Mi Mayor Tesoro (Luffy x Lectora)

10- Un Paso Adelante

Al día siguiente, Nico (T/N), no podía evitar dejar de estar decaída.

Su mayor razón, era por el rechazo que túvo hacía Luffy.

Notába lo entusiasmado que estaba el moreno, al haberle propuesto ir a la cena con sus hermanos, y cómo éste, se deprimió al momento de rechazárle.

En la hora del descanso, fué a la biblioteca. Pasándo, cómo siempre, de desapercibida. Se sentó en una mesa, y suspiró.

Se sentía bien, al estar sola, pero, hacía mucho tiempo, que no se desahogába con alguien.

Jamás, se habia desahogado con alguien, mejor dicho. Siempre se guardaba todo su dolor, para si misma.

Sintió su mirada empañarse. Al iguál, que sintió una mano en su hombro.

--No me gústa que estés sola...-- Susurró Luffy. --Es doloroso, duéle. La soledad es el peor de los golpes. Por eso, necesitas amigos, con los que puédas contar. Y... sabes que siempre puedes contar en mi, porque siempre estaré aqui, para ti.

La peli-(c/c) se sorprendió ante aquella palabras. Pero fué la gota, para colmar el vaso. Luffy se sentó a su lado.

No, no podía llorar delante de él. ¿Por qué tenia que ser tan ridícula? ¿Por qué no podía ser fuerte? ¿Por qué... tenía que ser tan débil?

Antes de que sus lágrimas empezásen a salir, ocultó su rostro en el pecho del moreno

--Luffy...

--No sé lo que te haya pasado, y tampoco me interésa mucho... pero aqui estoy, y quiero estar a tú lado. Déjame ser tú amigo, si no quieres ir a la cena, no hay problema.-- Susurró Luffy, quién sintió un profundo dolor en el pecho, al escuchar el suave y dulce llanto de la jóven. --Vivir en el pasado, sólo ciega tú futuro. (T/N)... Déjame ser quién límpie tus lágrimas.

La dulzura de la voz de Luffy, fué apreciada por la oji-(c/o), quién alzó la mirada, al escuchar la última frase que pronunció el moreno.

--Luffy... tú no sabes lo que dices...-- Sollozó, entrecortadamente. --No hay mayor dolor, que perder a algo, que no podémos reemplazar.

--Pero aún hay personas, a las cuáles aun no has perdido, ¿no? Hay personas que... te cuídan, porque eres su amiga. Eres mi amiga. Y no me importaría ser tu pañuelo, uno, que nunca se cansará de estar para ti.

Las orbes (c/o) de la jóven, se cruzáron con las órbes café, casi negras de Luffy, quién le sonrió cálida y dulcemente.

--Tú... no sabes... Luffy...

--Llorar está bien, si no lo conviértes en una rutina. Dáte cuenta, que tús lágrimas, son lindas, pero no tanto cómo una de tus pequeñas sonrisas.-- Replicó el moreno, sonriéndo de oreja a oreja, cerrándo los ojos.

(T/N), por su parte, se ruborizó violentamente ante las palabras de Luffy. Su corazón comenzó a latir a mil por hora.

Rodeó el cuello del moreno con sus brazos, mientras que éste, rodeó su cintura con los propios. Se uniéron en un tierno y dulce abrazo. Ambos pudiéron sentir el corazón del contrario, palpitar rápidamente. Una cálidez inexplicable acarició mutuamente el cuerpo de contrario.

Algo, que nunca había sentido (T/N), y mucho menos Luffy.

--Si... Luffy...-- El moreno se alejó de la jóven, observándola, algo confundido por sus palabras. --¿Si-Sigue en pie la propuesta de la cena... con tus hermanos?

Las pupilas de Luffy se expandiéron, y empezó a asentir.

--Me alegra que hayas decidido ir.-- Susurró en el oído de la joven, tras haberla abrazado. --Jo... me tengo que ir. Nami me está llamando.