6

17.3K 1.2K 411
                                    


Lisa tomó su teléfono y lo dejó en su mesa de noche.

-Dulzura- habló la tailandesa, con una sonrisa entre dulce y venenosa- ¿Crees que voy a cambiar a Chaeyoung por una sola noche de ego contigo?- y tuvo la valentía de reírse frente a ella.

-No será solo una noche- dijo Jennie, colocándose sobre su esposa, apollándose sobre sus rodillas y manos, quedando cara a cara- No te voy a permitir que repitas lo de este mes.

-¿O qué?- Lisa frunció el ceño, solo milímetros separaban su bocas- ¿Se van a dar cuenta que quién me arranca gemidos dignos de películas pornos no eres tú? ¿Que no eres la tigresa que todos creen en la cama?

Y Jennie no lo soportó más, estampó su boca contra la de Lisa furiosamente. Los dedos de la tailandesa rasparon con sus uñas el cuello de Jennie cuando intentó que se apartara.

-Si crees que esa imbécil lo hace bien...- susurró Jennie empezando a quitarle rápido y un poco torpe la camisa negra que llevaba- No me has conocido...

-No quiero hacerlo- habló la más pequeña, tomando una de las almohadas para golpearlo con ésta en la cabeza de su esposa, la misma que sonrió.

-Deberías- habló Jennie- Porque no sabes lo que te espera...

El rostro de la mayor desapareció en el cuerpo de su mujer, sus labios besando, sus dientes marcando, dejando marcas rojizas al inicio y otras cada vez menos.

-Aléjate...- gruñó Lisa intentando quitarla de encima pero Jennie la tiró nuevamente a la cama para tomar sus muñecas y ponerlas arriba de su cabeza.

Los besos fueron bajando, primero a su pecho, mordiendo y chupando los pezones que solo los cubría un sostén de encaje. Cuando llegó a su vientre, la tailandesa cerró los ojos.

-Llama a Rosé... dile que la pasarás conmigo....- susurró contra su piel, bajando un poco los pantalones de su contraria.

-Jennie.... prometes mucho...- Lisa tomó el celular en su mano y girándose sobre su mujer le dijo- Y he aprendido mucho en una cama...- Lisa hizo que sus pechos se rozaran con la camisa que llevaba la mayor mientras se incorporaba sobre su zona sensible que sorprendentemente estaba empapada- A usar los dedos como los mejores, a chupar como nadie, a dilatarme si tengo qué.... a volver loco a mi amante...- susurró y, cuando la pelinegra de deleitó de ver a Jennie sumida en sus palabras, se levanto rápidamente y salió de ahí, encerrándola en la habitación.

-¡Lisa!- gritó Jennie del otro lado y la nombrada no perdió tiempo.

Se vistió con lo primero que encontró y tomó las llaves del auto de Jennie para salir. Para cuando la mayor logró salir gracias a la llave escondida en la habitación, su esposa ya se había ido.

Su celular sonó y con un gruñido contestó, escuchando una risa del orto lado.

-Ya no soy la misma estúpida, Jennie. ¿Acaso no te llegó el mensaje que Chaeyoung me abrió los ojos? Si no te puedo tener a ti, no voy a esforzarme por intentarlo entonces.

-Estás jugando sucio, cariño.

-¿No crees que tú lo hiciste conmigo? Durante tantos años, rogándote silenciosamente, acostándome solo en una cama que era para dos. Pero la estúpida tailandesa solo quería el amor de su esposa la cual solo se acostaba con zorras. ¿No te parece que eso sí es jugar sucio, cariño?

-Espero que si tienes algo de conciencia no vuelvas aquí- habló Jennie, apretando fuertemente su iPhone- Porque en cuanto pongas un pie aquí, tu vida será un infierno.

 -¿Y crees que sigo teniéndote miedo?- Lisa rió del otro lado de la línea- Eres solo una mujer Jennie. Solo eso, con mucho dinero.... una don nadie con mucho dinero... y la mitad de eso es mía. Somos iguales.

-No iguales, tú estás empezando a ser una hija de puta. Yo ya lo soy, desde antes que nos viéramos cara a cara, yo ya lo era.

Jennie cortó la llamada y gruño. Perfecto, nadie dejaba así  Jennie Kim...

Pero tal vez ese había sido el error de Jennie. Creer que aún no había nacido la persona que fuera capaz de devolverle su propio juego, creer que Lisa no despertaría su lado infeliz que también tenía.

Entonces Kim suspiró y giró sus ojos hacia la habitación en la que Lisa dormía.

Y, mientras Jennie hacia lo que estaba en su cabeza, Lisa entró al departamento de Rosé, la misma que la recibió elevándola en brazos.

-¿Y? ¿Sucedió lo que te dije?- Hablo Rosé, sonriendo y Lisa repartió besos por todo su rostro.

-Absolutamente todo.... ¿Hoy lo intentamos en la cocina?- habló la tailandesa y la más alta mordió su labio inferior.

-Ve a sacarme culo sobre la mesada.

Y la menor se bajó, quitando su sweater para tirarlo por ahí.


Matame Lento (+18) (Adaptación Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora