Y si te quedas, ¿qué?

Capítulo VIII

-----Kajol-----

Salí del apartamento de SRK y rápidamente tomé un taxi, no había llevado mi carro pues la idea era que nadie supiera que iba a visitar a SRK. Apenas me monté al taxi me quité las gafas de sol que llevaba y tomé un respiro. No sé qué me sucedía, pero esa mañana me sentía especialmente feliz, a pesar de toda la tensión que había vivido hace tan solo algunas horas.

Me dirigí a mi apartamento, allí me encontré con Tani, me esperaba ansiosa para que le contara lo que había sucedido con SRK, pero desafortunadamente tuve que dejarla con la intriga pues iba realmente tarde a la reunión en la productora.

-Te prometo que sin falta hoy en la noche te cuento todo con lujo de detalles Tani.

-Me parece muy injusto que me hagas esperar tanto tiempo – dijo ella algo disgustada - ¡Yo quiero saber!

-Sólo te diré que estuve a punto de vivir una de las noches más espectaculares de mi vida.

-¡OMG! – dijo bastante sorprendida – No me tortures así, como puedes dejarme con esa duda ¿Ah?.

-Solo espera hasta esta noche, no seas tan dramática.

Dicho esto, me despedí de mi hermana y salí apresurada del apartamento.

Mientras conducía, alguien llamó.

-Hola. Ajay. Cómo estás.

-Hola Kajol. Estoy muy bien, gracias por preguntar – dijo del otro lado de la línea – llamaba porque quería saber a qué hora debo pasar a dejar a los pequeños.

-Escucha Ajay, me surgió una reunión de último momento – tomé aire – En estos momentos me dirijo para la Red Chillies. SRK y Rohit quieren hablar conmigo y no sé cuánto demore.

-Debiste decírmelo antes – bufó – yo también estoy ocupado el día de hoy, tengo varias citas concretadas – reiteró - ¿ahora con quién se quedarán los niños?

-No te preocupes Ajay – dije con voz tranquilizadora – Tanisha está en mi apartamento. Sólo es cuestión de llamarle y decirle que cuide a mis pequeños por el resto de la tarde.

-Está bien Kajol, iré con los pequeños, a eso de medio día.

-No hay problema, llamaré a Tani para avisarle. Dales un beso de mi parte por favor.

-Oye Kajol – suspiró Ajay - ¿no te parece que deberíamos hablar de tu viaje a Bulgaria?

-¿Qué hay con eso?

-Pues, aunque ya no sea tu marido, si soy el padre de los niños y la verdad es que no me siento cómodo si los dejas. ¿Quién cuidará de ellos?

-¿Cómo que quién cuidará de ellos Ajay? – dije exigente – tal como tu lo has dicho ¡eres su padre! – Alcé la voz – entonces no veo ningún problema en que en el tiempo que yo estoy fuera, tu te podrás encargar de ellos.

-Pero yo...yo... Kajol – dijo tratando de contener su enojo – En estos momentos me encuentro con nuevos proyectos encima, estaré muy ocupado, no podré con todo.

-Claro que podrás – dije – yo pude por 11 años. Estoy segura de que tú te las arreglarás por uno o dos meses.

-¿Uno o dos meses? – gritó – ¿acaso enloqueciste?

-Oye, cálmate.

-No Kajol -dijo con voz seca - Así que pensabas irte por dos meses. ¡Dos malditos meses Kajol! ¿Y no podías contarme?

-Pensé que lo asumirías – Dije algo enojada – Sabes perfectamente cómo son las grabaciones cuando sales de la India. No vamos a viajar fuera para volver al día siguiente.