[Narrador: Omnisciente]
Cuatro jóvenes caminaban tranquilamente por la calle con una charla normal y pasando desapercibidos por la mayoría de gente que caminaba por ahí.
Que digo, no es cierto, vuelvo a empezar.
Cuatro jóvenes caminaban atropelladamente por la calle manteniendo una charla animada con risas estridentes de por medio y llamando mucho la atención de los transeúntes que caminaban por ahí. Muchos mirándolos molestos por el ruido.
La estridente risa de la chica castaña con mofletes rosados volvió a hacerse presente gracias a la casi caída de su mejor amigo que se tropezó con sus propios cordones y que ahora moría de vergüenza y se tapaba la cara con los brazos.
- Uraraka-chan ya está, por favor - suplicó el chico peliverde más rojo que un tomate.
- ¡Ochako! - llamó en un regaño el novio de la susodicha ajustando sus lentes - No es respetuoso reírse de los amigos así.
- Cállate amor - reclamó ella limpiándose una lágrima de la risa - Esa es la principal función de un amigo, solo hago mi trabajo sabes.
- Aún así es una falta de respeto, los amigos se ayudan no se ríen de los otros - argumentó el azabache cruzándose de brazos.
- ¡Que exagerado Tenya!
Ajenos a la discusión de los dos de delante, el peliverde junto a su novio de cabellos bicolores caminaban en un silencio cómodo. El pecoso logró disminuir el sonrojo que cargaba aunque seguía siendo uno muy grande.
- Tus lentes están sucios - comentó el bicolor cogiendo con delicadeza las gafas de su pareja y limpiándolas con su camiseta.
- Gracias - agradeció el pecoso con una sonrisa a su novio y lo que restaba del sonrojo en sus mejillas - Tendré más cuidado la próxima vez, no quiero terminar rompiéndolas.
- No sería bueno que lo hicieras - siguió el heterocromático volviendo sus manos a los bolsillos - Sino ya serían cuatro veces consecutivas.
El sonrojo volvió a la pecosa cara por la vergüenza que le causaba ser tan torpe, su madre le había regañado las dos primeras veces y en la tercera simplemente le dejó sin poder salir con sus amigos y novio por dos semanas.
- Soy un desastre.
- No lo eres - afirmó el más alto observando al más bajo que le veía con atención - Solo tienes una mala suerte increíble.
Eso logró sacar una risa en el peliverde que dejó atrás la vergüenza y entrelazo sus dedos con los de su novio, que sin dudar ni un segundo apretó sus manos, afianzando el agarre.
Al fin los cuatro adolescentes llegaron a su destino admirando en silencio el letrero del lugar, que se iluminaba con luces de neón.
- ¡Qué emoción! - exclamó la chica totalmente animada - ¡Venga Deku-kun, enseñemos el lugar a nuestros hombres!
La chica agarró la mano de su mejor amigo entrando con velocidad en el local, en consecuencia el bicolor se vio obligado a seguirlos ya que su mano seguía unida a la de su pecoso novio mientras que el azabache suspiró resignado en controlar a su novia y entró.
Era muy bonito por dentro, lo primero que había allí era una recepción donde podías alquilar los patines o comprar las entradas para poder entrar en la pista. Al lado había una cafetería con unas cuantas mesas a disposición de los visitantes.
- ¡Bienvenidos a la pista chicos! - dijo la castaña con sus brazos extendidos en dirección del lugar - Deku-kun y yo venimos aquí de vez en cuando, verdad que sí Deku-kun.
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Erase una vez... - Os Tododeku
FanfictionErase una vez es una colección de One-shots de mi ship favorito Tododeku!!! Diviértanse con las aventuras y desventuras de estos dos, porque toda historia empieza por el Erase una vez... - One shots Tododeku - La portada no es mía, créditos a su res...