Capítulo XXXI

100 19 1
                                    

• Choi Soobin •

—B-4— me dije a mi mismo presionando los botones correspondientes para así obtener mi dulce, cosa que abría salido bien de no ser porque la máquina optó por no darme mi barra de chocolate— ¡Hey!—dije una vez sacudiendo la máquina— ¡Pagué por eso, dámelo!—Al cabo de unos segundos me relaje sabiendo que así no obtendría lo que pagué.

Estúpida máquina.

Sentí unos brazos tomarme por la espalda, aquello me asustó ligeramente, pero sonreí al escuchar la risa, giré encontrando al rubio sonriente, llevaba consigo una pequeña carta el cual tenía un corazón sobre este, alce la ceja, ante ello.

—¡Beomgyu!— saludé.— Te extrañaba.

—Yo tambien lo extrañe hyung—confesó— tengo algo que contarle— comentó animado— sosteniendo mi brazo.

—¿Tiene que ver con esa carta?— pregunté apuntando hacia el sobre que el menor sostenía, el rubio desvío la vista avergonzado de sus mejillas las cuales se tornaron rojizas, sonreí ante aquella tierna escena que el menor proporcionaba.

—Sí, pero debemos irnos, no quiero que escuchen— pidió tomando mi muñeca para así salir del instituto.

Seguí su pasó aún con un poco de confusión ante su actitud, sin embargo la curiosidad estaba ahí, además de que el menor realmente lucía felíz, algo que últimamente no parecía mostrar desde lo ocurrido con Taehyun y Hueningkai.
La noche anterior opte por contarle todo a Huening, al principio se sintió algo culpable, pero entendió todo, por ello decidió no asistir a clase, necesitaba asimilar todo.

—¡Aquí estamos!— sonrió extendiendo sus brazos hacía el cielo, el menor cerró levemente sus ojos disfrutando las sensaciones que estar en aquel lugar le brindaba— ¿No es lindo el invierno, hyung?— preguntó.

—Eso creó, además solo he estado esperando la nieve, dudo que falte mucho—confesé.

—Yo también creó que falta poco, además, creo que el otoño pasó más rápido de lo que creí.— soltó una leve risa

—Al otoño le quedan un par de días, Gyu— sonreí— aunque no lo parezca— comenté tomando una hoja de un árbol cercano, dirigí mi vista hacia el menor quién sonreía— ¿Por qué venimos aquí?

—Oh, recibí está carta, pero aún no la he leído— respondió observando aquella carta que sostenía con sus manos— El corazón en ella me confunde, pero también tengo miedo de que sea algo malo o alguien trate de burlarse de mi.

Me acerqué al menor con lentitud para pasar una de mis manos sobre sus rubios cabellos, el me miró con un puchero, sabía que tenía miedo, la mayoría de las personas lo evitaban creyendo que era mala persona, lo único malo que Beomgyu había hecho era matar un insecto por accidente a sus cinco años, estuvo casi cuatro días lamentándose de eso.
Realmente adorable.

—Esta bien, no estás solo— sonreí— si alguien quiere hacerte daño se las verá conmigo y te aseguro que a Yeonjun no le agradara mucho la idea.

—Yeonjun es muy atento, creo que es adorable— reí levemente causando una mueca de confusión en el menor.

—El cree lo mismo de ti— confesé pasando mis brazos sobre sus hombros y recargando mi mentón en su cabeza— vamos, a leer.

Beomgyu suspiró para abrir lentamente la carta tomando la pequeña nota que había dentro de ella.

“Beomgyu ❤

Eternally // YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora