1- Última Oportunidad

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--¡D-... Doflamingo! ¡Espére...!-- Exclamo la jóven. --¡Por favor...! Déme solo un año, estoy segúra que...

--No.-- Interrumpió el mayor, con un gesto serio. --Jovencita, ya han pasado cinco años. Inclúso mis médicos más viejos la conócen. No puedo dar más.

--S-Si el dinero es el problema... ¡Le daré el doble!-- Musitó ella.

--El dinero, no es el problema.-- Aclaró el rubio. --¡Pero no me puédo permitir seguir con ésto! No soy doctor, ni médico, pero éste es mi hospital, y ya pasó demasiado tiempo, cómo para qué sigámos en ésto.

--Sé... sé qué mi hermana despertará.-- Murmuró la jóven, con los ojos cristalizádos. --Por favor. Señor Doflamingo, ella despertará, por favor, sólo déme un año más.

--No me permitiré hacerlo.-- Replicó, alejándose de la chica. --Con permiso.

Mientras qué la jóven, sentía cómo las lágrimas se deslizában por sus mejillas.

<< Hermana... >>

Bajó la miráda, dejándose caer sobre un banco del lugar, posándo sus manos en su rostro.

Hasta qué sintió una mano en su hombre.

--L-Law... Law-san...-- Susurró la chica.

--Hablaré con Doflamingo. No te preocúpes.-- El ojeroso le guiñó el ojo a la jóven, provocándo un ligero rubor en sus mejillas.

--G-... Gracias... Law-san...

El pelinegro se alejó de la jóven, dirigiéndose hacía la oficina del mayor.

--Permiso, Doflamingo.-- Anunció, mientras se introducía a la oficina, tomándo asiento.

--Si vienes a hablar sobre lo de la mocosa, puedes retirárte.-- Musitó, antes de qué Law pudiése comenzar a hablar. --Ya tomé la decisión. Esa chica llevá cinco años complétos, visitándo el hospital, esperándo qué su hermana despiérte.

--Por esa misma razón, lléva cinco años esperándo, no puéde destruír su sueño de volver a hablar con su hermana.-- Puntualizó Law.

--No entiéndo cuál es tú afán con esa niña.-- Musitó Doflamingo. --Ella estába aqui, inclúso mientras tú estábas en la universidad.

--Simplemente le pido un sólo año más, Doflamingo.-- Suplicó. --Estoy segúro qué su hermana despertará.

--Aparte de qué lléva demasiado tiempo aqui, se llevó toda tú atención, Law.-- El rubio observó a los ojos al pelinegro. --¿Acáso te gústa esa mocosa?

--Tiene apénas diecisiete años.

--Tú tienes véinteseis.-- Replicó Doflamingo, suspiró. --Te daré un sólo año más. Después de eso, adviértele a tú novia, qué no daré más oportunidades. Retírate.

Law asintió.

--Muchas gracias, Doflamingo.

Sin más qué decir, el ojeroso se púso de pie y caminó hasta la puerta.

Se acercó hacía la jóven, quién seguía con los ojos hinchados, y unas pequeñas lágrimas se deslizában por sus mejillas.

--Law-san...-- Murmuró, al notar cómo el pelinegro se acercába.

--Un año más.

La chica sonrió levemente y se abalanzó hacía Law, envolviéndolo en un abrazo.

--¡¡Muchas gracias, Law-san!!-- Exclamó, mientras sentía cómo el jóven se tensába. --Lo siento...

Mi Mayor Tesoro (Luffy x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora