- exit oath

III

Andrew se recostó sobre su desordenada cama, su mirada se posó sobre un sobre sin sellar, su nombre estaba en el y sabía que seguramente lo había dejado ahí alguno de los chicos. Abrió el sobre y sacó una foto, era él sentado en el piso del antiguo barco del lago, justo donde había un agujero que daba a la planta baja.

Era del día que llegó, el día que su miseria comenzó a ser más grande.

Si bien, todos se llevaban relativamente bien en la mansión, los cazadores tarde o temprano tendrían que acabar con ellos.

¿Supervivientes de que? De un juego al que nadie había leído las condiciones ¿Y cuál era el premio? No morir.

Por qué ahora, nada malo había pasado, pero se rumoreaba de un chico, un amigo de Lucas el cual fue asesinado en la fábrica por a quien conocen como "Joker"

Escucho el reloj de la habitación.

Tic-Tac.

Llegó la hora.

Sus piernas estaban cansadas y parecía no poder más, si el cazador seguía detrás de él, colapsaría.

Finalmente, el francés logró soltar un golpe acertado, el rubio cayó al suelo dando un gritó ahogado.

Las heridas de Joseph y Jack, en comparación de los demás, no solo logran dejarte una gran marca y aturdirte, si no que también desgarran tu piel como si fueses un muñeco de trapo siendo cortado con un bisturí.

Ese golpe, estaba lleno de irá, pues las cinco máquinas habían sido decodificadas de manera eficaz. Sin embargo, Joseph notó algo... El no había golpeado a Helena, había golpeado a Víctor.

Sin importarle ya mucho, el sentó a Víctor en la silla más cercana y espero a que alguien fuera a rescatarle.

El menor suplicó por qué no le rescatarán, y para su desgracia, sus compañeros hicieron caso.

Naib había sido el último en salir, y todos se retiraron ya que concordaban en qué fue culpa de Victor en qué Helena hubiese sido golpeada por primera vez.

¿Acaso era su culpa el que Helena hubiera sido colocada cerca del cazador? ¿O que su perro no fuera más veloz? Su perro tampoco tenía culpa alguna, el era un compañero eficiente.

Apenas volvió a la mansión, los reclamos se volvieron presentes. La ciega no dijo más que un gracias, pues de no haber sido por Victor, ella hubiese recibido aquel golpe tan fuerte.

El rubio acepto toda la responsabilidad y decidió ir a su cuarto, de nuevo, sin cenar.

Subedar se acercó a Víctor más tarde, pero no para pedir una disculpa o algo, el buscaba un favor.

-Uh, rubio necesito que le entregues esto a Martha, por favor- Menciono el morocho dándole una caja delgada y larga, envuelta en terciopelo rojo.

Victor lo miro incrédulo, tomo la caja entre sus manos, las cuales ahora estaban llenas de heridas por la partida anterior.

Sujeto la caja entre sus finos y delgados dedos, la observó con curiosidad y volvió su vista al chico, -claro, ya la entregó- menciono en voz baja, estaba claramente molesto por que el mayor le había abandonado, aun siendo el trabajo de Naib rescatar a sus compañeros, quería quejarse pero algo lo detuvo, quizás era el sentimiento de culpa con el que cargaba.

Quizás si hacía pequeños favores, quizás si se sacrificaba más por el equipo, si era el quien recibía el daño por los demás, si entrenaba mucho para durar más enfrentando al cazador, si dejaba de esconderse como siempre lo hacía quizás así le querrían, aunque fuese un poco.

Él no quería estar solo por más tiempo.

Él era un buen compañero.

Él era bueno, él no era inútil.

¿No es así?

Él podía ayudar mucho, el no era inútil.

Mientras su mente carcomía su persona, la distracción que los pensamientos le brindaban evitó que se diera cuenta que ya había llegado con Martha.

—¿Victor? ¿Qué tal?— saludó amable la pelinaranja.

—Ohw, uh- Naib mandó esto— contestó mientras entregaba la caja.

—¡ES UNA DECLARACIÓN DE AMOR! OHHHH— gritó José burlándose de la escena, llamando la atención de Vera y Demi.

Andrew quien estaba como un simple testigo de la escena se cuestionó el afecto que alguien podía proveer hacia otra persona sin necesidad de siquiera estar cerca, el era un hombre reservado, pero no lo hacia insensible, solo no estaba cómodo demostrando sus sentimientos, cosa que lo hacia ser un poco tímido pero demasiado sarcástico, como un gato huraño que rara vez ronronea y constantemente evita a las personas.

UUUUUUPSSSSSS, ME QUEDE SIN SEPARADORES AAA DESCOMPUSE MI CELULAR Y RECIÉN RECUERDO ESTO, ME MORI MEDIO AÑO DOUUUHHHHH ESTOY ESCRIBIENDO EN UN ORDENADOR Y DISCULPEN LA ORTOGRAFÍA, DE IGUAL MANERA ESPERO QUE HAYAN TENIDO UN BUEN FIN DE AÑO Y UNAS FELICES FIESTAS, NO HE ESTADO EN MIS MEJORES DÍAS PERO PROMETO TERMINAR ESTA HISTORIA <3 QUIZAS NOS LEEMOS MAS TARDE POR QUE ANDO INSPIRED  uwu SI NO YA SERÁ LUEGO.