Esta corriente del feminismo se basa en la idea de que las diferencias entre los géneros son precisamente un elemento liberador para la mujer.
El feminismo de la diferencia no aspira a igualarse con el poder masculino, sino más bien a utilizar las características únicas del género femenino para crear una nueva estructura social.
El feminismo de la diferencia parte del psicoanálisis y del concepto de otredad. Considera a la mujer como un ser absolutamente otro, es decir, como una especificidad no igualable al varón. Asume la exploración del inconsciente como un mecanismo para la construcción de la identidad femenina.
Al contrario que el anterior, no diferencia una dualidad que deba ser equiparada, sino que reivindica la naturaleza femenina con sus características propias bajo el lema 'ser mujer es hermoso'. El movimiento floreció en Francia y en Estados Unidos en la década de los años 70.
Este movimiento se caracteriza más que nada por exaltar la feminidad como método para realzar la lucha de género y demeritar la violencia machista. Reivindica el concepto y se centra precisamente en la diferencia sexual para establecer un programa de liberación de las mujeres hacia su auténtica identidad, dejando fuera la referencia de los varones.
"No queríamos ser mujeres emancipadas. Queríamos ser mujeres libres porque sí, por derecho propio", escribe Victoria Sendón de León en su libro "Marcar las diferencias". Así, para este feminismo el camino hacia la libertad parte precisamente de la diferencia sexual. "Descubrimos lo que era la amistad y la complicidad entre mujeres en un ambiente sin jefes, sin novios, sin maridos, sin secretarios generales que mediaran entre nosotras y el mundo", añade Sendón de León.
ESTÁS LEYENDO
Tipos de Feminismo
Non-FictionUn repaso a todos los feminismos existentes actualmente, de forma objetiva y descriptiva