volviendo más difícil que nunca— yo... Había una calle.
— ¿Qué más recuerdas?
— Un semáforo verde.

Ella se echa hacía atrás de nuevo.

— ¿Recuerdas algún color? — Se ve triste— .
— La noche.
— Un color, un movimiento.

Cierro los ojos para intentar recordarlo, pero no tengo una escena clara.
Algo debe de haber... Cierro más fuerte los ojos e intento concentrarme.

— Rearma la escena. Ahí estás tú, a la velocidad que tan bien conoces. Hay un semáforo verde.

Kim intenta ayudarme a recordar.

— Azul.
— ¿Qué es azul?

Abro los ojos, estoy asustada.

— Me estrellé con un auto azul.
— ¿Qué más recuerdas?
— Ya no quiero recordar. — Mi ritmo cardíaco se volvió a alterar— .
— Entonces no lo hagas. — Pone su mano sobre mi brazo y se acerca— No hace falta, lo importante es que estás bien.

No digo nada, sólo la miro y enseguida suena la puerta abrirse.

— Ya es hora de comer. — Entra la enfermera, se ve agradable, arrastra un carrito donde trae varias charolas de comida, todas con lo mismo— ¿La vas a alimentar? — Pregunta— .
— Sí — Kim contesta y recibe la charola— .
— Provecho, que te mejores.
— Gracias. — Decimos al unísono Kim y yo— .

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