Capítulo XXI

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•Choi Soobin

—¡Soobinie, corre!— gritó el mayor para tomar mi muñeca y llevarme a rastras fuera del lugar— ¡Usa tus piernas, poste!— volvió a gritarme.

¿¡Poste!?

Ignore este hecho y corrí junto al mayor mientras que aquel perro nos perseguía con la intención de modernos y quizá matarnos.

Mientras en aquella calle las personas solo escuchaban el sonido de el peliazul y míos además de los ladridos probinientes del can, Yeonjun y yo nos detuvimos hasta que el can se había perdido a la distancia, tomé una bocanada de aire y observé al mayor con algo de molestia.

—¿Poste?— el mayor rió— eres cruel, hyung.

—Lo siento, Soobinie, sólo así reaccionaste— acarició mi cabello dando una leve sonrisa— ¿Puedes perdonarme?— musitó.

—a ti todo— respondí, el mayor se sonrojo levemente, sonreí.
Amaba causar aquel efecto en el mayor, realmente lucia adorable y lograba que sonriera.

Amaba su sonrisa.

—Soobinie— me llamó.

—¿Huh-uh?

—No te alejes de mi ¿Sí?— preguntó cabizbaja.

Tomé su rostro en mis manos y lo hice mirarme, aunque su vista cambio de dirección yo le di una sonrisa cálida.—Yo no me alejaría de ti, hyung.

Y eso bastó para que el mayor volviera su vista a mi con una cálida sonrisa, pasé mis pulgares sobre sus suaves mejillas causando un sonrojo por parte del peliazul quién desvío mi mirada al causar aquel efecto.

—Dios, eres tan suave— confesé.

—¡Soobinie!— se cubrió el rostro con sus manos.

—Si, Soobinie— una voz sarcástica interrumpió.

Ambos giramos hacia al lado observando a aquel chico mayor que nosotros, sentí como mi estómago se revolvía mientras aquel chico reía, dirigí mi vista al peliazul quién sujetó la correa de su mochila con fuerza, pude ver cómo sus manos temblaban y su mirada era de horror, temí.
¿Cómo alguien podía aterrorizar a Yeonjun así?

—¿No vas a saludar?— respondió acercándose al peliazul, este dió un par de pasos hacia atrás bajando la mirada— ¿Me temes?— preguntó con burla.

—¿Q-Que quieres?— preguntó casi en un murmullo.

—Sabes lo que quiero— tomó el brazo del mayor.

—Sueltalo— espeté.

El pelirrojo me observó con molestia para dar unos pasos y estar frente a mí, este desprendía un fuerte olor a alcohol, sentí un escalofrío, tenía un poco de miedo, este era más alto que yo y aunque no se veía con demasiada masa muscular, aún así, yo no sabía qué hacer, nunca había peleado, pero por Yeonjun lo intentaría.

—¿Quién eres tú?— preguntó— siempre estás con el, ¿Eres otro como el?— rió— ¿O solo sientes lástima como todos? No te culpo, míralo, ¿Quién lo amaría?— escuché un jadeó, giré mi vista nuevamente a Yeonjun quién estaba derramando un par de lágrimas.

—Yo lo hago— respondí.

—Mientes, nadie lo hará.

—¿¡Eso crees!?— Empujé al mayor para estar frente al peliazul quién me dió una leve mirada— hyung...

Eternally // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora