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n u e v e

MARATÓN 1/5

~ c a p í t u l o • n a r r a d o ~

Kurt tapaba su boca con su mano mientras un par de lágrimas rebeldes caían por sus mejillas.

Trató de no levantar la mirada hasta no secarse las lágrimas porque no quería enterarse de que alguien le estuviera viendo en aquellas condiciones, arruinando su imagen de chico frío y fuerte que había tratado de armar durante años.

Su pequeño llanto se debía a que acababa de leer la última nota de Devon, aquella en dónde le cuenta cómo salió del closet con su familia.

No conocía a Devon, no sabía nada de él, no sabe a que curso pertenece, cual es su verdadero nombre, como es físicamente o todas esas cosas. Lo único que sabía es que Devon, como siempre aclaraba, estaba enamorado de él y sufría por aquello mismo. No le conocía de nada más que por las notas, pero saber del hecho de que aquel chico misterioso había sido herido emocionalmente por un miembro de su propia familia por tener gustos diferentes a ellos, le rompía el corazón.

Él había tenido suerte, ya que Burt, su padre, si bien no lo había comprendido del todo a la primera, ahora lo entendía completamente y había dejado de ser un tema tabú durante las charlas con él. Kurt había tenido la suerte de nunca ser rechazado por algún miembro de su familia. Sí lo había sido por parte de sus compañeros del colegio, los mismos que ahora le lamen las botas como si nunca le hubieran empujado y llamado "maricón" en los pasillos. Pero si de algo estaba seguro es que viniendo de tu propia familia el rechazo debía doler muchísimo más.

Levantó la mirada mientras se secaba lo más disimuladamente posible las lágrimas que todavía habitaban sus mejillas y parte de su mandíbula. Guardó la nota en su bolsillo y cerró su casillero. 

Al girar la mirada, encontró al tal chico Anderson mirándole fijamente y con algo de confusión en el rostro. Lo primero que Kurt pensó es que el rizado le había visto llorar, lo que explicaría su mirada confusa. Rápidamente su mente se encargó de crear miles de situaciones donde el rizado le comentaba aquel chisme a Rachel, quien seguro le contaría a Mercedes, quien es súper chismosa, por lo que luego media escuela terminaría enterándose.

Kurt frunció el ceño y caminó hasta el ojimiel, quien al verle caminar hacia él comenzó a andar para que no le alcanzara.

—Anderson —gritó Kurt, llamando la atención del rizado y de varios alumnos más que aún estaban en los pasillos. Blaine se detuvo de forma abrupta, sintiendo como su corazón comenzaba a descontrolarse. Si así de hermoso sonaba su apellido saliendo de los labios de Hummel, ¿como sería que dijera su nombre?.

—¿Que necesitas? —respondió serio, como si su amor platónico no le estuviera hablando y en realidad fuera un alumno cualquiera, aunque por dentro de estaba muriendo.

—Lo que has visto, no se lo cuentas a nadie —habló rápido, vigilando que nadie estuviera escuchando la conversación.

—¿Qué es lo que he visto? —preguntó Blaine, haciéndose el desentendido, aunque estar loco por el ojiazul le había enseñado que Kurt odiaba que pensaran que era débil y sensible, tal como se había mostrado al leer la última carta que "Devon" le había dejado.

—Lo que has visto, y ya. No pienso repetirlo —habló mirándole, para luego bajar la mirada a su celular por unos segundos—. Tengo una reputación que cuidar aquí y no puedo darme el lujo de que los demás idiotas de aquí se enteraran que hago esas idioteces.

—Llorar no es una idiotez, es completamente normal —habló Blaine, haciendo que Kurt levantara la mirada del celular y le tapara la boca.

—¡Joder! No hables tan alto, que aquí las paredes oyen —Blaine bufó, mientras su rostro se ponía colorado por el simple hecho de que Kurt le estuviera tocando.

¡ALERTA ROJA! JODER, ¡ALERTA ROJA! KURT LE ESTABA TOCANDO. ¿SE HABÍA PUESTO PERFUME HOY? MIERDA, NO LO RECUERDA. JODER, JODER, JODER. ¿¡COMO MIERDAS SE RESPIRABA!?

En cuanto Hummel le destapó la boca, Blaine continuó hablando como si no hubiera estado a punto de vomitar su propio corazón ante la acción realizada por el ojiazul.

—Además, si quieres cuidar tu reputación, ¿por qué hablas conmigo? soy lo menos popular que hay en esta maldita escuela.

—Solo venía a pedirte que te quedaras calladito sobre lo que has visto —habló, mientras tecleaba algo en el celular. Le hizo a Blaine la señal de "te estoy vigilando" con los dedos y se fue de allí.

Blaine tenía los ojos abiertos en demasía. JODEEEER. ¿REALMENTE ACABABA DE HABLAR CON KURT? ¿NO HA SIDO UN SUEÑO?

Inmediatamente, una Rachel con el ceño fruncido apareció.

—¿Que hacías con Kurt?

—No... no lo sé.

Enseguida comenzaron su usual camino hacia el patio de la escuela, dónde se juntaban con Mercedes y ambas chicas chismoseaban entre ellas mientras Blaine estaba en su mundo y pensaba que escribiría en la próxima nota.

Aunque aquel día estaba vacío de ideas. Quería hablar con Kurt sobre cómo se ha emocionado al entablar una conversación con él y que esta no hubiera sido como él siempre imaginó, del tipo: "—¿Me pasas la respuesta 5?" o un "—Quítate del camino.". Sabía bien que no podía escribir sobre eso sin que el castaño se enterara de su identidad, pero aún así ganas no le faltaban.

Saludó a Mercedes, quien halagó el diseño de su moño cómo de costumbre y comenzó a chismosear con Rachel.

Blaine no prestó atención a la conversación de las chicas por estar en su mundo. Recién cayó en el momento en que Kurt fue nombrado.

—¿Qué pasó con Kurt? —preguntó el rizado, luego de estar varios minutos callado.

Rachel frunció el ceño y Mercedes levantó las cejas.

—Me han dicho que han oído a Sebastian diciendo que son pareja oficialmente.

Oh.

-¿Y tú crees que sea así? -preguntó Blaine, rogando por una respuesta de su amiga.

—Le han oído, creo que son hechos —Mercedes se encogió de hombros.

—Dudo que Kurt salga con Sebastian —habló Rachel.

-Kurt me ha dicho que no sale con Sebastian -explicó Blaine. Sus amigas le miraron algo extrañadas

-¿De eso hablaban hoy en el pasillo?

-No.

-¿Hablaste con Kurt en el pasillo?

Blaine se encogió de hombros.

-¿Como... como está? -comenzó a hablar Rachel- Kurt, quiero decir.

-No lo sé. Días atrás estaba algo... ¿perdido? No sé, no logró interpretar el lenguaje corporal todavía.

Rachel asintió, para luego seguir hablando con Mercedes sobre los chismes del día, como lo extraña que lucía Brittany Pierce hoy, siendo que no lleva el uniforme de los animadores como de costumbre. Blaine miró aburrido a ambas chicas, para luego dirigir su mirada a Santana, quien estaba sentada junto a Kurt y Sebastian y le estaba mirando fijamente, como analizándole.

Blaine frunció el ceño confundido, viendo como Santana quitaba la mirada de él con rapidez.

Santana, Kurt y Sebastian se levantaron de donde estaban y se dirigieron hacia la escuela nuevamente. Blaine fue testigo de como Sebastian tomaba la mano de Kurt en un hábil movimiento.

Antes de cruzar la puerta de entrada a la escuela, Kurt clavó su mirada en él y soltó la mano del ojiverde.

LE ESTABA MIRANDO. ¿POR QUÉ HABÍA SOLTADO A SEBASTIAN AL VERLE? ¿HABRÁ DESCUBIERTO LA VERDAD? 

Blaine subió una ceja, devolviéndole la mirada. Kurt solo frunció el ceño y salió de aquel lugar.