El sorpresivo acto que realizó el menor fue la clave para sincerar también su problema, la atmósfera se volvió pesada por un momento, sus ojos se oscurecieron quedando en silencio por unos segundos para levantarse de golpe
- Genos, no puedo ayudarte como tu piensas, porque, Yo. . . ¡YO TAMBIEN ESTOY DURO!
El grito fue abrumador para el calvo, su corazón sentía cierta emoción, aunque no era la que esperaba, ahora no era solo él quien estaba en la misma situación. Eso fue un poco reconfortante, haber dicho lo anterior había sido acertado, ¿pero que debían hacer? ¿Acaso eso significaba corresponder a sus estímulos? al pensarlo solo opto por mostrar su erección, rompió la tela que ocultaba su virilidad dejando a la vista su miembro el cual palpitaba por la aceleración de su corazón, estaba confundido y a la vez feliz de que quizás el problema de no tener una pareja sería algo del pasado, pero tampoco era algo seguro. Ah, qué complicado era todo esto, su cabeza daba vueltas una y otra vez, imaginando que sería el cyborg quien estuviera sobre él, parecía que todo apuntaba a eso, no conocía completamente la anatomía metálica del contrario, había visto las partes de su cuerpo en trozos separados, pero jamás había notado si había algún orificio por el cual el podía meter sus ganas de solucionar esta incógnita.
- Solo tengo una pregunta. . . ¿Tú tienes ano que pueda usar?
A pesar de lo vergonzoso que era preguntar algo como eso, ya no importaba, todas las cartas estaban sobre la mesa, el rubio había hablado y ya no había vuelta atrás. Solo rogaba ser él quien invadiera al otro, pensar como sería penetrado por el contrario era aterrador, y aunque estaba dispuesto a hacerlo de todas formas, su cuerpo no podía ser dañado , pero no podía evitar pensar en el dolor que podría sentir, ya que al ir al baño después de la comida chatarra que a veces ingería, era bastante doloroso expulsar las fecas.
- ¡NOOOOO!
Gritó al imaginar que el dolor sería igual, agarró su cabeza calva y su rostro aterrado era como una sinfonía que completaba un rompecabezas en su miedo. El cielo en su interior se había vuelto oscuro y cayó de rodillas frente al menor.
- Yo, Yo. . . ¡YO NO QUIERO SER PENETRADO POR TU PENE!
La tragedia, el caos, el fin. Claro que no lo quería, a pesar de esas tremendas ganas de que nada de eso sucediera, su pene seguía estando erecto, mientras que veía el del chico, que era como un kaijin que se acercaba más y más a su trasero, tratando de invadirlo por la fuerza, prácticamente era como un fantasma apoderándose de él para convertirlo en una parte más del sexo del menor, que pesadilla.
Suficiente, esa fue la gota que derramó el vaso, ahora no estaba dispuesto a entregarse, y aunque había ignorado las palabras del menor, y no entender nada de lo que le había comentado se lanzó sobre este, literalmente la fuerza fue tal que enterró al rubio en el suelo, al punto de que el cuerpo pesado de este podría romper en cualquier momento el suelo hasta dejarlos tirados en el piso de abajo. Por suerte el edificio estaba abandonado por los constantes ataques de los Kaijin, por lo que caer no sería más que un problema de construcción y remodelación, o quizá un simple cambio de departamento.- Te voy a coger antes de que me cojas.
Dijo en voz baja, sus ojos brillaban cual estrella, mientras que sus manos comenzaron a invadir el cuerpo contrario, y aunque el menor se resistiera a la situación, jamás se perdonaría ser obligado a convertirse en una parte del miembro del chico. Así que con su fuerza lo tomó del cuello levantandolo en el aire, cambiando su posición, esta vez el menor se encontraba boca abajo, el miembro palpitante del mayor estaba ansioso, parecía que seguiría creciendo, y la excitación lo había cegado también, sin hablar de lo asustado que estaba por el pene fantasma que lo quería transformar.
Cuando vio las nalgas metálicas del chico por un segundo confirmó su teoría, parecía que realmente no podría entrar en él sin crear un agujero con su propia entrepierna, al menos hasta que notó un orificio, pero. . . tampoco parecía que pudiese extenderse al ser penetrado.- Genos. . . Lo siento.
Dijo para luego meter un dedo en el agujero, de alguna forma el doctor había logrado que ese lugar pudiera agrandarse, fue ahí el punto en que su cuerpo comenzó a calentarse, lamió su labio superior y comenzó a jugar, introduciendo una y otra vez el dedo, notando la facilidad con la que se podía efectuar una relación sexual con un robot.