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Decir que Lisa no se sentía con miedo era una mentira.

-¿Rosie?

-¿Mmh?

Lisa se sentó en la cama y sintió las manos de su amante sobre su espalda.

-¿Qué pasa, cariño?- Rosé se sentó en la cama junto a ella y la abrazó para besar su sien- Has estado preocupada desde que llegamos.

La contraria asintió con la cabeza y se volvió a acostar. Desde que llegó solo estaba ahí, solo acostada con Rosé.

-Jennie mató a su padre.

-Eso nunca se comprobó, Lisa, la policía nunca llegó a cerrar el caso.

-No lo digo porque lo escuché sino porque lo sé.

La menor se giro en la cama y se apoyó en el pecho contrario.

-Ella me lo dijo esta mañana- lo vio fruncir el ceño- solo hablamos, Rose, no pasó nada.

-¿Entonces se puede saber dónde te lastimaste el labio de esa forma? ¿Y el moretón en tu mejilla?

Lisa suspiró y se sentó sobre él.

-No debes preocuparte, son cosas de nada.

-¿Cosas de nada?-Rosé se recompuso en la cama y lo miró enfadada- Lalisa te está golpeando, te está maltratando. Aún cuando todavía son matrimonio no puede hacer eso contigo ni con nadie, no tiene ningún derecho. Lisa, se dónde trabaja.

-¡No!- la tailandesa colocó ambas manos en cada mejilla- Vas a escucharme bien, no quiero saber que has estado con Jennie en su oficina o en algún otro lugar ¿entendiste? Jennie es peligrosa y......- fue interrumpido.

-¿Quieres que me quede sin hacer nada?

-No te pido eso, olvídalo, me estoy encargando.

-No quiero que te haga daño, cariño.

-No lo hará... no si sabe lo que es pertinente para ella.




Cuando Lisa llegó a casa nuevamente, el rostro insensible de Jennie la recibió.

-Cámbiate, nos iremos.

-¿Irnos?

-A Los Angeles, tengo negocios que hacer allí.

-Yo no iré- respondió la pelinegra directa, subiendo las escaleras pero no pudo seguir, ya que, una mano pequeña pero firme la empujo hacia atrás.

-No es una pregunta, tampoco te estoy pidiendo permiso, te estoy diciendo que te cambies porque nos iremos ahora.

-Te dije que no voy a irme, deja de molestar.

Cuando iba a empujarla hacia atrás, su esposa movió su brazo para dejarla contra la pared, haciendo que un sobre saliera volando, Lalisa bajó la vista y perdió el color en su rostro.

¿Q-qué.... qué haces con fotos de Rosé?

-¿Acaso no me creías cuando te dije la primera vez que nos vimos que si estás conmigo es solo conmigo?

-¡Estás enferma, Jennie Kim!- gritó la tailandesa.

-¡Y mi padre no será el único muerto que me cargue si no me obedeces!

Lisa tragó saliva y la empujó para tratar de tomar más aire de lo que sus pulmones permitían.

-Necesitas ayuda, Jen. Lo nuestro se está volviendo tóxico, necesitamos separarnos, no podemos seguir así; solo nos hacemos dañ....- sus palabras fueron cortadas cuando su esposa se abalanzó a ella

Su mujer le acarició el cabello y sonrío.

-Ve, cámbiate de ropa que el viaje a Los Angeles nos espera, amor- susurró tan tierna.... tan desquiciada.

La más alta asintió suavemente con la cabeza antes de subir las escaleras rápidamente y encerrarse en su cuarto para regodearse en esa sensación oscura en la que fue invadida. Tomó su teléfono y escribió un mensaje para Rosé sobre lo que había pasado minutos antes, luego se puso lo primero que vio.

Se miró en el espejo, observando su labio partido por lo que había ocurrido la noche anterior.

-Seguramente va a querer que nos acostemos de nuevo- murmuró a sí misma antes de salir.

La mayor ya estaba en el coche y Lisa la siguió.

¿Acaso sus padres sabían quien era su esposa realmente? ¿A quién le habían entregado a su hijo?

-¿N-nini? murmuró, la ventanilla que tenía a vista a la cabina del chófer se subió así que solo estaban ellas dos.

-¿Ahora qué?- gruño la contraria.

-Necesitas ayuda... a donde llegaste es un extremo muy... no es normal Jennie, da miedo...

-¿Creías que no era tan hija de puta?- la castaña la miro a los ojos, le sonrió fría, vacía- lo que tú me haces, yo puedo hacerlo el triple... y que realmente te haga llorar.

-¿Qué planeas...? Yo no.... Jennie quiero el divorcio ahora más que nunca- respondió la menor antes de quejarse de dolor- ¡Jennie, me duele!

La mano de su esposa estaba en su nuca, jalando los cabellos de ahí duramente.

-Te dije que no iba a dejarte ir. ¿Qué parte no entiendes? Estás conmigo sin retorno, sin arrepentimientos, sin jodidos terceros. Te lo repetiré más claro para que entiendas- acercó su rostro hasta que su boca estuvo en el oído de la contraria- Estarás conmigo, dejarás a esa basura de Chaeyoung y serás puta.

-Jennie no voy a hacer eso- jadeo la tailandesa de dolor.

-¿Quieres ir al funeral de Rosé?

-Estás enferma- sollozó la menos, queriendo con toda su alma que esto fuera una pesadilla.

-Nos encontraremos con una persona muy importante para las empresas Manoban. Le dije que podía acostarse contigo, buena suerte, cariño...- se burlo Jennie.

Matame Lento (+18) (Adaptación Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora