Prólogo

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El día soleado se había tornado en uno gris, una leve llovizna se hizo presente, esto hizo sonreír al hermoso chico de cabellos azules quién miro al cielo con una gran sonrisa mientras sentía como las ligeras gotas de agua caían sobre su rostro, extendió ambos brazos y giró su vista hacia el chico frente a el.

Este soltó un suspiró y respondió a la mirada del mayor con una sonrisa dejando ver aquellos hoyuelos que a Junnie le encantaban, tomo la mano del menor y lo acerco lentamente hacia el sin perder aquella conexión de miradas.

—Soobin— el mayor llamó mientras acariciaba ambas mejillas con sus manos— todo va a estar bien.

—Pero, tengo miedo— el castaño murmullo por debajo— es un tema delicado y no se cómo debo tomarlo.

El castaño bajo la mirada, no sabía como lo tomaría su familia y amigos, estaba asustado, nervioso y un montón de emociones lo invadían en ese momento.

¿Y si eso cambia su vida?.

Ya la había cambiado.

—Amor— el chico de cabellos azules volvió a llamarlo— estámos juntos y estaremos bien, lo prometo.

Soobin sonrió al escuchar las palabras de Yeonjun, tomó su mano fuertemente y lo miró fijamente a los ojos, su ritmo cardíaco había acelerado, era algo que solo sentía al ver a Yeonjun.
Yeonjun había llegado a su vida de la forma más tonta y más inesperada, pero, el estaba satisfecho de ello, sabía que lo quería, sabía que ya no podía estar sin el, ese chico se había convertido en su todo.

—¡Quién llegué al último hasta el edificio pagará el almuerzo!— Soobin gritó y comenzó a correr entre la ligera llovizna.

Aquel chico de cabellos azules solo miró al castaño correr entre la lluvia, sus pies levantaban el agua de pequeños charcos los cuales se habían formado por la llovizna.

La imagen perfecta.

No tardo en reaccionar, el también comenzó a correr detrás del castaño, su respiración era agitada, divisó al castaño fuera del edificio, el le sonrió.

—Pagaré el almuerzo—Yeonjun habló.

—Junnie— el castaño habló.

El lo miro serio hasta que el castaño tomó su mano y lo llevo detrás del edificio, un pequeño lloriqueo se presentó, Soobin se colocó de cuclillas y abrió una pequeña caja de cartón.

—Junnie...—Soobin llamó, acarició al pequeño animal que estaba dentro y lo tomó en sus brazos— no podemos dejarlo aquí.

—Claro que no, ven lo llevaremos a casa— respondió.

Soobin sonrió, mientras llevaba al pequeño animalito en sus brazos, no dejaba de acariciarlo y eso parecía agradarle ya que no paraba de ronronear.
Ambos chicos se detuvieron al llegar a aquella puerta, Soobin tomo una gran bocanada de aire y se lleno de valor.
Debía preguntarle, quería saber si su amor realmente iba en serio.

—Hyung— habló delicadamente tomando la atención del chico, abrazo fuerte al pequeño gatuno mientras miraba el suelo nervioso— Tú... ¿vas a amarme por un largo tiempo?— preguntó aún sin alzar la mirada.

El chico de cabellos azules sonrió ante la pregunta del menor, tomo su mentón e alzo su mirada hacia la de el y le regaló una cálida sonrisa.

—Soobinie— respondió— ¿realmente quieres saber hasta cuando te amaré?— el menor asintió, Yeonjun sonrió— Eternamente.

¿Quién dice que el amor realmente puede hacer y vencerlo todo?

Eternally // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora