Capítulo XIII

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-----Kajol-----

Al abrir el enorme portón de la casa de mi madre. Me topé con un Shah Rukh totalmente sensual. Su existencia reflejaba un aura de alegría casi completa, no podía parar de sonreír mientras esperaba recostado sobre su auto cruzado de manos y mirándome con esos ojos cafés tan profundos. Llevaba unos pantalones de tela, a su medida, al igual que su camisa y un chaleco del mismo tono de sus pantalones. Me gustaba verlo así, tan estrecho, tan musculoso, tan... él.

Antes de que pudiera yo llegar a él, abrió la puerta delantera de su auto y sacó un enorme ramo de rosas rojas. Eso terminó de partirme el corazón.

-Flores para mi Lady – Dijo mientras yo terminaba de acercarme a él.

-Gr...Gracias SRK – logré articular mientras, él me sorprendió con un beso en la mejilla. Juro que me sonrojé un poco.

-¿Y bien? ¿A dónde quieres ir?

-Yo... en realidad no tenía nada en mente

-¡Qué bien! Porque yo sí. Espera que veas lo que preparé para ti.

Yo en realidad lo único que quería era terminar con esta tortura en ese momento, pero se portó de una forma tan tierna, que no tuve más remedio que ir con él.

-No sabes cuánto te extrañé, pequeña – Dijo SRK mientras él conducía y tomada mi mano para estrecharla con la suya -aunque no parezca esta ha sido una semana de locos. Tengo tantas cosas por cantarte – reiteró

Yo solo pude asentir. Porque en ese momento sentía que mis lágrimas iban a aflorar y un nudo en la garganta se me iba formando, tan solo con el pensar en cómo le diría.

SRK trató de entablar conversación conmigo durante todo el trayecto, yo solo respondía frases cortas, para evitar que él sospechara y que las lágrimas se me salieran de los ojos.

-Llegamos bonita – Dijo SRK mientras apagaba el coche y abría la puerta.

Yo esperé para que él me abriera la puerta. Cuando salí del auto pude ver que estábamos cerca a la playa y no muy lejos de nosotros había una mesa con un par de sillas perfectamente acomodadas bajo unas cortinas blancas que simulaban un techo. Las tenues luces le daban un toque tan romántico. Aquella mesita tenía en el centro una rosa roja, similar a las del bello ramo que había recibido hace tan solo algunos minutos y el par de velas también presentes, encajaban a la perfección.

En otras circunstancias, eso me habría parecido lo más romántico del mundo y mi corazón hubiese saltado de alegría. Pero en ese momento, aquel detalle tan solo aumentó mi frustración y la presión en mi pecho. El nudo en la garganta se volvió a formar nuevamente y una rebelde lágrima se escapó de mis ojos.

-Por aquí preciosa- Dijo SRK mientras agarraba mi mano – para conducirme hasta la mesita - ¿Qué te parece? - Preguntó expectante con una sonrisa

-Esto... esto es muy hermoso Shah. Nadie nunca había hecho algo así por mí. Gracias – dije mientras agachaba la cabeza para que él no notara mi tristeza.

- Sentémonos mi pequeña

-Gracias SRK

Hubo un momento de silencio entre nosotros, hasta que SRK irrumpió.

-¿Se puede saber qué pasa preciosa? -Dijo con cara de preocupación.

-¿A qué te refieres?

-Kajol. Estas muy callada y sabes perfectamente que eso no es lo tuyo.

-T... tienes razón SRK tengo algunas cosas qué contarte – Dije con la voz entrecortada

-Yo también preciosa. Tengo mucho que contarte. Pero dejaré que empieces primero – dijo mientras me guiñaba un ojo

Y si te quedas, ¿qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora