La familia Alfa se había levantado temprano como siempre, Marcus listo para atender su manada en lo que necesitaran, Leia con útiles y actividades para los niños y Aaron listo para un gran día.
- Quiero que pases por Liam, está haciendo mucho frío y no quiero que se enferme - sentencio Leia
- Lo tratas mejor a él que a mí - se quejo su hijo
- Entonces no lo lleves, tu padre me hará el favor -
- Ma no es que no quiera, es solo que no me gusta que sean tan protectores con él -
- Por dios Aaron, yo quiero lo mejor para el pequeño y mientras tú no seas su pareja oficial yo lo cuidaré, no vaya a ser que otro alfa lo quiera - esas ultimas palabras hicieron su cometido en el alfa, los celos salieron a relucir
- Ni se te ocurra repetir eso, él es mío - Leia sonrió satisfecha, por la impulsividad con la que Aaron dijo las palabras
- Entonces apúrate, enciende el auto -
- ya voy -
Liam ya estaba a punto de salir de su hogar, hasta que escucho un auto parquear frente a su residencia, se escondió rápidamente tras las cortina de su ventana que daba la vista al vehículo. Asomándose por la ventana vio una camioneta grande, color gris - cariño, sal de ahí - escuchó la voz de la mujer
- Buenos días señora Leia - asomó su cabecita mostrando sus lindo ojos grises a la mujer
- Buenos días cariño, sube hoy está haciendo mucho frío y no pienso dejarte ir caminando - invito desde la parte trasera
- Sí, señora - sonrió. por suerte para el mayor el auto tenía vidrios polarizados, por lo tanto Liam no podía dar cuenta de la cara de bobo que tenía al verlo sonreír cual niño pequeño.
- Buenos días señor Aaron - hablo Liam subiendo al coche con un tono bajo
- Buenos días pequeño - saludo y arrancó el auto
- Liam para hoy habrá una fiesta de aniversario a la guardería, me gustaría que tuvieras cien dulces listos - refiriéndose a distintos postres
- pasteles, brownies, magdalenas, Cupcakes -
- Cupcakes - pidió rápidamente
- Si, ¿algo más? - anotó en su celular
- Me gustaría que fueran de maní, y si le pones glaseado que sea de colores, los niños lo aman, pero necesito tres sin maní, preferiblemente alguna fruta - cruzó sus brazos recostándose más en el asiento trasero junto a Liam
- ¿Son para el descanso o la salida? -
- Para el descanso -
- Perfecto -
- ¿Crees poder tenerlos? -
- Sí, sin problemas -
En ningún momento del viaje Liam miró en dirección a Aaron o el retrovisor, haciendo que alfa alegrará la vista mirando al pequeño de vez en cuando. La voz del omega era un poco baja, probablemente tratando de mantener la confidencialidad entre la mujer y él, pero aún así el mayor se tranquilizaba al escucharla.
- Llegamos - Liam pego un brinco en el asiento al escuchar la gruesa voz de Aaron después de un rato en silencio concentrado en sus notas.
- Gracias señor - bajó del auto rápidamente y corrió a la puerta de la cafetería entrando y desapareciendo
- ¿Tienes mucho qué hacer hoy? - preguntó la mujer
- No, ayer terminé todo y lo poco que hay tiene un plazo de un mes, puedo hacerlo en la tarde -
- Me gustaría que le ayudarás a Liam, él va a estar ocupado con los dulces, tú podrías atender a las personas - sugirió
- por supuesto, iré a estacionar el coche y regreso -
- Probablemente eso le ayude para contratar a alguien más, a veces se fuerza mucho tratando de hacer muchas cosas a la vez y no quiero que se enferme, el cocina, atiende y otras cosas todo a la vez- Finalmente la mujer bajó y siguió hacia el jardín de niños, internamente se sentía tan feliz de poder ayudar a su hijo con Liam.
- Hola - entró, sentándose frente en la barra.
- Hola, señor Aaron, dígame ¿Qué desea? - pregunto un tanto temeroso
- Quiero que dejes de hacer lo que quiera que estés haciendo - Liam se puso nervioso, pero hizo caso manteniendo la distancia entre la barra y él.
- Mira Liam, la verdad quiero agradecerte y disculparme por lo que pasó con Lizeth y -
- No, creo que yo debería disculparme con su pareja, le cause problemas y... gracias a mí, ustedes están peleados -
el alfa sonrió ante eso, confundiendo a Liam - la verdad, pequeño, ella y yo no debíamos seguir con esa relación, era tóxica y te agradezco haber estado en la cena familiar por cierto -
- No hay de que alfa - oh dios esa última palabra había derretido los sentidos del mayor, su lobo Leo estaba alardeando y enorgulleciéndose dentro de él.
+ ja, me llamo alfa -
- Ahora me permites ayudar en agradecimiento, me gustaría que me enseñarás cómo funcionan esas emm... máquinas, yo atenderé y tú harás los postres ¿te parece? - Liam ante aquello no se podía negar por dos razones: la primera, se trataba del hijo del alfa y la segunda era en agradecimiento
- Si, gracias - en cinco minutos le enseñó cómo debía hacer los distintos tipos de café y otras bebidas, claro que de vez en cuando el mayor pedía ayuda al omega
Durante la mañana, Liam no podía aguantar una que otra pequeña carcajada a ver al alfa fracasar algunas veces haciendo café, su lobo interior se sentía tranquilo, y también reía de vez en cuando al escuchar, al lobo interior de Aaron regañarle por su torpeza y hacerlo quedar mal.
- Señor - llamó, la cafetería estaba vacía
- Dime - llegó corriendo a la cocina después de despedir al último cliente
- Me ayudaría a llevar esto a la guardería -
- Si, déjame aviso a John para que mi madre aliste a los niños - Liam asintió, con rapidez el alfa salió de la pequeña tienda, el menor escuchaba el cuchicheo de las personas hasta que lo vio entrar de nuevo - listo, vamos - Liam iba a tomar una de las bandejas pero Aaron lo hizo antes de que el menor lo lograra llevando el solo los dulces mientras el menor atendía. John en la puerta los recibió con ayuda de Leia.
- Como le haces para atender tanta gente en la mañana - Aaron se sentía cansado, le dolían los pies y su espalda, descansando en la barra con Liam frente a él del otro lado empezó la conversación.
- Jaja, es práctica, la primera vez me costó igual que tú -
- Oye hablando en serio, en qué momento haces los dulces - se había fijado que el chico sacaba una tras otra las bandejas de dulces, sin aparente dificultad.
Liam estaba tan distraído riéndose del alfa que sus miedos quedaron a un lado por un momento, Noah estaba contento dentro del omega tratando de mantener en ese estado a Liam por mas tiempo, había sido su única compañía aunque nunca se había hecho sentir.
- Por la tarde después de cerrar la cafetería, suelo quedarme a hacerlos o cuando tengo tiempo libre, pero los conservo de tal modo que pueda usarlos y queden ricos - explicó
- Por dios, - sonrió - de hoy en adelante tienes un cliente asegurado, lo digo por la caja que mandaste con mi madre, déjame felicitarte, estaba delicioso -
- Jajaja gracias señor -
- Llámame Aaron, no me digas señor, me haces sentir viejo -
- Jajaja, lo siento, pero está bien -
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Esperanza
Werewolfser rechazado no es fácil, esta es la historia de Liam un chico quien no es aceptado desde su nacimiento por su progenitora, ella lo maltrataba de manera física y mental, haciendo que pasara por situaciones difíciles, sin embargo todo acaba cuando g...