notas | klaine

t r e i n t a y u n o [final]

volvemos al ruedo luego de más de un mes de haber estado inactiva, gracias por el apoyo que está teniendo la historia, lo valoro muchísimo <3.

~ c a p í t u l o • n a r r a d o ~

ADVERTENCIA: contenido explícito (mini smut kurtbastian, perdoncito)

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Kurt se sentía algo... ¿triste? No lo sabría definir en realidad.

Le había molestado el hecho de que "Devon" no apareciera en donde le había citado. Tenía ganas de confesarle a Blaine el hecho de que ya sabía que él era el chico de las notas, pero se conformaba con el salir con el mismo Blaine, quien no era consciente de que se estaba ganando muy poco a poco su corazón tanto siendo "Devon" como siendo él mismo.

Sin embargo, había vuelto a caer en las garras de Sebastian (sí, otra vez). Y allí se encontraban ambos, habiendo recién terminado de follar y cansados debido a aquello.

Bueno, no le juzguen, que él estaba algo decepcionado por lo de Devon y por "casualidad" coincidió con Sebastian en el parque, por lo que pensó que follar podría distraerle un rato y reducir las tensiones.

Además, él es consciente de que Blaine tiene miedo, pero vamos, que creyó que el niño diría que sí y que podrían aunque sea comenzar a salir. Una lástima.

Jadeó bajo al sentir cómo Sebastian besaba su cuello, siendo consciente de que aquella era su zona más débil.

—He estado pensando... —comenzó a hablar el ojiverde.

—¿Sí? —respondió el ojiazul, aún con los ojos cerrados.

—Deberíamos ser pareja.

¿Qué?

—¿Cómo dices? —habló Kurt, abriendo los ojos de repente.

—Que deberíamos ser pareja —repitió—. Sólo piénsalo. Seríamos sin duda la pareja más caliente de toda la preparatoria, además de que nos traería mucha más popularidad a ambos. Yo creo que sería una buena idea.

—¿Ser pareja solamente por popularidad? No lo veo como una buena idea, sinceramente.

No, nada es buena idea cuando involucra el hecho de lastimar a su querido chico de las notas.

—Lo es, Kurt. Los primeros días seríamos el principal tema de conversación. Imagínalo, simplemente increíble.

—No pienso lo mismo, lo siento.

—Vamos, Kurt... —susurró a la vez que comenzaba a acariciar los pezones del menor, tratando de colocarlos erectos, pero fallando en el intento—. Podríamos besarnos en cualquier lado, y hasta hablarían de nosotros en el periódico escolar.

—B-basta —jadeó, tratando de sacar las manos de Sebastian, quien comenzó a acariciar su miembro con la otra mano—. No, basta, Seb. No quiero.

No aceptaría por su estúpida e inútil manipulación sexual, no importaba lo sexy que Smythe sea, él había dicho que no.

—Tan sólo piénsalo, Kurtie —dijo a la vez que lamía su clavícula y se detenía, al no notar reacción alguna por parte de Hummel.

—No—volvió a decir, tratando de alejarse un poco más de Sebastian.

—¿No, que? —preguntó Sebastian, confundido.

—No quiero ser tu pareja —explicó Kurt a la vez que se levantaba de la cama y se dirigía al baño de su habitación.