Él te da su amor, tú duermes con dudas
Ahora ves que la costumbre no es lo que aparenta ser.
En toda la habitación se escuchaban los quejidos desgarradores de Ji Yong, su nariz absorbía la mucosidad que amenazaba con desparramarse por su rostro, su corazón estaba tan roto que definitivamente podía reflejarse en todos los aspectos de su físico. Su cara era lo menos deseable, (contrario a lo que decían) ahora parecía un monumento a la tristeza, con los ojos hinchados, llenos de lágrimas, sus labios y nariz estaban irritados por usar tantos pañuelos, incluso sus pupilas habían perdido ese brillo que tanto mencionaban las personas que poseía. En ese momento se sentía hecho mierda, sobre la orilla de la cama, con las piernas pegadas al pecho, las rodillas mojadas por las lágrimas y los ojos rojos debido al inútil intento de enjuagar las penas que salían de su interior.¿Porque siempre tenía que ser así?
Él daba todo lo que tenía para ofrecer: cariño, respeto, fidelidad, amor. Y ¿qué recibía a cambio? Patadas en el culo, bastardos que solo eran curiosos, algunos otros casados que ocultaban su homosexualidad, chicos menores que siempre se aprovechaban... ¿Por qué cuando llegaba alguien a quien realmente amaba tenía que ser un patán como los demás?No le importó que su mejor amigo estuviera ahí, el tenía que llorar y desahogarse, le valía una mierda si pensaban que estaba revolcándose en su autocompasión, estaba harto de todo como para empezar a explicar que se pasó la vida buscando una voz como la suya, que cuando le escuchará decir su nombre se pudiera derretir de la emoción aún más que con su maldito buen físico. Ji Yong amaba esa sensación que estrujaba su pecho, esa que te hace sentir que es el correcto. No creía en que las parejas eran perfectas la una para la otra, pero con él... con él la cosa era diferente. Sonará a cliché, (porque claro está historia es otro cliché más en la vida de Ji Yong) pero la afinidad entre ellos era palpable. Cualquiera que se atravesara en aquellos momentos eternos en que se miraban, podía darse cuenta de que no hablaban; bastaba con mirarse el uno al otro para saber que estaban conectados fuertemente o tal vez eso fue lo que Ji Yong quiso creer.
Su amigo daba vueltas alrededor de la habitación. Llamó a Siwon en el momento exacto, sentía que la soledad lo estaba consumiendo.
Hace semanas que no sabía de Seung Hyun, ni de su paradero, ni siquiera se había molestado en llamarlo. Simplemente se encerró en su propia casa. Se pasó horas tirado en la cama, fumando y durmiendo o comiendo a penas un bocado al día.
Después de su llamada, Siwon llegó a su casa en tiempo récord. El menor sabía que su amigo tenía más que un sano afecto por él y Ji Yong podía ver que lo amaba desde que eran niños.
—Ji Yong, escúchame... Te está destruyendo... Mírate, no eres ni el rastro del chico feliz que conocía. No sé a dónde fueron tus mejillas rosadas y tu sonrisa. Hace un par de meses te vi y estabas tan vivo, tan sonriente... Anhelabas un futuro con el bastardo de Choi y ahora... ¿a dónde fue ese Kwon Ji Yong? ¿Qué fue lo que te hizo? ¿Por qué te hizo tanto daño? –el mayor estaba furioso y había decidido desquitarse con algo, así que abrió las cortinas de un tirón para dejar entrar la luz del medio día. Ji Yong se cubrió los ojos, ya que la incandescencia molestaba sus globos, casi ciegos y adoloridos
¿Conocer su felicidad? ¿Acaso su vida antes de él era feliz? Nunca se sintió tan vivo más que a su lado, ahora que estaba destrozado sentía que el mundo se le cerraba por completo y que nunca hubo tal felicidad. La vida al lado de él era tan buena, pero ahora era un infierno.
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Malo
Hayran Kurgu.•°'°•.Historia 100% de mi autoría.•°'°•. +18 (Eh tu menor de edad que está leyendo esto, ¿Recuerdas a tu mamá? te va a chanclear ¿conoces a Diosito? pues se va a enojar. Regresa cuando cumplas 18 y hayas dicho tu primera grosería) .•°'°•..•°'°•..•...