Extra #3

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-Ah... sí... justo ahí- jadeó la pelinegra apretando las sábanas que estaban echas un rollo a su costado, intentando no gritar más fuerte de la cuenta, era tarde y la pequeña Ella de 5 meses estaba durmiendo y por más que amara a su hija, lo último que quería en esos momentos era que despertara.- Sí amor, justo así...

-Wow, nunca creí que aún te pudieras contener de gritar...- susurró la mayor mientras dejaba un reguero de besos por su cuello llegando hasta su oído- Vamos Lisa, sé que te estás conteniendo, grita mi nombre, gime mi nombre, que todo el puto mundo se entere que eres mía y de nadie más, que todo el puto mundo sepa lo bien que te follo.... Vamos amor, déjate llevar, solo suéltalo- susurró con la voz aún más ronca y sus dedos tan adentro de su esposa, sonriendo al notar los pequeños pero constantes espasmos en las piernas de su contraria y al ver como sus ojos rodaban hacia atrás.

-Jen... N-no te daré el placer... Ah...- gimió más alto la más alta tomando del cuello a su esposa para besarla y acallar un poco sus sonidos de placer.- Nini...- y ese fue el último gritó que soltó justo cuando llegó a su máximo placer. 

-Vamos Lili, grita, que todo el mundo lo sepa... Dime, ¿Qué quieres.... qué quieres que te haga... Dónde quieres que te toque...? Dime, Lisa- presionó logrando que su esposa gimiera un poco más alto.

-Más.... más Nini.... rápido... fuerte... - gritó arqueando su espalda y aruñando su espalda con sus uñas y se calentó un poco más cuando escuchó a Jennie gruñir de placer, tanto que sorprendió un poco a la castaña que sonrío de manera malévola cuando sintió una nueva descarga de humedad en su mano. Cuando su espalda volvió a tocar el colchón, subió su vista nublada de lujuria y tomo fuertemente de la mandíbula a su esposa- Cógeme Jennie, cógeme como nunca en nuestra puta vida lo has hecho.

La surcoreana sorprendida por las palabras de su menor abrió los ojos, sonrío y siguió  embistiéndola de manera fuerte y violenta, tocando más de una vez ese punto dulce que hacía a Manoban rodar los ojos.

-Vamos amor, déjate llevar, grita, haz lo que quieras- susurró en su cuello y pasó su lengua en el lugar de su pulso, donde era uno de los incontables puntos débiles de Lisa. Justo cuando sintió las paredes de la menor tensarse e intentar succionar sus dedos paró sus movimientos.

-Qué carajos crees que haces Kim?- habló de manera pausada pero su respiración muy agitada.

La mayor llevo su mano a su cuello de manera que sorprendió un poco a Lisa pero esta sonrío sabiendo que tramaba, se dejó ahorcar, se dejó llevar por esa acción que le encantaba, sin embargo ni loca iba Jennie escuchar que admitiera que amaba que hiciera eso.

-Eres mía Lisa... Tu cuerpo es mío...- sacó su mano derecha de adentro de su esposa logrando que jadeara debido a  lo sensible que estaba, tocando su cuerpo junto a sus palabras.- Tus labios son míos... Pero lo más importante... Tu corazón es mío...- dijo esto con ese tono ronco que la hacía delirar. Cuando terminó de tocar el cuerpo de su esposa sin avisarle introdujo dos dedos dentro de su cavidad, embistiéndola mucho más fuerte y rápido, logrando su cometido; que su esposa gritara con todas sus fuerzas. 

-Ah... Jennie...- jadeó la pelinegra tomando de la nuca a su mayor- Estoy.... e-estoy llegando amor... más....

-Eso es Lili, déjate llevar, córrete para mi y solo por mi, Lisa, córrete...- murmuró en su oído dándole el último empujón que le hacía falta para llegar a su ansiado orgasmo. Y sonrío cuando escuchó su grito, estaba segura que se había hecho daño.

Cuando la menor logró bajar de esa nube de éxtasis y regular su respiración se acurrucó en el pecho de su amada, acariciando con sus uñas el abdomen de su contraria que la volvía loca sintiendo caricias en su espalda.

-Nini?

-Mhm

-Sabes? Si alguien le hubiera dicho a la Lisa de hace años le hubieran dicho que estaría en la misma cama que la gran Jennie Kim, te soy sincera me hubiera reído hasta morir, pero me alegro que todo lo que pasamos no fue en vano ¿sabes?- relató viendo a la castaña a los ojos, que la volvían loca, a esos ojos que con poco esfuerzo pero mucho tiempo había aprendido a descifrar. 

-Te entiendo, pero yo también me alegro y sabes que siempre me voy a sentir culpable por todo, pero...- se quedó a la mitad de la frase viendo a los ojos a la pelinegra que la veía con confusión en los ojos y tenía un gran signo de interrogación en la cara. Suspiró y dejó de hablar por unos segundos.

-Pero?- murmuró la más pequeña, perdiéndose en el rostro de la más grande, quedándose en un trance, admirando la belleza que tenía de compañera de vida.- Vamos amor, sabes que puedes decirme lo que sea es por eso que hemos salido adelante ¿no?- acarició su brazo izquierdo, era una manía que con el tiempo se fue construyendo dejándole en claro que era su apoyo para cualquier adversidad. 

-Cuando fuimos a LA, cuando le dije a Sana que podía acostarse contigo y al final dije que no, esa noche que nos acostamos, al día siguiente que tú te despertaste, escuché lo que decías, el por qué no te ayudaba y me sentí peor, sabía que tenía que dejarte ir pero no sabía cómo, luego cuando volvimos a casa, y llegué de la empresa me recibiste con comida- suspiró y abrió los ojos para ver a su esposa, notando que varias lágrimas le escurrían en las mejillas, las limpió y siguió con su relato.- No lo entendía, no entendía nada, hasta que esa misma noche me hiciste el amor de una manera extraordinaria, por como me hablaste, por como me acariciaste y me tocaste, sabía que habías ido a ver a Momo, y de un día a otro cambió todo y cuando fuimos a Malta sabía que tenía que darme un tiempo para poder sanar y ser la mujer de la que te habías enamorado, no esa loca con la que estabas casada. Quería cambiar por ti, quería cambiar por nosotras- habló con la calma que la caracterizaba mientras se sentaba y llevaba a su esposa a horcajadas en su cadera. 

-Amor... pensé que no me habías escuchado- sorbió por la nariz y río mientras le palmeaba el hombro suavemente escuchando la risa que la enamoraba.- Pero, por qué no me dijiste nada? Por qué no me contaste?

-Porque aunque sabía que no harías nada malo, aún tenía miedo de otra puñalada por la espalda cuando estaba retomando mi confianza hacia ti. 

Se quedaron viendo a los ojos, no fue tanto tiempo solo fueron unos minutos pero ellas sintieron que fue un momento infinito. Eso pasaba siempre que luego de hacer el amor y se veían sentían que no habían pasado los años y que nada malo habían pasado.

-Te amo- soltó repentinamente la tailandesa, sonriendo cuando Kim mostró su sonrisa gomosa haciendo que sus mejillas se abultaran y sus ojos se hicieran medias lunas.

-Te amo con mi vida, te lo digo casi todos los días, eres el amor de mi vida y no sé que haría sin ti.- respondió viéndola a los ojos tomando sus caderas y besándola intentando dejarle en claro todo lo que sentía aún y con más intensidad que antes.



Ayola JAJASJAJAJAJA

Vengo no sé cuanto tiempo después, les quería dar un poco de smut porque los otros capítulos estaban más normales, pero ni modo, es un placer anunciarles que la poca estabilidad mental y cordura que tenía, se fueron :D

Los amo y no  me voy a cansar de decirles gracias, gracias por las 103 k vistas, de verdad no tengo palabras para agradecerles. 

Bueno, a esperar The Movie y los otros proyectos de las chicas. Esperemos y tengamos paciencia, hay que darles todo nuestro apoyo y cariño.

Los amo, me voy, tomen agua, si salen cuídense y tengan todas sus medidas de seguridad. 

Baiiiiiiiiiii

Matame Lento (+18) (Adaptación Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora