Capítulo 1: Prólogo

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Era 10 de Octubre en Konohagakure no Sato. Ese mismo día pero 6 años atrás, la Aldea Oculta entre las Hojas había sido arrasada casi por completo por obra del Kyubi, el Zorro de 9 colas. Era una bestia gigante hecha de chakra, habiendo 9 bestias de estas esparcidas por todo el mundo, a los cuales se los denomina Bijuus. El Yondaime Hokage, Minato Namikaze; selló la mitad Yang del Kyubi en su hija Mito Namikaze, y la mitad Yin en su hijo Menma Namikaze. Al utilizar el Sello Mortal de la Parca, Minato terminó muriendo. Su esposa, Kushina, también murió aquel día, ya que protegió a sus hijos de un ataque desesperado del Kyubi.

El Yondaime tenía 3 hijos. El primogénito, que no tenía al Kyubi sellado en su interior, era considerado un estorbo para el entrenamiento de los otros dos. Los aldeanos veneraban a los dos hermanos Jinchurikis como sus protectores, que mantenían a raya la maldad de la feroz bestia de 9 colas. Por tanto, el pequeño primogénito había sido dejado de lado. Su nombre era Naruto Namikaze, aunque el Sandaime Hokage lo llamó Uzumaki de apellido, para desligarlo de sus hermanos y que sufra menos la discriminación de la aldea. El Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi, era el único que trataba a Naruto como era debido. Además del viejo, que tuvo que retomar su puesto como Hokage luego de la prematura muerte de Minato; había un hombre de mediana edad y su hija, que trabajaban en un puesto de ramen, que también lo trataban con respeto. Naruto no sabía quiénes eran sus padres, pero Hiruzen siempre le decía que fueron héroes.

Naruto nunca convivió con sus hermanos, pero tampoco tenía la intención de hacerlo. Por el lado de sus hermanos, ellos tampoco querían saber nada de él.

Por el otro lado, tenemos a otro niño que la estaba pasando muy mal. Su nombre era Sasuke Uchiha, y su clan entero había sido exterminado por su hermano mayor, Itachi Uchiha, que solo quería probar su fuerza; y terminó siendo un renegado por hacer eso. Sasuke fue visto por los aldeanos como un cobarde, y que hubiese sido más valeroso haber muerto en combate.

Volviendo a la primera escena, y sabiendo quiénes son nuestros protagonistas, podemos comenzar. 6 años después de lo ocurrido con el Kyubi, y unas semanas después de la masacre Uchiha, se estaba celebrando la derrota del Bijuu (ACLARACIÓN: elegí estas fechas por conveniencia, no son las reales. Aclarado esto, continuemos).

El festival comenzó al mediodía, donde los aldeanos veneraron a sus dos héroes. Luego, ambos niños recibieron regalos por su cumpleaños, y volvieron a su hogar. Ellos vivían con Jiraiya y Tsunade Senju, dos de los 3 Legendarios Sannin de Konoha. Ambos regresaron a la aldea para hacerse cargo de los hijos de Minato y Kushina. El festival se había prolongado hasta las 3 de la madrugada, y los aldeanos ya estaban borrachos.

Por una de las calles principales, Naruto caminaba tranquilamente, ya que no se podía dormir y quiso salir a tomar aire fresco.
Él era un niño de cabello rubio con los filamentos prominentes, que sobresalen hacia el exterior de punta en todas direcciones, y un mechón frontal del cabello parcialmente colgando sobre su frente. Sus ojos eran azules como el mar, y su tez era bronceada. A diferencia de sus hermanos, no tenía las 3 marcas de bigotes en cada mejilla. Tenía puesta una sudadera blanca; y unos pantalones ANBU y unas sandalias ninja, ambas prendas de color negro.

De repente, Naruto fue molestado por varios aldeanos, todos borrachos. Él los ignoró para seguir con su camino, pero no esperaba que lo golpeen con una botella en la cabeza y lo dejen tirado en el suelo. Lo arrastraron hasta un callejón, y allí comenzaron a masacrarlo a golpes.

-¡Esto te pasa por ser un estorbo para los Jinchurikis!- dijo un aldeano, el cual rompió una botella de vidrio y le hizo un corte en la ceja derecha, cercana al ojo.

Cuando terminaron de golpearlo, los aldeanos escaparon. Naruto solo tenía la marca del corte, por suerte, y no tenía ninguna otra lastimadura.

El rubio vio que se aproximaba un hombre alto, de cabello blanco largo y despeinado, atado en una coleta baja, y que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran negros, tenía una línea roja que le recorría desde el ojo hasta el mentón, en ambos lados de la cara. Vestía un atuendo verde, y sobre él una manta de color rojo con 2 círculos amarillos y sandalias del mismo color rojo. Tenía un protector de frente metálico, distinto al de la aldea, y un gran pergamino en la espalda.

-¿Puedo hablar contigo, Naruto?- le preguntó el hombre.

-¿Quién es usted y por qué sabe mi nombre?- le preguntó el niño.

-Mi nombre es Jiraiya. Te contaré toda tu verdad, y lo que debes hacer a continuación.- dijo el hombre, sacando de su bolsillo una gasa y un poco de desinfectante.

-¿Mi verdad?- le preguntó el rubio, que hacía muecas de dolor mientras Jiraiya le desinfectada el corte.

-Primero, debes saber que tus padres son Minato Namikaze, el Yondaime Hokage; y Kushina Uzumaki, la heredera del Clan Uzumaki. Yo soy uno de los Legendarios Sannin, fui maestro de tu padre, y soy tu padrino.- dijo Jiraiya, asombrando al niño.

-¿Y por qué me abandonaron?- le preguntó Naruto, en tono triste.

-Minato tuvo que usar una técnica prohibida, para sellar al Kyubi en sus otros dos hijos, y su alma fue consumida por el Shinigami. Minato y Kushina protegieron a Menma y Mito de un ataque del Kyubi con su propio cuerpo, y ambos murieron para salvar a tus hermanos.- dijo Jiraiya, que sacó un trozo de cinta de su botiquín de primeros auxilios para pegarle la gasa a la herida.

-¿Y qué quieres de mí?- preguntó Naruto.

-Vengo a darte lo que es tuyo por derecho de herencia.- dijo Jiraiya, dándole dos pergaminos al rubio.

-¿Qué es esto?- le preguntó el niño.

-Las habilidades de tu padre y las de tu madre. Debes irte de la aldea, te recomiendo ir a la Isla de Uzushiogakure, que queda al Este del País del Fuego. Allí encontrarás las ruinas del Clan Uzumaki, será un buen lugar para que entrenes.- dijo Jiraiya.

-Pero, ¿Por qué debo irme de aquí?- le preguntó Naruto.

-Un hombre malvado de la aldea quiere capturarte. Confía en mí, y escapa de la aldea.- le dijo Jiraiya.

Naruto sabía que no tenía nada de valor en la aldea. Todos lo despreciaban, así que lo mejor sería irse. El niño guardó ambos pergaminos en sus bolsillos y salió corriendo del callejón. Jiraiya suspiró, mientras seguía al niño. Cuando vio que se escapó por la puerta Este, Jiraiya se marchó de nuevo a la casa de los Jinchurikis.

Los Dragones Gemelos de KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora