Iljido

Inminente

Me he enclaustrado por completo con el caso de la señorita Yi.
De verdad jamás creí presenciar algo así en toda mi vida, pero me está consumiendo demasiado.
Ayer por la tarde no aguanté más el cansancio, por lo que di algunas instrucciones y me fui a casa para caer totalmente rendido a penas toqué mi cama.

Hoy por la mañana me he levantado y después de mucho tiempo, veo a mi esposa sentada en el comedor pequeño, con nuestro desayuno preparado, no es usual ésto los días martes:

— Siempre es bueno cuando vienes. Así sólo pueda verte algunas horas.
— Yo también te extraño.

Parece cansada, pero a la vez no deja de sonreírme. He descuidado tanto de ella, hace mucho tiempo no le pregunto cómo se encuentra. Estoy seguro que fue más duro para ella la noticia de que nuestro primer hijo no nacería.
Hace algunos meses ella tuvo un aborto involuntario, tenía a penas 16 semanas de embarazo.
La noticia fue tan dura para ambos, que mi manera de escapar de la realidad que estábamos viviendo decidí extender mis jornadas laborales, no pude verla a los ojos hasta hace un mes.
Aún tengo miedo de preguntarle cómo se encuentra, no quiero verla llorar hoy, que después de tanto he vuelto a casa.
Pero siento un dolor inminente asomarse.
Suspiro y mi corazón se aprieta contra mi pecho.
Antes de hacer cualquier otra cosa me acerco a ella y le doy un beso en la frente.

— Woon...

Su voz suena confundida.
¿En qué momento pasé a ser alguien lejano a ella?
Pego mi lengua a mi paladar para evitar llorar pero no lo logro.
Mis lágrimas tocan su frente.
Ella no dice nada y en silencio también empieza a llorar.

[...]

Voy llegando al hospital, antes de pasar veo desde a fuera a Kim, estoy feliz de que ha vuelto.

Camino rápido hasta ella:

— Kim, que bueno verte.
— Hola.
— Han pasado 14 días que no venías.
— Había estado algo ocupada. — Se acomoda el cabello nerviosa— .
— Ven, hay cosas que debo comentarte.

Caminamos hasta mi consultorio, ella ya más confiada toma el lugar de siempre al igual que yo:

— La anestesia que se le estuvo suministrando días anteriores había contribuido a qué el estado de la corteza cerebral de MoonByul se haya quedado adormecida, a eso le atribuyo el hecho de que haya perdido el tacto y el gusto.
Pero no entiendo cómo es que funciona su oído, de como si pudiera controlarlo a su gusto.
— ¿Ella puede hacer eso? ¿Cómo lo saben?
— Te sorprendería lo avanzada que es la ciencia y tecnología en este lado del mundo.
Por otra parte — dejo de lado lo anterior— pareciera que su vista está bien, pero por el mismo adormecimiento dentro de su cabeza, podría haber pasado días mirando a la nada, aunado a la alextimia, era totalmente indiferente a un todo.
Su al rededor, las máquinas, el tiempo y nosotros.
A medida que se están quitando las dosis de anestesia ella está empezando a recobrar estos sentidos.
El día de ayer se molestó. Eso es un gran avance.
— ¿Por qué se molestó?
— Precisamente de esto quiero hablarte, agradezco tanto que hayas venido porque puedes implicar mucho en este momento. Pero no es cosa sencilla.
— ¿A qué se refiere?
— Verás, lo que sucede es lo siguiente.
Ayer entré a tomar las tomografías, intenté conversar con ella buscando algún cambio en sus emociones para poder ver cómo estaba cambiando su cerebro, ya que desde que se está dejando de suministrar en la cantidad original la anestesia, ella está empezando a recobrar los sentidos.
— Eso es bueno.
— Lo es, ¿recuerdas que te dije que teníamos que obligarla a sentir algo? Pues está funcionando. Pero todo implica un costo.
— ¿Y cuál es? — Pregunta intrigada, al escucharla me levanto de su asiento y me quito los lentes, volteo a la ventana, dándole la espalda— .