Capítulo 2

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Hwa Sa(화사) - Maria(마리아)


Noventa días antes

Por fin tomé la decisión adecuada. Quedarme en Bloxham, no serviría de nada. En Londres tenía un trabajo de ensueño esperándome. Taehyung estaba encantado de compartir piso conmigo y decía que me iba a presentar a todos sus amigos. Pero si estaba tan convencido, ¿por qué tenía un nudo en el estómago o por qué no dejaban de temblarme las piernas? Y las manos.

—No tienes por qué irte, hermanito.

Mi hermano Namjoon estaba tumbado en su antigua cama. Había venido a casa a ayudarme con las maletas y llevarme a la estación. Podía ir solo, pero a Namjoon le encanta jugar al hermano mayor. Y, además, sigue sintiéndose culpable por lo de Jackson.

—Ya sé que no tengo que irme —contesté, lanzando un jersey rosa a la bolsa—. Pero me apetece vivir en la ciudad una temporada. Quién sabe, a lo mejor te libras de mí para siempre...

—No digas estupideces, Jiminnie. —Se sentó en la cama con las piernas cruzadas —. Si te vas, ¿quién cuidará de la energúmena cuando Jin me obligue a salir a cenar?

La energúmena es mi preciosa sobrina Haneul, de cinco años.

—Cualquiera diría que me voy a Iraq. —Cerré la bolsa—. Estaré bien, Namjoon. Además, hace un año me decías que era un idiota por querer quedarme aquí —le recordé.

—¿Y desde cuándo me haces caso? —Mi hermano se puso en pie y se me acercó —. Mira, ya sé que no quieres hablar del tema.

—Si lo sabes, ¿por qué tengo la sensación de que vas a sacarlo?

Namjoon frunció el cejo y me miró como cuando éramos pequeños y quería ahogarme con mi gorro.

—¡Tienes que hablar del tema, Jimin! —exclamó—. No puedes hacer como si no hubiese pasado nada, no es normal.

—Sí que puedo. Mírame, es exactamente lo que estoy haciendo. —Me colgué la bolsa del hombro y me acerqué a la maleta—. ¿Me acompañas a la estación o no?

—Mamá y papá te siguen el juego porque tienen miedo de que te eches a llorar como un histérico o de que caigas en una depresión.

—Pues deberías seguir su ejemplo.

—Joder, Jimin, ya no eres una niño. Si de verdad quieres seguir adelante, tienes que afrontar la verdad.

—Tienes toda la razón, Namjoon, ya no soy una niño, así que no me trates como si lo fuera. Mira, si Jin se hubiese portado como Jackson, quizá tú te habrías emborrachado y te habrías metido en una pelea, o te habrías hecho un tatuaje y habrías decidido irte a pasar un año sabático a Australia. —Lo vi apretar la mandíbula y esperé unos segundos antes de continuar—: Pero hicieras lo que hicieses, aunque decidieras convertirte en Priscilla la Reina del Desierto, yo te apoyaría. Estaría a tu lado. ¿No puedes hacer lo mismo por mí, Nam, por favor?

Namjoon buscó mi mirada con la suya y yo se la aguanté. ¿Por qué diablos ha decidido tener un restaurante cuando podría haber sido policía o agente de la CIA, o gángster?

—¿De verdad te quieres ir a vivir a Londres con el loco de Taehyung y trabajar en ese bufete tan refinado de la amiga de mamá?

—De verdad, Nam.

—Entonces, de acuerdo —dijo, antes de abrazarme. Y me retuvo unos segundos más de lo que es habitual en él—. Si quieres, puedo llevarte en coche, a Jin y a Haneul no les importará. Y mamá y papá se quedarían más tranquilos.

NOVENTA DÍAS - |YOONMIN| #1 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora