Una Dulce Chica

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Escuche su voz, mi corazón dio un salto, incluso aún después de tantos años podía reconocer el timbre de su voz, ese tono tan aniñado que le daba un toque sensual, no necesitaba que dijera su nombre, sabía perfectamente quien me hablaba desde el otro lado de la línea.

Con él auricular pegado a la oreja comencé a recordar escenas, besos tímidos al inicio, caricias despistadas, pláticas interminables y tardes magníficas a su lado, la emoción del momento me llenaba por completo, la había extrañado tanto, ella mi primer amor, ella la persona a quien mas había amado y a quien mas había hecho daño.

No recuerdo con exactitud sus palabras, sólo recuerdo las emociones que desató en mi, y recuerdo el mensaje central, vendría a la ciudad, prontamente la vería de nuevo; los siguientes días fueron un desfile de recuerdos que pasaban por mi mente y se negaban a abandonarme, sin poder evitarlo la excitacion se apoderaba de mi, recordarla entre mis piernas buscando y jugando con su lengua sedosa en mi vagina, sus blancas y pequeñas manos recorriendo mi cuerpo, su cálido y dulce aliento arrancando me suspiros de placer.

Una noche en la cual el calor me impedía dormir me levante a hurtadillas en la cama, pues mi pareja se encontraba durmiendo a mi lado, tomé el móvil y me encamine a la sala al aire fresco sobre mi cuerpo erecto mis pezones y me produjo un cosquilleo delicioso por todo mi cuerpo semi desnudo, me sentía nerviosa, no sabía si ella me contestaría pero tomé valor y marque si numero telefónico, lo más probable es que me mandara a la mierda ya que era mas de media noche y tal vez ella ya estuviera durmiendo, tampoco sabia que le diría o cual seria la excusa para llamarle.

Un timbrazo, dos, tres, cuatro, y cuando me Dana por vencida

-Hola, hola...?

Me quede muda un par de minutos, cuando por fin salí del estupor las palabras salieron solas, como si no hubieran pasado tantos años la conversación salió fluida.

-Hola hermosa, que haces?

-Estaba leyendo, hace mucho calor, no puedo dormir y tu?

-Salí de la cama a tomar aire, tampoco puedo dormir, dime que lees?

-Pues estoy leyendo un libro que me regalaste hace mucho tiempo lo recuerdas?

Comenzamos a charlar como si el tiempo no hubiera pasado, como si apenas ayer hubiéramos estado juntas, sin todo aquello que sucedió y se interpuso entre nosotras, por fin me atreví a preguntarle.

-Dime, me extrañas? Yo te he extrañado tanto, a veces he soñado contigo y no he podido dejar de recordar lo mucho que me gustaba estar contigo.

-Yo también te he extrañado Lisa bastante, me acuerdo cuango placer me daba estar entre tus piernas.

Cerré los ojos y mi mano automáticamente bajó a mi vagina mojada, comencé a acariciarme pensando en sus caricias, de verdad que la echaba tanto de menos, su voz me transportaba de regreso a las tardes que pasaba en su casa, en su cama, en sus brazos y sobre todo entre sus piernas.

No se cuanto tiempo pasó pero comenzaba a amanecer cuando me fui a la cama, los siguientes días pasaron más o menos iguales nos hablábamos por teléfono, nos calentabamos y sin poder evitarlo mis dedos jugaban con mi vagina cada vez más caliente, a veces hacia el amor con mi novia quien debo decir es muy buen amantes sin embargo ya no me causaba esa sensación de urgencia de antes, estaba con ella deseando a Rose, una sensación de desazón me inundaba cuando lo besaba y sus labios no tenían el sabor de ella, su piel no tenía ese suave aroma afeitado y añoraba verme reflejada en sus ojos negros.

Un día y sin previo aviso llego a visitarme a casa, la invite a pasar con la frase que usábamos "pon a calentar el café mientras yo saco las galletas" entramos a la cocina y sin poder evitarlo me lance directamente por sus labios, los ansiaba tanto que moría de ganas de morderlos, llevaba una blusa de botones al frente, los desabroche y libere sus pechos firmes, que sin ser de un gran tamaño siempre me habían parecido lindos, mis manos vagaron por su torso, besaba y lamia su cuello, bajaba hasta sus pechos y regresaba a su boca, ella femka y me tomaba del cabello, me guiaba, sin embargo aún tenía fresca la memoria y sabía muy bien lo que le gustaba, el agua de la cafetera ya estaba caliente y el sonido que hacía al evaporarse de la jarra nos distrajo de lo que hacíamos.

Blackpink one-shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora