✧𝑻𝒉𝒖𝒓𝒔𝒅𝒂𝒚

2.1K 388 101
                                    

- Doyoung realmente me gusta, Yuta.

El mayor curvó los labioscuando su amigo dijo aquello, sin pronunciar palabra alguna. De todos modos, Jaehyun tenía la mirada fija en sus pies, así que no se daría cuenta del particular brillo en los ojos de Yuta cuando dijo eso.

Después de unas horas juntos en la biblioteca, completando tareas para la siguiente semana, habían decidido ir a comer a un restaurante cercano, lo que finalmente los llevó asentarse en una banca por una zona poco concurrida del parque local. Por supuesto, era el momento en el que Yuta querría averiguar lo que pasaba con Jaehyun.

- Sé que sólo hemos estados juntos por unos días, pero es totalmente distinto a todas las chicas que han querido estar conmigo.- suspiró.- Tiene energía que, no sé, a veces me intimida un poco, ¿Sabes?

- ¿Te intimida? - repitió Yuta, trás una suave risilla.- Si alguien te gusta no te debería intimidar.

- ¡No de la forma en la que me intimida mi mamá, obvio! - Jaehyun rodó los ojos, perdiendo la ilusión romántica trás recordar a su madre.- Es como que, siento que es tan impresionante que es tierno, pero a la vez me daría miedo saber cómo funciona su cabeza.

- Como la de cualquier otro chico, exepto tú.- con aquel comentario, Yuta finalmente atrajo la atención total de Jaehyun, quien le ofreció una mirada de confusión.- Lo que todos queremos saber cómo funciona tu cabeza, Jaehyun.

El menor de ambos sonrió, redireccionando su mirada hacia el frente, dónde podía visualizar a un par de niños daban vueltas a los juegos, una señora paseaba a un pequeño pétalo de flor naranja que había caído sobre la banca en frente suyo, brillante y perfecto para el encuadre que quería.

- Supongo que, en vez de verme a mí mismo como el protagonista de mi vida, prefiero ser quien está detrás de cámaras.

Silencio reflexivo.

- Por eso esto es tan raro, no estoy acostumbrado a hacerme responsable ante una repentina interrupción en el encuadre... Con Doyoung adentro, la composición y la exposición tendrían que cambiar por completo si es que quiero una imagen perfecta, y eso significaría que me tendría que encargar de cambiar la configuración, pero, sobre todo, debería comunicarme con el sujeto...

Mientras Jaehyun soltaba su monólogo, Yuta se sentía exactamente como en el meme dónde letras, números y fórmulas matemáticas aparecían alrededor de su cabeza.

- Si tuviese una moneda por cada vez que me haces sentir estúpido, sería millonario.- puso un puchero, rindiéndose.

Una momentánea sonrisa coloreó el rostro de Jaehyun con eso, contagiando a Yuta del mismo modo. Antes de explicarse, posó su cabeza sobre su hombro, ya que lo tenía a su disposición.

- El pétalo naranja embellece mi foto.- sintesizó, junto a un suspiro.

- ¿En nuestro idioma?

Jaehyun rió.

- Doyoung me gusta, y no sé si estoy demostrándolo apropiadamente.

Pudo ver cómo un par de chicos tomaban asiento sobre la banca del frente, no sin que antes el más bajo de ambos, que por algún motivo se le hacía extrañamente familiar, cepille el petalo de la flor hacia el suelo. Sus ojos siguieron el recorrido del pétalo , que volaba hasta su debido lugar en el pasto, junto al resto de retazos florales.

Al estar en su encuadre, percibió cercanía entre ambos; coqueteo casual y un par de frases serias, indicadorad de lo que probablemente era una relación.

- No los mires así.- le avisó Yuta, sacándolo de su propia mente.- Ya deberíamos ir a casa... ¿Le avisaste a ti mamá que no regresarías hasta tarde?

- No.- fingiendo indiferencia, Jaehyun acomodó su mochila y se puso de pie, seguido inmediatamente por su amigo.- Prefiero una más de sus reprimendas antes de tener que aguantar al señor Lee toda una tarde

Ah, el señor Lee. Todo un personaje; el villano del shor de telerrealidad al que Jaehyun no dudaría en cortar de su encuadre.

Durante años, había aguantado su presencia ocasional en su hogar sólo porque su madre se veía feliz cuando estaba con él. No parecía tan terrible, ya que le había conseguido un par de castings para modelar para pequeñas marcas y un puesto en un comercial de televisión, lo que enorgulleció a su madre.

Sin embargo, apenas se enteró de sus secretos, su percepción sobre el señor Lee dió un giro radical. Ese sujeto se acostaba con su madre, a espalda del padre de Jaehyun. Y eso no era todo, sino que, además, el señor Lee pensaba comprometerse con otra señora, lo cual sabía gracias a una de las sesiones fotográficas que le había encargado al escolar. Cuando intentó confrontar a su madre, ella le echó la culpa a él, por chismoso, y prometió que le prohibía cualquier actividad no-academica si se lo contaba al señor Jung.

Debía aguantar a su madre, pero no podía aguantar al señor Lee desde aquella vez en la que se pasó toda una tarde dando un monólogo de por qué la homosexualidad debería verse como un pecado. Usando al hijo de su "amiga" como ejemplo, indicó que sólo le importaba el señor y que no tenía sentidos de la moral, como si estuviese hablando de sí mismo. Jaehyun quiso refutar todos sus argumentos inválidos, pero una sola mirada de su madre lo mantuvo callado.

- Dile que te quedaste estudiando conmigo, que no es mentira.- sugirió Yuta, mientras ya estaban caminando hacia el paradero de buses más cercano.- Ella cree que soy un angelito, ¿No?

- Sí, cree.- bromeó el menor.- Gracias por escucharme, por cierto, seguro fue difícil...

- Para eso están los amigos, ¿No?

Se dirigieron hacia el paradero, desolado, a excepción de un par de pajaritos canturreando por encima del anuncio publicitario. Cómo su lo hubiese pedido, el bus de Jaehyun avanzó con lentitud hacia el lugar indicado, así que se dispuso a subir hasta que Yuta lo tomó de la manga del uniforme.

- Antes de que te vayas...- mordió su labio, bajando la mirada.- Puede que haya espiado una llamada telefónica entre tu chico y un tal Johnny...

¡¿Johnny?!

Los ojos de Jaehyun se ampliaron dramáticamente antes de que la luz verde le dé el pase libre al bus que estuvo a punto de tomar. Ahora tendría que esperar hasta el siguiente, que probablemente tardaría varios minutos.

Si es que ese Johnny era el mismo Johnny del que Jaehyun había escuchado, no dejaría que Yuta guarde silencio.

- ¿Por qué no me dijiste antes?

ninki ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora