Siete meses habían pasado desde que Aaron llegó a la compañía, ya sabía cómo iba la empresa, tenía una que otra junta por semana.
- señor, su padre solicita que regrese a su hogar pronto -
- vale, apenas termine aquí me iré - sonrió amable como siempre, desde que empezó su vida solo
Liam por otra por otra parte se encontraba en la casa alfa con Leia, era su día libre - ¡Liam ven a mi oficina! - gritó el alfa para ser escuchado dentro de la gran casa, desde el problema con los ratones en la pequeña casa la familia había decidido poner una habitación para el joven omega en su vivienda; Corriendo desde la cocina atendió - dígame alfa -
- ya has estado mucho tiempo aquí jovencito - sonrieron los alfas - y me gustaría saber si te quedas o te vas - el alfa deseaba la primera opción.
- sí, ya lo he pensado y... - Marcus levantó las cejas su corazón palpitaba rápido
- ¿Y...? - pregunto Leia con preocupación
- me quedo - sonrió
- perfecto - sonrió el alfa ante la respuesta - firma aquí - señaló una casilla en una hoja - a partir de hoy eres bienvenido a la manda Bloodmoon - el menor leyó el documento, hizo preguntas y se informó
- gracias alfa - dijo al terminar de firmar
- ahora como parte de la manada si quieres puedes elegir un lugar donde quieras vivir -
- la verdad alfa, me gustaría volver a la pequeña casa de al lado -
- ¿seguro que nada pasará? - después de lo sucedido los alfas preferían mantenerlo cerca para estar al tanto
- seguro -
- si necesitas algo ven con nosotros por favor -
- sí, señor -
Liam pasó sus cosas y limpió la pequeña casa, Leia solía trabajar con los hijos de los soldados, mientras él ayudaba en una pequeña cafetería y pastelería justo al lado. Había tomado el empleo que el alfa le había dado - buenos días - escuchó Liam, saliendo rápidamente de la cocina lleno de masa.
- buenos días -
- hola pequeño, el alfa me envió por una caja de donas que...- Roger había mejorado su amistad con el pequeño, el primer día que lo había visto notó como el pequeño temblaba ante él, así que trabajo en ello con el menor, aunque no habían socializado mucho, el beta lo consideraba un hijo al saber una parte del omega, a la milicia del pueblo se les mantenía informados de este tipo de casos, pues, Liam por ejemplo solía tener ataques de ansiedad cuando le hacían movimiento agresivos.
- oh, sí, - corrió hasta una estantería a tomarlos - Roger, ¿no te gustaría uno? - pregunto amable.
- mm, no. -
- ay unito ¿sí? - rogó
- no. - aseguró serio
- ¿Sí...?- puso sus ojitos lo más tierno que pudo.
- está bien - Liam dio un brinco de felicidad al escuchar eso.
- aquí tiene beta - sonrió mientras entregaba el dulce.
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Esperanza
Hombres Loboser rechazado no es fácil, esta es la historia de Liam un chico quien no es aceptado desde su nacimiento por su progenitora, ella lo maltrataba de manera física y mental, haciendo que pasara por situaciones difíciles, sin embargo todo acaba cuando g...