ser rechazado no es fácil, esta es la historia de Liam un chico quien no es aceptado desde su nacimiento por su progenitora, ella lo maltrataba de manera física y mental, haciendo que pasara por situaciones difíciles, sin embargo todo acaba cuando g...
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Una mujer alta y hermosa, entró a la oficina del alfa, a Liam le parecía una Princesa con su cabello negro largo y ojos chocolate y un vestido vino con detalles dorados - toda una reina - susurró sin quitar la mirada de la bella mujer.
- cuéntamelo todo, cariño - ella volteó la mirada hacia donde estaba Liam, aunque los betas y omegas eran posesivos ella no podía demostrarlo ya que cada habitante tenia una historia y su esposo era el alfa, olfateo y miro a Liam atentamente de pies a cabeza.
- por él te llamaba, como puedes ver está bajo de peso y no quiere permanecer en la manada, me gustaría que le ayudarás a subir de peso y luego que él haga lo que quiera - habló el alfa sonriente, Liam veía con asombro la mirada que tenía el alfa sobre su pareja, en ella se mostraba, amor, cariño, respeto era impresionante cuantos sentimientos se podían transmitir a través de las ventanas del alma.
- claro que sí - habló la mujer sonriente - ven conmigo querido te ayudaré con eso y me ayudarás en mis oficios, por cierto hace cuánto exactamente no comes - se estaba empezando a hartar de que le preguntaran eso una y otra vez
- tres días señora - mostró sus dedos de nuevo
- parece que llevas meses mi niño - miró a su esposo - nos vemosz cariño -
- adiós - respondió el hombre sonriente como cada vez que veía a su pareja.
hora y media de calma había pasado desde el encuentro de su pareja con Liam, amaba el silencio que le otorgaba ese lugar - ¡Pa! - se escuchó un grito desde afuera, Marcus ya no toleraba el comportamiento de su hijo, alzó la vista de los documentos a la puerta.
- ¿qué sucede? - pregunto fastidiado
- quiero que me - olfateó un poco el aire - mmm... qué rico olor - Marcus no era tonto y cayó en cuenta de la acción de su hizo de inmediato - bueno a lo que venía, quiero dinero, iré a una fiesta - exigió
- no. - se levantó de su puesto - estoy hasta la coronilla de tu comportamiento a partir de hoy vas a aprender a ser un alfa para liderar tu futura manada -
- ¡pero pa! - chilló - solo tengo veintidós, cómo me pides eso, mirame aún soy un cachorro - se señaló a si mismo cual modelo
- edad perfecta para empezar, mírate eres tan alto como yo, no sabes hacer nada, solo te la pasas con tus amigos, necesito que busques un beta -
- pero papá..., no necesito un beta, seré un alfa y ya sin más -
- es parte del protocolo, necesitas un beta y saber como va tu manada, que gastos tiene, que necesitan y que no, cuantos nacen a diario y dar condolencias a los que mueren -
- el beta no sirve para nada y el protocolo menos, papi - hizo un puchero
- oh, bueno si lo pones así, elegiré otro alfa de la manada para que tome el puesto, es decir, yo lo entrenare y le enseñare todo lo que necesita, la empresa pasara a el siguiente alfa por que de ahí viene la mayoría de los recursos de la manada -
- por la diosa luna papá, cuanto tiempo tengo para encontrar a mí dichoso beta - rodo los ojos.
- tres días, recuerda tiene que ser leal, fiel, protector y sobre todo servicial con los integrantes -
- está bien, está bien, que tengo que hacer - cruzó sus brazos
- primero necesito que vayas por todo el pueblo y me traigas un registro de: cuántos habitantes hay, cuántos embarazos, cachorros nacidos el último mes, la contabilidad exacta de omegas hembras y machos, contabilidad de betas y alfas eso es lo primero - Aarón abrió sus ojos cual platos
- segundo - siguió el alfa - quiero que mires las condiciones en las que viven, todos deben estar bien en cuanto a: vivienda, comida, vestimenta y trabajo estable, etc..., en la planilla tienes todo lo que pudo y hago cada mes, tienes que tratar bien al pueblo, de ellos dependes, además de servicial y cortés necesito todos los datos para hoy, ah, y no quiero que vayas a la guardería militar, tu madre está ocupada ahí y ella me traerá la cuenta de cuantos cachorros hay y ciudadanos en servicio -
- por la diosa, casi no me pones a hacer nada (?), Entonces quiero el día libre y... el ambientador que usas - sonrió malicioso
- jaja - carcajeo Marcus - no. Y tu madre se lo llevó, ve a hacer lo que te pido -
Su sonrisa se borró y salió - adiós ya vuelvo - Aarón salió con la equivocada idea de que era cosa de diez minutos, no tenia ni idea de lo que le esperaba, pensaba empezar desde la parte más alejada del pueblo.
Marcus quería a su hijo un alfa antes de conocer a su pareja, no podía creer las coincidencias de la vida, el olor del omega era leve, pero su hijo lo sintió como si hubiera estado hace cinco minutos, tal y como le sucedió a él.
