13: El drama y el animal

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Íbamos en el auto de Ethan viajando al lugar donde sería la fiesta, quedaba a 40 minutos de casa.

Yo iba en la zona de atrás, los hermanos conversaban y se notaban emocionados, al final era su primera y última fiesta juntos. Me alegraba verlos disfrutar el momento, había música de fondo muy agradable.

Me recosté a lo largo de la zona trasera del auto, comencé a perderme en la música y las risas de los hermanos, poco a poco me dormía, hasta que pasó.

Mientras tanto, en mi sueño estaba en el bosque corriendo feliz y enérgica, parecía perseguir a alguien o algo, ¿quién era? ¿qué era? No lograba verlo, pero sentía una paz y tranquilidad enorme, cuando llegué al final del bosque en un precipicio, me vi observándolo y sonriéndole. Desperté.

- Llegamos bella durmiente - dijo Adrien.

- Luego de esa siesta ¿estás segura que quieres entrar? - preguntó Ethan.

Me levanté.

- Claro que si - dije con una sonrisa.

...

Era una casa enorme, muy lujosa por cierto, había música y esta se escuchada desde la entrada, luces de todos los colores se escapaban por las ventanas, tocamos el timbre y un chico abrió.

- ¡Ethan amigo viniste! - dijo emocionado el chico nuevo.

- Claro, no me lo perdería - dijo Ethan.

- Amigo, creo habértelo recordado hoy en la mañana y me dijiste que posiblemente tendrías planes con alguien - dijo algo confundido su amigo.

Yo solté una risita.

- Ehh - dijo Ethan alargando la palabra - Ella es Raven y claro ya conoces a mi hermano Adrien - dijo algo nervioso y apresurado Ethan.

- Es un gusto, pasen y ojalá disfruten esta fiesta - dijo el amigo de Ethan.

Nosotros pasamos, se notaba que todos la pasaban muy bien.

- Okey ¿puedo bailar con ustedes chicos? - dije haciendo un gesto de reverencia.

- Vamos - dijeron al unísono y los tres reímos.

Bailábamos y reíamos mucho, habían pasado casi dos horas, bebimos un poco de alcohol, nos sentíamos enérgicos y felices pero no por la bebida, creo que conectamos, éramos un buen equipo.

...

- Iré a buscar otros vasos - dijo Ethan feliz.

- Claro, gracias - dije y le pase mi vaso con el de Adrien.

Él se alejo y se perdió entre las personas.

- Así que nunca habías venido a estas fiestas - dije mirando a Adrien con expresión de interrogación.

- Eh, no, la verdad es que no - dijo tocando su cabeza inocentemente, él era dulce.

- ¿Y por qué ahora sí? - pregunté.

- Por ti - dijo luego de estar unos segundos en silencio, mi corazón pareció detenerse un momento y nos observamos un rato.

- Aquí tienen chicos - dijo Ethan llegando con los vasos.

- Gracias - dijimos yo y Adrien recibiéndolos y tomando un sorbo.

- ¡A bailar! - gritó Ethan, noté que estaba algo mareado.

- Creo que debería detenerse - dije a Adrien en su oído.

- Hey hermano vamos a sentarnos un rato - dijo Adrien posando su brazo sobre su hombro.

- Claro hermanito, vamos - dijo Ethan abrazándolo.

Yo reí y hice un gesto de "vayan".

- Iré al baño y luego los encuentro - dije y los hermanos se fueron.

Pregunte a un grupo de chicas donde se encontraba el baño y me dirigí allá.

Me observé y peiné un poco mi cabello, bebí algo de agua, estaba sedienta. Lave mis manos y cuando las sequé escuche algo.

Era una especie de maullido.

Salí del baño y nadie parecía notarlo, luego de unos segundos volví a escucharlo.

Salí por una puerta que parecía ser la trasera. Había mucho bosque. Busque con la mirada esperando observar algo.

Lo vi.

Era el animal de mi sueño.

Me acerqué lentamente asombrada y llena de curiosidad. Me sentí tranquila a su lado, era muy extraño. La música pasó a ser segundo plano, caminé unos metros hasta dicho animal, era grande, aún así nunca sentí miedo.

Me observaba directamente con sus ojos que parecían ser tan profundos como el mar.

- Hola ¿quién eres? ¿qué eres? - dije susurrando, quedando frente a frente con el animal.

Podía escuchar su respiración y sentirla por la cercanía. Acerqué mi mano a su pelaje, dude pero lo hice finalmente, el animal pareció retroceder pero luego se reincorporó pareciendo más grande aún. Mis dedos estaban acariciando su abundante pelaje blanco, era muy suave, acaricie sus orejas y cabeza.

El animal abrió su boca y aulló despacio, dejándome ver sus afilados dientes similares a los de una serpiente, sentí curiosidad y acerqué mi mano hacía él.

Me observó y movió un poco su cabeza y mordió mi brazo, tan solo con uno de sus colmillos.

Yo caí al suelo de inmediato, era como un sueño profundo que llegó de golpe, comencé a soñar. Como una película en cámara rápida vi fragmentos de mi vida, las risas, los llantos, la paz.

No sé cuanto tiempo pasó, para mi fueron solo algunos segundos. Abrí entonces mis ojos con mucha dificultad, lo observé por última vez, el animal me observaba, luego se acercó a mi cuerpo posando su oreja en mi pecho, me olió, movió la cabeza con expresión de confusión y se fue rápidamente.

Mis ojos se iban cerrando lentamente. Antes escuché un grito muy a lo lejos.

- ¡Raven! - gritaban dos voces con desesperación.

Yo tan sólo quería terminar de cerrar mis ojos.

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El bosque de RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora