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Aaron en su oficina se encontraba trabajando cuando entro Lizeth con dos tazas de café - hola mi vi-da - con su voz dolorosamente chillona saludó

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Aaron en su oficina se encontraba trabajando cuando entro Lizeth con dos tazas de café - hola mi vi-da - con su voz dolorosamente chillona saludó.

- hola - respondió Harry, levantándose de su escritorio, ella traía una cara de felicidad extrema - ¿Qué pasa? - se extrañó, había tenido tantos problemas durante su corto noviazgo que no sabía qué esperarse.

- a que no adivinaaas... - dejó la bebida sobre el escritorio al mismo tiempo que Aaron se sentaba intentando no demostrar el dolor que sentía por tal berrido que hizo la chica.

- te escucho - dijo mirándola atentamente

- ya vi cuál va a ser ¡Mi vestido de novia!- Harry escupió el café, estaba confundido

- ¿Cómo que de novia? - se levantó, dejando el café sobre el escritorio

- sí, como sabemos hoy en la tarde regresas a tu casa, así que planee todo para sorprender a tus padres y ¡Casarnos allá! - Aaron casi sintió un dolor de cabeza comenzar después de ese terrible grito 

- pe...pero no te lo he propuesto y tampoco tu a mi, es decir solo vamos seis meses ¿Cómo nos vamos a casar ahora? -

- ¿Cómo que cómo?, creo que ya nos conocemos lo suficiente y es hora de casarnos -

- no. ni siquiera estoy seguro -

- amor, pero claro que debes estar seguro, además, en la tarde viajaré contigo para conocer a tú familia -

-no.-

- si, ya lo dije -

- pero... -

- pero nada, hoy daremos la noticia - sonrió - serás mi esposo - un suspiro fue lo que salió de los labios del chico, ya no quería a esa mujer, hacia ya bastante tiempo había dejado de desearla, después de haberla visto dando besos a diestra y siniestra pero le daba pesar que ella sufriera al terminar la relacion.

+ Óyeme + hablaba su lobo

± dime -

+ Esa mujer no me gusta y nunca me gusto - Harry sonrió le encantaba molestar a su lobo

± y qué vas a hacer, qué pasa si me caso con ella y pasa el ya sabes que y luego tengo seis lindos cachorr...-

+ Ni lo digas, agh que asco, es desagradable, - hizo cara de asco - si es así no la anudare y serás tú y solo tú el responsable de nuestra desgracia.

Los pocos amigos que logró hacer en la compañía le habían advertido sobre la chica con frases como " ella es muy problemática", " ten cuidado, suele hacer lo que sea para tener lo que quiere eso implica lastimar a alguien", " esa chica es muy controladora", le constaba habían tenido problemas con sus celos mas de tres veces antes.

De camino al apartamento, estaba listo para volver a casa, pero no para presentar a la chica, y sí lo que había dicho su lobo era verdad, era desagradable - oye esposito para cuándo el anillo - se señaló el dedo anular derecho.

- ya no sigas con el tema que aún no hemos hablado de eso - se bajó del auto cansado de la palabrería - vamos ayúdame a bajar las maletas -

Con una mano en el pecho y cara de indignación - ja, ¿qué?, No, no, no...  o sea voy a ser TU esposa y TÚ tienes que ser un caballero, yo no puedo hacer ningún esfuerzo, solo mírame soy mujer -

- ¿y qué? - levantó los hombros - no es como si ser mujer no permitiera mover las extremidades -

- lo siento pero vas a tener que bajar mis maletas, como hombre y como mi pareja lo harás, YO mientras tanto esperaré aquí - dio un suspiro de suficiencia al ver a Aaron subir hacia el apartamento.

Cargar con cinco maletas y tres bolsos le molestaba, ella debía haber subido por sus cosas. Lo peor fue verla desde el ascensor recostada en su auto tomando fotos donde saliera su busto - oye creo que tú deberías quedarte -

- ni lo digas, Aaron, sube al auto y conduce ya - regaño

Liam buscaba en su casa a una de sus cuatro mascota, odiaba que se escondiera, oyó golpes en la puerta salió de detrás del sofá a abrir.

- hola señora Leia - saludo despeinado y algo sucio en sus rodillas

- hola cariño, mira me encontré este amigo en la ventana - dios ahora sí estaba molesto.

les tenía un lugar cómodo para estar, con ventanas que lo protegían de las aves y todo lo que necesitaban y se exponía así - gracias alfa Leia, dígame en qué puedo ayudarle -

- bueno..., Venía por aquí para invitarte a una cena familiar - aplaudió sonriendo

- a qué hora debo estar allá -

- la verdad me gustaría que fuéramos en este instante, te enseñaré a hacer un postre ri-quí-si-mo - dijo cual adolescente emocionada - y a poner la mesa, ya sabes - hizo un gesto con su mano.

- espera me cambio rápidamente y salimos, y tú pequeña estás castigada - amaba hablarle a sus ratas, camino de regreso donde tenía a las demás - como se te ocurre exponerte así, qué tal si te llevaba aún pájaro y te come, ¿Cómo me sentiría yo sin ti, cariño? - suspiro.

Ya en la casa alfa, con un delantal rosa hacia un "mousse de café con mascarpone" , hablaron de trivialidades hasta que llegó el alfa - cariño, pongamos la mesa - le decía a Liam, rápidamente tomó tres platos con tres pares de cubiertos y fue al comedor principal, los acomodo de tal forma que fuera decorativo, sencillo y hermoso.

- ¿lista para la gran sorpresa? - susurro el alfa a su pareja antes de darle un beso en su cuello, aprovechando que el menor estaba en el comedor

- más que lista - beso los labios con una sonrisa pícara - hay que ver si puso todo - Leía salió de la cocina a ver la mesa - me encanta pero hace falta un plato - Liam se extrañó más no dijo nada y accedió a esperar al alfa que traía el cuarto plato en sus manos .

EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora