Habían pasado años desde la última vez que supo de Pedro. Era marzo de 2019 y el calor estaba insoportable. Ana caminaba cómodamente y sin prisa por una avenida principal de la ciudad de Mendoza cuando divisó a lo lejos a Pedro y lo vio con una mujer rubia de facciones extranjeras cenando en un restaurant muy conocido. Pensó por un momento en saludarlo al cabo el había sido su jefe y un buen amante. Solo que le dolía aún pensar que había estado a punto de morir por el desencanto del engaño de él.
Nunca le había dado la oportunidad de que le contará lo que había sucedido aquella mañana en la oficina. ¿Qué importaba ya? Si su corazón estaba destrozado por semejante traición. Lo bueno era que ahora tenía 21 años y había madurado muchísimo desde que dejó de trabajar para Pedro.
Si bien extrañaba un poco los besos de él, sus caricias y dormir abrazados ahora comprendía que ese año que él le decía que la amaba y que la habría de esperar para que ella estuviera segura de tener relaciones el estaba satisfaciendo sus deseos con una mujer que si le daba aquello. Era esto quizás lo que a ella más le dolía.
Se acercó a la puerta y entro al restaurant. Pidió una mesa para uno y que sea cerca de su ex jefe.
Luego pidió una cerveza y comenzó a seducir a un desconocido de la mesa contigua que le pareció muy guapo. Todo esto bajo los ojos irritantes de Pedro que observaba la escena desquiciado y celoso.
"Es lo que él se merece" pensó Ana en ese momento.
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Tentada Por El Ceo
RomansaPara Ana su primer jefe, Pedro, lo fue todo. Ceo de Turquesa y Asociaciados ese hombre la dominó como una pieza de ajedrez. Él también fue su primer hombre. Hasta que esté cruelmente la abandone y ella tenga que aferrarse a Alejandro, su nuevo jefe...