Tiempo a solas

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Camila entraba a su hogar después de un largo día en el hospital, en el cual trabajaba como enfermera, cerró la puerta con pestillo y colocó sus cosas sobre la pequeña mesa que estaba justo en la entrada, cansada comenzó a subir las gradas, lo más silencioso que podia, pues era posible que sus pequeños y esposa ya estuvieran dormidos, cuando terminó de subir las gradas se dirigió al dormitorio donde sus dos pequeños angeles se encontraban dormidos plácidamente, sonrió al verlos, cerró con cuidado la puerta y se dirigió a su habitación, al entrar pudo notar a su bella esposa durmiendo boca abajo en la cama, se dirigió a su armario sacando solo unas bragas negras, y una camisa blanca que le había robado a su ojiverde.

Se dirigió al baño privado de su habitación, y tomó una ducha larga, sus cansados músculos se relajaban un poco al sentir las gotas de agua, cuando terminó su aseo, salió, secó su cabello y se vistió, cepilló sus dientes y salió del baño colocando la ropa que se había quitado en el cesto para ropa sucia.

Se metió entre las cálidas sábanas de su cama, y se puso boca abajo, colocando su cabeza al lado derecho para poder ver a su esposa durmiendo tranquilamente, sonrió al recordar que después de tanto tiempo, ellas aún se seguían amando, se tenían el mismo cariño de siempre, y si, a veces peleaban, pero no era nada que una buena charla con unas copas de vino, y un poco de sexo no arreglaran.

Los recuerdos de como se conocieron vinieron a su mente, tenían solo cinco años cuando eso sucedió, se conocieron cuando la ojiverde junto a su familia se mudaron frente a la casa de la morena, ambas eran muy tímidas como para hablarse, no podían evitar sonrojarse cuando una de las dos escuchaba tan siquiera el nombre de la otra, su amor se creo desde la primera vez en que sus ojos hicieron conección.

Comenzaron a hacerse buenas amigas ya que sus padres seguido hacían barbacoas para poder visitarse entre si, además, las dos pequeñas iban al mismo jardín de niños, dónde la pequeña ojiverde se convirtió en la defensora de su morenita.

Después de un tiempo siendo mejores amigas, las dos pequeñas decidieron casarse junto al gran árbol que estaba plantado en la parte trasera del jardín de niños, sus sortijas fueron de esos anillos en el cual el diamante es de dulce, completamente comestible, ahí en ese gran árbol, se juraron amor eterno y amistad por siempre, sellando su promesa con un pequeñito beso que a ambas las puso rojas.

Años después, teniendo quince años, esa promesa seguía viva, hacían todo juntas, y se protegían entre sí, no les importaba meterse en problemas por pasar un momento divertido entre ambas, y a la edad de dieciséis, la joven ojiverde le pidió a la morena que fuera su novia, tuvieron su primera vez un año después, las dos disfrutaron de ese mágico momento, guardando por siempre en sus mentes y corazones, el primer día en que se entregaron la una a la otra, en cuerpo y alma.

Cómo era de esperarse, fueron juntas a la universidad, y a los veintidós, lo que parecía ser un día normal de clases para Camila, terminó siendo el mejor de sus días, cuando vió a la ojiverde arrodillada frente a ella, con una pequeña color azul marino, y un hermoso anillo de diamantes entre sus manos, ahí estaba su ojiverde, entregándole su corazón una vez más, de rodillas en la cafetería de la universidad, con un gran cartel colgado detrás de ella, con la oración "¿Quieres ser mi esposa Camz?" Ese día Camila lloró a más no poder, pues aún siendo muy jóvenes, su amor era demasiado, y ninguna de las dos tenía antojos de esperar, la morena aceptó lanzándose encima de Lauren, tirando la al suelo y llenando de besos su rostro, mientras la ojiverde no paraba de sonreír y abrazarla fuertemente, ese día hicieron el amor, con todo el amor, emoción y alegría que tenían.

Se casaron un año después. A los dos años de estar casadas, nació su primer bebé, el pequeño Michael era idéntico a la ojiverde, lo único que hizo falta para que el pequeño fuera su gemelo, fue tener el mismo color de ojos, pues el pequeño había heredado los ojos de Camila, dejando enamorados a todos en la sala de parto.
Tres años después nació su segundo bebé, está vez, fue una pequeña, a la cuál nombraron Sara, la pequeña era lo contrario a su hermano, ella se parecía más a su mami Camz, pero con los ojos de Lauren, siendo una hermosa morenita, con ojos verde esmeralda, sin duda alguna, quien la viera caería rendida a sus pies.

Camren One Shots [Gip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora