Eternally // Yeonbin

Capítulo III

[Choi Soobin]

—¡Apágalo! ¡Hyung apágalo!— Beomgyu gritó mientras yo volvía con el extintor— ¡rápido por favor!.

Quite el seguro de este y comencé a rociar el pequeño incendió en aquella cocina, Beomgyu me miro un par de segundos analizando lo que había ocurrido, baje el extintor y solo miré el desastre que habiamos hecho, Gyu comenzó a reír mientras observaba el pequeño postre en la estufa.

—¿Quién probará primero el pastel?— Gyu pregunto tomando el desastroso postre en sus manos alzando este encima de su cabeza— Hyung, pareces hambriento, serás el primero en comer— sonrió.

—No, no, no ¿como podría?— tome el postre junto a una cuchara mientras tomaba un pedazo—primero el hermoso chef—comente acercando una pequeña cucharada a Beomgyu el cual se alejo y se fue de la cocina con prisa.

Deje el intento de postre y camine hacia la sala donde Gyu estaba al teléfono pidiendo una pizza, reí bajando la mirada y me senté en el sofá color negro, estiré ambas manos y deje caer mi cabeza hacía atrás, cerré los ojos, me relaje un poco, cocinar con Beomgyu era un desastre, levanté mi cabeza al escuchar como colgó el teléfono y tomó asiento al lado mío, me dió una sonrisa y se recostó en mis piernas mientras me miraba fijamente.

—Somos el dúo desastre— comentó riendo.

—Tú lo serás— respondí, tomé las mejillas de Beomgyu y el rió— ¿los extrañas?— el me miró confuso y su sonrisa desapareció— a tus padres.

—oh, ellos— murmuro— por supuesto, pero se que están trabajando para salir adelante y pagar mis estudios, aúnque la casa realmente se siente sola sin ellos— tomó mi mano y comenzó a jugar con mis dedos mientras prestaba atención a todo lo que el decía— pero es lindo cuando tu vienes, me gusta estar contigo, Hyung— se levantó y me abrazó, correspondi el cálido abrazo— Te quiero, hyung— murmuró.

—Y yo a ti— respondí mientras pasaba mi mano por su cabello.

Sabía que era duro para el estar sólo y no tener muchos amigos, Beomgyu era increíble, pero nadie se había dado la oportunidad de conocerlo, eso era desesperante, adoraba a ese chico pero odiaba cuando sufría y no decía nada.
Tome su lindo rostro en mis manos y le di una sonrisa la cual respondió con una ligera risa.

—Hyung, no me gusta que me pongas sentimental— habló limpiando unas pocas lágrimas de sus ojos.

—Usted es mi mejor amigo jóven Gyu, debo hacer lo que crea mejor— hablé haciendo una reverencia al chico rubio frente a mi, el sólo se levanto del sofá y rió, el timbre se escuchó.

El camino hacia la puerta y la abrió dejando ver al chico castaño que antes había visto, lo mire un par de segundos mientras Beomgyu buscaba dinero en sus bolsillos, yo solo miraba al castaño, vestía una camisa roja y unos pantalones negros, también usaba una gorra, hablaba formalmente lo cual me pareció algo gracioso, tomó el dinero guardándolo en su bolsillo cuando alzo la vista y me notó, su rostro se vio incrédulo, también se torno rojo y bajo la vista avergonzado.

—¿Yeonjun?— atreví a preguntar— ¿en serio eres tú?— el volvió su vista a mi apenado y con sus mejillas totalmente rojas.

—¿Yeonjun? ¿se conocen?— Gyu pregunto, yo solo lo mire, no podía decir una palabra, pero solo asentí mientras le daba una sonrisa a el chico repartidor.