Capítulo I

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[Choi Soobin]

—No, no, no, no ahora— dije a mi mismo desesperado, esto no podía pasar otra vez.

Trate de girar la perilla una vez más, fallando, golpeé esta mientras una risa se escuchaba del otro lado, di un ligero gruñido y enrollé la toalla a mi cintura.
—¡Hyuka abre la puerta!— grité desesperado.

Tome mi teléfono y revisé la hora, faltaban menos de quince minutos para la primera hora de clase, volví a golpear la puerta a lo que solo recibí en respuesta otra carcajada de mi hermano.

—Te veré en clases, Soobinie— Hyuka habló al otro lado.

Escuche una última risa y la puerta cerrarse, no podía hacer esto otra vez, debo estar en clase o la señorita Rose me llamaría la atención de nuevo, infle mis mejillas y mire con detenida atención el pequeño lugar, debía haber algo que sirviera, algo que me ayudará a salir de aquí.

—¡Eso! — tomé el pequeño tenedor— Hyuka debes dejar de comer en la madrugada.

Tome el pequeño cubierto y lo pase por lado de la perilla ejerciendo presión, esto traería problemas con mis padres pero debía salir de ahí lo más rápido posible.
Salí de el pequeño lugar, tome mis prendas, cepille mi cabello y corri hacia la estación de autobús, para mi suerte llegó rápidamente, entré y tome un asiento al lado de la ventana, hacia frío, el invierno estaba comenzando, era agradable.

—Hyung— giré mi vista y el chico rubio se sentó a mi lado— vas tarde— comentó con una sonrisa burlona.

—Como tú— respondí viendo la pantalla del móvil, faltaba poco para la primera clase, no podía quedarme fuera esta vez, guarde el aparato en mi bolsillo y volví a ver al rubio.

Beomgyu, un chico de grado menor al mío, inocente, tierno, divertido pero muy irritante algunas veces, mi mejor amigo, el estaba al lado mío tarareando alguna canción que yo desconocía, mientras movía ambas manos con el dedo índice alzado.
Giró su vista hacia mi dando una gran sonrisa, luego sus rostro tomo una forma de sorpresa.

—¡Hyung, mira!— Gyu gritó para seguido tomar mi rostro y hacerlo girar hacía la ventana.

—¡Beomgyu eso duele!— respondí quitando ambos brazos de mi cara— no hagas eso de nuevo, pudiste matarme— dije molesto.

—Vamos, no seas dramático— respondió con una risa— pero en serio, ese parque se ve divertido, deberíamos ir.

—¿En serio crees que sea buena idea?— pregunté, el asintió— quizá luego, Hyuka le teme a esas cosas, ven ya llegamos.

Ambos comenzamos a caminar rápidamente para ir a clase, Beomgyu a pesar de todo era un chico inteligente, por ello compartíamos una clase, nos detuvimos frente a la puerta y di unos leves golpes, no tardo en abrirse dejando ver a la profesora Rose con una ceja alzada y sus brazos cruzados.

—Veinte minutos tarde— la profesora comentó— ¿cual es su excusa esta vez?— preguntó firme.

La profesora Rose no era alguien tan mayor, era una chica de 25 años alta y con el cabello teñido de rojo.
Su semblante serio me ponía nervioso, también su mirada fija me hacia sentir muy pequeño, me intimida demasiado fácil, jugué con ambas manos tratando de responder algo coherente mientras sentía la mirada de la profesora en mi.

—Me quede encerrado— confesé. La profesora dió un suspiró cansado y nos miro a ambos.

—Bien, pero no entraran esta clase— respondió firme para después cerrar la puerta.

—Oh genial— bufé.

Gire sobre mi eje para caminar fuera de los pasillos cuando gire a ver a Beomgyu que no estaba a mi lado, lo busque con la mirada pero no logré encontrarlo, después de unos minutos buscándolo me di por vencido y caminé hacia la puerta del teatro de la institución, entre, observé como todo era silencio, tomé algún asiento y saqué el móvil de mi bolsillo, comencé a ver cosas aleatorias en el cuando una canción comenzó a sonar en aquel lugar vacío, un chico de cabello oscuro subió al escenario, no lograba distinguirlo bien pero se veía nervioso.

—Solo esta vez— susurró pero el eco hizo que resonará en todo el lugar.

El desconocido comenzó a bailar la canción que antes había puesto, también cantaba unas partes, pero aún se equivocaba en muchas partes, eso causo gracia, pero reía por debajo, no quería asustarlo, el salto para intentar un paso pero cayó al suelo.
Su gritó se escucho fuerte por lo que me preocupe.
¿y si se rompió algo?.

—Disculpa— me levante y comencé a bajar rápidamente los escalones— ¿estas bien? ¿puedo ayudarte?—pregunté.

Seguí bajando cuando uno de mis pies resbalo con algo de agua que había en el suelo, caí el suelo, dolía, me tomé de un asiento y logré alzarme un poco, miré el suelo al recordar al chico que estaba cerca de mi, estaba avergonzado, mis mejillas comenzaron a arder, pero no tomo tiempo el levantarme el castaño tomo mi brazo y me ayudo a levantarme, me dio una cálida sonrisa.

—A este lugar le gusta dañarnos— comentó mientras reía, luego me miro seriamente— ¿Estas bien? Fue una caída fea.

—Lo estoy, pero me avergüenzo de lo que pasó— respondí con una mano en mi cuello—¿y tú?.

—También— sonrió— solo me doble el tobillo, pero tú...— me miró— tu mejilla esta sangrando, espera aquí.

El castaño camino hacía el escenario y trajo una pequeña caja de primeros auxilios.

—No te vayas a mover— comentó.

Saco un pequeño pedazo de algodón y lo remojo con algo de alcohol, lo pasó por la herida lo cual hizo que me alejará, el rió y volvió a pasar el pequeño algodón, me quejé levemente, el tomó un pequeño parche y lo puso encima de la herida, se alejó y guardo todo lo demás, toque levemente el parche, me queje, dolió.

—No lo toques— dijó tomando mi mano bajando esta de mi rostro— te dolerá, pero, vas a estar bien.

—Gracias— agradecí— ¿seguro que tú estas bien? Cuando gritaste fue algo fuerte.

—Sí, solo dolió en su momento, no te preocupes— sonrió— oh, ¿Por que no estás en clase?— pregunto curioso.

—He llegado tarde y me han dejado afuera— confesé,  el rió levemente y me miró.

—Me alegra saber que no soy el único a quién dejaron fuera— reí al escuchar eso y el teatro se lleno de las risas de ambos.

—Por cierto, tienes talento tanto como para bailar y cantar— el castaño bajo la mirada, se ha sonrojado, sonreí ante eso, estoy seguro que se ha avergonzado— Soobin— estiré mi mano hacía el y este correspondió el saludo.

—Un gusto, yo...

—¡Junnie! —un chico gritó entrando al lugar— Te he estado buscando, yo... Ah...—El chico me miro— lo siento no sabia que tenías compañía, quería invitarte a comer antes de que comenzará la siguiente clase.

El chico sonrió, tenía el cabello largo y castaño, una gran sonrisa, por lo que se veía, carismático, ojos grandes, era muy lindo.

—Claro Tae— respondió— Yeonjun— me miró— mi nombre es Yeonjun, pero el me llama Junnie— sonrió.

—oh, Hyung...—Tae habló— hiciste un amigo, soy Taehyun— saludo feliz.

—Soobin—respondí— un gusto.

—El si tiene modales hyung aprende de el— comentó— ¡Tengo una idea!, ven con nosotros.

—Yo, yo, no sé— respondí nervioso

El chico soltó mi brazo y me miro confuso—bueno pero si cambias de opinión estaremos en la cafetería— comentó.

—Adiós Soobin— Yeonjun sonrió cuando Taehyun lo estiró del brazo.

—Hasta luego Binnie— se despidió el menor.

¿Bennie?.

Eternally // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora