28- Antes de Empezar una Nueva Vida

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Trafalgar Law estaba sentado en la silla de su escritorio, serio y amargado, cómo siempre.

Su puerta se ábre de repente, dejándo entrar a una mujér hermosa, de cuerpo esplandeciente, cabellos verdes de caen por sus hombros desordenadamente y ojos con órbes ámbar, sonriénte, con una expresión picara.

--No tengo tiempo para tus tonterias ahora, Monet-ya.-- Gruñó el ojeroso, frunciéndo el ceño.

--Venga, Law, no puedes estar tan amargado toda tu vida.-- Comentó la peliverde, sonriéndo ladinamente. --Ya sé por qué estás asi. Es por (T/N), ¿no? Es porque se fué con tú ex-amigo, Monkey D Luffy... ¿No?

Law le lanzó una mirada asesina a la mujér de órbes ámbar, quién sonreía triunfante.

--No, no es por eso, y tampoco te importa... Si no vienes a hacer algo importante, sabes dónd está la salida.

--Deberías encontrarte a otra chica, que si esté dispuesta a estar contigo.-- Susurró Monet, usándo un tono seductor y provocativo. --Alguien que se muéra por ti...

--¿Eso es una indirecta?-- Cuestionó el pelinegro, indiferente.

--Yo quisiera algo serio... algo más contigo, Law, pero si tú sólo quieres algo de una noche... no me molestaría ser tú muñeca.-- Aclaró la peliverde.

Si era cierto que Monet estaba enamorada de Law, y ambos lo sabían. Durante aquellos cinco años, Monet se hizo amiga de (T/N), y la peliverde le confesó a la menor sus sentimientos por el ojeroso a la muchacha.

Nunca sintió envidia hacía la de ojos (c/o), porque ésta misma le dijo que no sentía nada por Law.

--No quiero nada de tus juegos, Monet-ya.-- Gruñó molesto el médico, tomándo a la peliverde de sus antebrazos.

--No es ningún juego, Law, pero si quieres jugar, no me molesta.-- Comentó la mujér, seductora.

Agresivo, el pelinegro se abalanzó a la peliverde, con el ceño fruncido, acorralándo a Monet contra la pared, llevándo una de sus manos al cuello de la mujér, apretándo ligeramente.

--No estoy de buenas, asi que véte antes de que haga algo de lo que no me arrepienta.-- Amenazó el ojeroso, comenzándo a enfadarse más ante la sonrisa ladina de la contraria, y cómo ésta lamía su propia comisura de labio.

--Venga, házlo.-- Le provocó la de cabellos verdes.

Dejándose llevar por las provocaciónes de Monet, Law clavó sus uñas en las caderas de la peliverde, acercándo su rostro al contrario, empezándo a besarla apasionada y agresivamente, mientras que la de ojos ámbar correspondía gustosa.

Atrevida, la mujér llevó sus manos a los brazos tatuados de Law, y exploró el cuerpo bien formado del pelinegro, llevándo sus manos a su pecho, comenzándo a desabrochar la camiseta que Law llevába puesta.

El ojeroso le arrancó de forma arrebatada la corta falda que la peliverde llevába puesta, dejándola solamente con las bragas encima.

De foma más atrevida, el pelinegro se llevó a la mujér de cabellos ámbar, a su escritorio, dónde la sentó y le abrió las piernas.

Pegáron sus cuerpos, restregándo sus intimidades, hasta que ambos escucháron cómo la puerta de la oficina se abría.

--No recordába que mi hospital fuése un motel.-- Comentó aquel hombre que entrába por la oficina.

--¡Do-Doflamingo...!-- Exclamó Law, atónito, pero notó aquella silueta que se notába detrás del nombrado. El pelinegro se alejó de Monet, quién estaba avergonzada, pero continuába sonriéndo picara.

--Alguien quería hablar contigo, Law, pero si ella te molesta, mejor le digo que vuelva mañana.-- Musitó el rubio, sonriéndo más lascivamente.

<< ¿Ella? ¿Será...? >>

El rostro de Law palideció al ver el rostro inocente de aquella jóven que le había robado el corazón.

--(T-T/N)-ya.-- Sonrojado, el de ojos grises empezó a vestirse.

Agradecía la inocencia de esa jóven, ya que ésta parecía confundida ante lo que presenciaba.

Monet se vistió y salió avergonzada de la oficina.

Doflamingo, sonriente, posó una de sus manos en la espalda de la oji-(c/o) y le empujé suavemente.

--¡Law-san!-- Exclamó la menor, abalanzándose al pelinegro, abrazándole rodeándo su cuello, dejándo al varón con los ojos abiertos cómo platos. --¡Muchísimas gracias! Gracias a ti mi hermana está viva, yo estoy bien, también quería disculparme porque durante éstos cinco años no hice más que estorbarte y molestarte y...

--Oye, tranquila, claramente no me estorbaste ni molestaste, la verdad es que aprecié mucho éstos cinco años junto a ti... (T/N)-ya.-- Le replicó el médico a la muchacha, quién con los ojos llorosos le sonrió débilmente.

--¡Gracias!

--Gracias a ti, (T/N)-ya, por ser de las mejores etapas de mi vida.-- Law le correspondió al abrazo, sonriéndo ladinamente.

Doflamingo aclaró su garganta.

--Escuché que estabas con Mugiwara, ¿no?-- Comentó el rubio, provocándo que la sonrisa de Law se desvaneciése.

<< Doflamingo... Hijo de puta. >>

--Doflamingo-- Llamó la chica, acercándose al nombrado, con una sonrisa en sus labios. --, muchas gracias a ustéd también.

--¿A mi?

--Fueron cinco años en los cuáles supliqué y me humillé por mantener viva a mi hermana. Y ella está viva, gracias a ustéd.-- Aclaró la menor, limpiándo sus lágrimas de sus mejillas. --¡Muchas gracias, Doflamingo!

Al iguál cómo le hizo con Law, la menor se abalanzó al mayor, abrazándole, rodeándo su abdomen, ya que éste hombre era muy alto.

El hombre de cabellos rubios sintió su rostro arder ante el gesto de la jóven, y frunció el ceño.

--O-O-O-Oye... ¡No hagas eso conmigo!-- Exclamó avergonzado y nervioso.

Law carcajeó levemente.

(T/N) se alejó de ambos varónes, agradeciéndoles nuevamente.

Abandonó el hospital, dirigiéndose hacía su casa.

"Onee-sama: Tengo algo muy importante que decirte. ¡Ven rápido a casa!"

(...)

En la noche, Trafalgar Law seguía dentro del hospital, en su despacho, terminándo de completar unos papeles.

Hasta que su puerta fué abierta nuevamente.

--D-Doflamingo me ha pedido... que te déje ésto.-- Musitó la mujér de cabellos verdes, incómoda y sonrojada.

Tal vez era cierto, Law debía olvidarse de (T/N), tenía a una hermosa mujér frente a él.

Se levantó, y acorraló nuevamente a Monet contra la paréd.

Doflamingo no era tan hijo de puta tal vez.

¿O si?

CONTINUARÁ...

Mi Mayor Tesoro (Luffy x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora