Capítulo II

281 33 2
                                    

[Choi Soobin]

Subí nuevamente las escaleras y tome mi pequeña mochila, todo estaba sucio en ese lugar, realmente ya había polvo, di un suspiró y camine lejos de aquel lugar, el viento frío golpeo mi cara, gracias a eso sentí un escalofrío, pero me agradaba.
El césped estaba húmedo lo cual hizo que mis tenis se ensuciaran, lo ignoré y camine hacia mi próxima clase, aún tenía tiempo así que pase por los pasillos para hacer tiempo.

—¡Soobin!— giré sobre mi eje hacia la dirección donde provenía aquel llamado, encontré a Beomgyu.

El rubio estaba sonriendo y caminaba rápido hacia mi, reí al ver que tenía un peluche en brazos, era demasiado tierno a veces, me enrollo en sus brazos y rió.

—No desaparezcas así, hyung, me asuste— Gyu murmuró.

—¡Pero, tu fuiste quién desapareció!— contraataque.

—Como sea, hyung— el se acerco a mi y estiró su brazo, tocando mi mejilla.

—ouch, no toques— me quejé y el me miró con confusión— me caí en el teatro de la escuela, te explicó luego.

El iba a hablar pero el timbre de la siguiente hora se escuchó, me despedí y di pasos rápidos para llegar a la siguiente clase, pase por varios alumnos que no respetaban el espacio personal, por ello termine cayendo al suelo después de casi estar en el aula.

Humillarme a mi mismo es algo que hago bien.

Alguien extendió su mano y ayudo a levantarme, tome impulso para poder estar de pie, dos caídas con diferencia de minutos hace que duela más.
Logre estar de pie, visualizando a quién me ayudó.

—¿Estás bien?— preguntó el menor.

—Sí, gracias Taehyun— respondí.

—De nada— sonrió— Cuídate, nos vemos Binnie.

¿Por qué Binnie?.
Suena tan raro.

Acaricié mi brazo el cual se había doblado segundos antes y ví a el castaño irse, solté un suspiró, volví a caminar hacia el aula, entré y tome algún asiento frente a la pizarra, la profesora no tardo en llegar y la clase comenzó a transcurrir.

[…]

—¡Choi Soobin!— giré mi vista mientras guardaba mis cuadernos en el casillero, el castaño se acerco a mi sonriente— Taehyun me dijo que te caíste, ¿estás bien?— lo mire confuso, eso pasó al inicio del día, ahora ibamos a casa, ¿Me habrá estado buscando todo ese tiempo?.
No, probablemente solo se preocupo.

—Sí, descuida, solo fue un golpe— respondí— entonces, nos vemos Yeonjun, cuídate— me despedí y cerré mi casillero, el me miró confuso, pero igual se despidió y se fue.

Caminé por el mar de personas hasta llegar a la puerta principal donde Hyuka estaba esperándome ahí.
El causante de este día.
Camine rápidamente hacía el y lo atrape en mi brazo.

—¡Huening Kai!— pase la palma de mi mano por su cabello mientras el reía— eres un tarado, me han llamado la atención por tú culpa, muchas gracias hermanito.

—De nada— respondió burlón.

Lo solté y el comenzó a reír, solté un bufido, continue caminando a casa ignorando al chico que venía a mi costado.
Huening Kai, mi hermano menor, un gran fastidió cuando quiere, lo observé durante todo el camino mientras le sonreía al móvil, eso era extraño ya que siempre tenía algo que decir, decidí ignorarlo ya que así al menos tendría tranquilidad mientras camino a casa.

—¡Soobin!— me detuve y giré hacia atrás, Beomgyu venía hacia mi de nuevo.

El era como un chicle que no quiere despegarse, pero era de esos que te gustan demasiado, camino hacía mi y me extendió una pequeña caja de curitas adhesivas.

—Por si acaso, hyung— comentó sonriente, lo miré incrédulo pero agradecí el detalle— Hola, Hyuka— saludó a mi hermano.

—Gyu, ¿Cómo estás?— Hyuka hablo sin despegar la mirada de su móvil.

—Bien, gracias por preguntar— dijo formando una leve sonrisa apretando sus labios.

Beomgyu siempre estaba conmigo desde que lo conocí, siempre ha sido amable y considerado, excepto cuando se molesta, ahí hay un problema.
Caminamos hacia la estación del autobús, ambos chicos iban en su propio mundo, Hyuka no despegaba la vista del teléfono y Gyu iba jugando con un pequeño bote de jabón mientras hacía burbujas, al llegar nos sentamos en la estación, Gyu guardo aquel bote y se recargo en mi hombro mientras mantenía la mirada fija en la calle.

—Hyung— me llamó, lo mire confuso con su tono de voz y el se incorporó, rasco la punta de su nariz con su dedo y volvió su vista en mi— ¿Hacer algo malo te hace mala persona?— pregunto en voz baja.

—Bueno, yo no sé— lo mire— si no quisiste hacerlo o si fue un accidente no lo creo, pero si lo hiciste con maldad quizá haya algo de mal en ti Beomgyu— bromeé con lo último.

El me observó unos segundos analizando lo que había dicho, le dedique una sonrisa la cual fue correspondida, el solo asintió y musitó un leve “gracias, hyung”.
Quise saber la causa de su pregunta pero el autobús llegó, los tres subimos aunque parecía que solo éramos dos personas, Hyuka se sentó detrás de nosotros mientras que Beomgyu estaba a mi lado contándome una de sus muchas historias mientras se recargaba en mi hombro, al poco tiempo se quedó dormido, siempre era así, Gyu se desvelaba la mayoría de la noche y dormia al salir del instituto.
Saque el pequeño móvil de mi teléfono y revise algunos mensajes, no tomo mucho así que solo volví a guardarlo, gire mi vista a la ventana la cual se había teñido por el frío, pase mi mano para observar y divisé varios chicos caminando o jugando, la ciudad era muy hermosa incluso cuando los días son grises se veía realmente bien.
Solo comencé a mirar y me recargue en Beomgyu, siempre lo hacíamos o a veces dormíamos así, el realmente era cómodo.

—Hyung— Hyuka me llamo, gire hacia el y sonrió— no duermas, ya hemos llegado. Me levanté y moví a Beomgyu tratando de despertarlo.

—Beomgyu, llegamos— el se levantó y tallo sus ojos, me dió una sonrisa y bajamos del autobús.

—Debi dejarlos ahí para ver hasta a donde llegaban—Hyuka rió.

—Pero no lo hiciste pequeño— jugué con su cabello y solo me dió una sonrisa sin despegar sus labios— ve a casa iré a dejar a Beomgyu— anuncie.

—Bien, pero si llegas tarde comeré tu cena— comento guardando su móvil en su bolsillo— te quiero.

—y yo a ti.

Gire a ver a beomgyu quien me miraba con una gran sonrisa amaba cuando iba a su casa, el era hijo único y sus padres trabajan así que el se quedaba solo la mayoría del tiempo.
Caminamos un par de minutos mientras le contaba lo que habia pasado en el teatro, el rió al saber cómo cai tratando de ayudar.
Entramos a su casa, era muy acogedora, Beomgyu tomo un pequeño mantel y se lo coloco encima, me miró con una sonrisa y le tendió un cucharón.

—Hyung, hoy cocinaremos— anuncio mientras se colocaba un sombrero blanco de chef— vamos.

Tomé el cucharón y dejé mis cosas a un lado, Beomgyu buscaba alguna receta en internet mientras yo buscaba lo necesario para lo que fuese que íbamos a preparar.

—Bueno, hyung— puso ambas manos en su cintura— esta es la primera vez que cocinare así que debemos hacerlo bien— lo mire incrédulo.

Esto va a terminar mal.

Eternally // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora