Los Dragones Gemelos de Konoha

Capítulo 17: Misión en Nami (3° parte)

Comenzaron a cenar en la casa del constructor, y Tsunami llamó a alguien que estaba arriba.

-¡Inari, baja a cenar!- le dijo la mujer.

Un pequeño niño de 8 años bajó las escaleras, con un aura depresiva a su alrededor.

-Deberían irse... todos ustedes deberían marcharse de esta isla... no se dan una idea del poder de Gato y sus mercenarios...- dijo Inari.

-¿Ese Gato es el magnate, no es así? No creo que un civil con mucho dinero pueda hacerme mucho daño...- dijo despreocupado Naruto, mientras seguía cenando.

-¡Estás completamente equivocado! ¡Se ve que nunca sufriste el dolor de la soledad!- dijo Inari, sin saber que se lo decía al menos indicado.

Sasuke suspiró, mientras que Naruto paraba de cenar. Volteó a ver al niño con una cara de seriedad completa, que asustó a Inari.

-Viví solo toda mi infancia, comiendo a veces de la basura. Agradece que tu madre te da de comer todos los días, y no sufres la misma situación que los demás niños de tu edad.- dijo Naruto, el cual se incorporó y se marchó de la casa.

Inari subió las escaleras, y Sasuke volvió a suspirar. Erza estaba a punto de ir a buscar a su novio, pero el azabache la frenó.

-En estos momentos, es mejor dejarlo solo.- dijo Sasuke, a lo que la pelirroja asintió algo triste.

-No creo que sea verdad...- dijo Menma en tono de broma.

Sasuke paró de cenar y miró con seriedad al pelirrojo, el cual tragó saliva.

-Jiraiya y Tsunade los cuidaron a ustedes dos, mientras Naruto solo recibía un poco de dinero del Sandaime, pero no era suficiente como para pagar la renta de su pequeño departamento y además su comida. Varias veces lo vi robando algunas verduras y frutas, y escapando de los aldeanos todos los 10 de Octubre.- dijo el azabache, asombrando a Menma y Mito.

Mientras tanto, Naruto se había ido al bosque, para poder meditar y relajarse un poco. El comentario de Inari lo había hecho enojar, así que debía calmarse para seguir concentrado en su misión. Sin darse cuenta, Naruto terminó quedándose dormido en el suelo en un pequeño claro.

A la mañana siguiente, fue despertado por una mujer de cabello castaño largo, y de tez blanca. Naruto sintió un aroma conocido en la chica, gracias a su olfato mejorado por la lácrima de dragón, pero por ahora lo dejó pasar.

-No deberías dormir aquí afuera, puedes resfriarte...- dijo la chica.

-No me suelo resfriar con tanta facilidad...- dijo el ojiazul, sentándose.

Ambos comenzaron a charlar un poco, hasta que la mujer le dijo que debía seguir recolectando hierbas medicinales. Naruto la ayudó, y la chica le agradeció.

-¿Para quién son?- le preguntó el ojiazul.

-Un amigo mío fue herido muy gravemente hace unos días. Él es un ninja de Kirigakure...- dijo la chica.

-Ya veo, son para Zabuza. Me lo hubieras dicho antes...- dijo el ojiazul, sacando algo de su sello de almacenamiento.

La chica dio un salto hacia atrás y sacó agujas senbon, poniéndose en guardia. Naruto tenía un frasco en la mano, que tenía un líquido verde en su interior, y el envase tenía la etiqueta de "medicina".

-¿Hace cuánto lo sabes?- le preguntó la chica.

-Sentí que tu aroma era muy conocido. Eres el ANBU cazador de aquella vez...- dijo el rubio, lanzándole el frasco.

La chica lo atrapó en el aire, y al verlo, se sorprendió un poco.

-¿Cómo puedo saber que no es veneno?- le preguntó la mujer.

-Si quisiera matarlos, lo hubiese hecho durante nuestro encuentro. Eso cura cualquier dolencia y casi cualquier enfermedad. Incluso la ceguera, aunque por unos meses. Es difícil de fabricar, asegúrate de no malgastarla...- dijo el ojiazul, incorporándose.

-¿Cómo te llamas?- le preguntó la pelinegra.

-Naruto. ¿Y tú?- le preguntó el Uzumaki.

-Haku... y por cierto, soy hombre...- dijo el aparentemente chico, mientras se marchaba.

Naruto se dio media vuelta, sin siquiera importarle eso último, y volvió a la casa de Tsunami. Allí fue recibido por la mujer de cabello negro azulado, que lo dejó pasar y le dio el desayuno.

-Lamento lo que dijo Inari ayer...- dijo la mujer.

-No hay ningún problema, entiendo que está pasando por un mal momento.- dijo el ojiazul, desayunando a gran velocidad.

Tsunami le indicó que Erza y Sasuke se habían ido a entrenar con el equipo 7 al lago, a lo que Naruto asintió y se marchó luego de terminar de comer. Ambos equipos entrenaron juntos unos cuantos días, obteniendo muy buenos resultados para el equipo 7. Menma, Mito y Sakura sabían caminar sobre el agua, acción que requiere un buen control de Chakra. Los hermanos lograron aprender algunos jutsus elementales por parte de Kakashi y Sasuke.

Pasaron un par de días, y Naruto se estaba levantando por la mañana. Un ruido en la cocina lo había despertado, así que se vistió rápidamente y bajó. Vio que Tsunami e Inari estaban siendo atacados por dos mercenarios, así que el rubio entró en acción. Derribó a los dos mercenarios con golpes rápidos, dejándolos inconscientes, y los sacó de la casa. Chequeo que los dos civiles estén bien, y les preguntó la localización de los demás.

-Se fueron hacia el puente hace una hora...- dijo Tsunami.

-Entiendo. Tengan cuidado...- dijo el rubio, saliendo de la casa.

Naruto tiró a los dos mercenarios al río, y se dirigió hacia el puente. Al llegar, notó que estaba presente una niebla muy densa. Sentía el Chakra de Erza y Sasuke, pero notó que el Chakra de Menma y Mito estaba bajo. Además, Kakashi también parecía estar peleando. Sakura estaba al lado del constructor de puentes, pero había 1 presencia desconocida. Reconoció la esencia de Zabuza y Haku, pero no pudo identificar la del tercero.

Naruto vio que Kakashi estaba peleando con Zabuza, los hermanos estaban siendo atacados por Haku, y sus compañeros estaban luchando con un hombre de pelo verde peinado a los costados y algo largo.

Identificó a este hombre misterioso como Aoi Rokusho, un renegado bastante fuerte que tenía en su posesión una brillante espada de rayos. Dicha espada era la famosa Raijin no Ken, que alguna vez había pertenecido al Nidaime Hokage, Tobirama Senju.

Naruto decidió ayudar a los hermanos, y luego, ayudaría a Kakashi. Sabia que Erza y Sasuke podrían con Aoi Rokusho, y que este renegado no sería una amenaza.