Casa del árbol

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[Narrador: Todoroki]

El cielo se encontraba muy bonito hoy, todo azul y con algunas nubes formando extrañas formas mientras el sol iluminaba las calles de Tokyo.

Me dirigía a casa de mi amigo de la infancia con calma, no había mucha gente en las calles en estos momentos cosa que no me sorprendió en absoluto ya que esta parte de la ciudad era muy tranquila y bonita.

No me sentía cómodo en casa, las constantes peleas de mis padres me dejaban mal así que siempre que eso pasaba me iba con él, era la única persona que lograba calmarme y que conocía lo que pasaba entre aquellas cuatro paredes.

Hoy era uno de esos días ya que por la mañana ya se estaban gritando un montón de groserías y enviándose a la mierda mutuamente, mis hermanos se encerraron en sus habitaciones sin querer escuchar mientras yo salí.

Era como una rutina.

Divisé la casa de mi mejor amigo a algunos metros y con paso apresurado me acerqué, en mi opinión era una de las más bonitas del vecindario ya que era una de las pocas que contaba con un jardín bien cuidado.

Era una casa color salmón, las ventanas y los marcos de la puerta eran blancos y en el jardín delantero habían rosas de diferentes colores y tulipanes organizados según el arco iris, las flores favoritas de él.

Entré en el jardín y seguí por el camino de piedras hasta la puerta donde piqué el timbre y esperé.

Fuí recibido por su madre, una mujer bajita de mejillas regordetas y cabellos verdes como el suyo. Tenía una sonrisa amable, yo la consideraba como una segunda madre.

- ¡Shoto-kun! - exclamó ella abrazándome, yo ya estaba acostumbrado así que correspondí al abrazo - ¡Que bueno verte!

- Hola Inko-san - saludé haciendo una leve reverencia con la cabeza - También es bueno verla.

- Ay Shoto-kun, ya te dije que no es necesario formalidades conmigo - sonrió ella invitándome a pasar.

- Permiso - entré en la tan conocida casa color salmón que tenía mi mejor amigo y saqué los zapatos poniéndome las pantuflas azules que eran las que siempre usaba cuando iba allí.

- ¿Quieres algo de comer Shoto-kun? -preguntó ella viéndome con sus ojos verdes.

- No gracias, estoy bien - hablé intentando no parecer tan ansioso.

- Bueno llévate estas galletas para picar mientras charláis - se dirigió a la cocina y volvió con un bote de galletas de chocolate, mis favoritas.

- De acuerdo, gracias - asentí en su dirección cogiendo el bote de galletas y yendo hasta el patio trasero donde sabía él estaba.

Pase por la puerta que daba a la parte trasera de la casa encontrándome con un patio de césped verde con algunas flores pequeñas. Justo en el fondo había un sauce bastante bonito, allí construida en una de sus fuertes ramas estaba nuestra guarida.

La casa del árbol.

La construimos él y yo con esa idea en mente, tardamos tres meses en dejarla perfecta y con el paso del tiempo fuimos decorándola por dentro y por fuera.

Subí por las escaleras con un poco de dificultad por tener que sujetar el bote de las galletas, pero al final lo logré llegando al lo alto del árbol y caminando por el pequeño porche que hicimos.

Me acerqué a la entrada viendo el marco de la puerta, aunque no había ninguna puerta, y entré escuchando el ruido de unos murmullos y un lápiz sobre el papel.

Izuku Midoriya, mi mejor amigo, estaba sentado en el suelo delante de la única mesa que había seguramente dibujando algo hermoso mientras murmuraba como ya era costumbre en él.

Erase una vez... - Os TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora