Capítulo 7: La mañana después

1.6K 84 0
                                    

Aquella mañana amaneció muy calida como la piel de dos amantes que se despertaron muy tarde. El movimiento de la cortina de la habitación era constante y la brisa llegaba hasta el lecho de dos seres enamorado y extasiados de tanto amor.
La noche anterior Pedro había sido muy dulce con Ana.
La había cubierto con sus brazos por detrás besandole el cuello para luego descender con sus manos hasta sus pechos.
La acarició lentamente mientras la besaba con toda dulzura.
Ninguno de los dos hablo. No emitieron palabra.
Pero si sonidos. Sonidos de felicidad, de alegría, placer. El departamento de Ana estaba invadido por un aroma a fresa muy dulce. 

Ana se coloco una blusa blanca y una falda a tono. Sostuvo su cabello frente al espejo buscando el mejor peinado y se decidió por dejarlo suelto. Ese día sentía la seguridad de querer amanecer cada mañana junto a ese hombre sin que le importe nada. Ya no importaba ni la edad de él. Ni que fuera su jefe,  ni mucho menos haber roto su promesa de casarse virgen. Pedro había llegado a su vida para acabar con todos sus complejos y hacerla inmensamente feliz.

Tentada Por El CeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora