Después de leer todos esos mensajes en su celular, Doyoung solo necesitaba regresar a casa, tomarse una ducha y meterse directamente a la cama. En cambio, el destino le presentó a un rostro muy conocido, que le impedía hacer precisamente lo que se disponía a hacer.
- ¿Podemos hablar?
Esa voz simultáneamente grave y dulce lo obligó a elevar la mirada hacia el costado, para así encontrarse nuevamente con las suaves mejillas de su buen amigo. Cierto alivio llenó su pecho al saber que no se trataba de Jaehyun ni de Johnny.
- ¡Taeil! - saludó Doyoung, con una pizca de emoción renovada en la voz.- Claro que sí ¿Qué te trae por aquí?
No lo veía desde que se cambió de escuela, el año anterior, más o menos por la época en la que Doyoung y Johnny terminaron. Su comunicación no había sido completamente cortada, pues aún tenían sus redes sociales, y sin embargo, sentía como si hubiesen pasado muchos más años.
- Ah,nada, paseaba por aquí.- replicó el mayor, retractando su inicial reactitud.- Cuando te vi, supe que tenía que venir a saludarte.
- Obvio. Deberíamos ir a comer juntos, como antes. Sólo los dos,o con Johnny... ¡Ya no te dejaríamos de violinista!
Taeil pareció adorado por la sugerencia, carraspeando ligeramente hasta recolectar su expresión.
- ¿Ya no lo odias?
El pecho de Doyoung se hundió con cierto peso con aquella insinuación, porque sabía que por mucho que le gustaría, no podía mantener un rencor por mucho tiempo; el corazón no me daba. Apreciaba a Johnny, sobre todo después de la advertencia que le dió.
- Nunca lo odié...- murmuró.- Además, hablamos está tarde, y me dijo que engañarme había sido el peor error de su vida.
Nuevamente, Doyoung sintió cierto desconcierto en el rostro de su amigo cuando mencionó eso, pero no le tomó mucha importancia. Probablemente había pasado mucho tiempo desde que hablaban, y le costaba adecuarse a todos los nuevos eventos.
- Hace poco leí los mensajes, y me pidió hablar conmigo mañana en nuestro café.- sonrió por aquella apropiación de un espacio común significado en lo nuestro.- Si tú me acompañaras, me sería más sencillo hablar sin hacerlo raro...
- Es una cosa de ambos, yo estaría se sobra.- precisó Taeil.
Doyoung asintió lentamente, bastante de acuerdo. Necesitaba a alguien para disminuir su ansiedad frente al evento, pero tenía razón, Johnny no quería una reunión de amigos.
- Aún no proceso por completo lo que está pasando,pero...- pasó un momento, tomando la manga del más alto en búsqueda de una respuesta favorable.- ¿Crees que significa que quiere volver conmigo?
- No.
La franqueza tomó al castaño por sorpresa esta vez.
- No... Creo.- corrigió Taeil, antes de que Doyoung pudiese preguntar por qué.- También he hablado con él, y me parece que está... Enfocado en sus estudios, ya sabes.
El atropello con el que salían sus palabras le parecía sospechoso al menor, pero, nuevamente, optó por ignorar la extraña atmósfera.
- Entiendo, pero puede que cambie su opinión cuando lo vea mañana, ¿No? - mostró un esbozo de sonrisa, al buscar ser recordado por Taeil como un chico entusiasta, no como uno que se armaba dramas por querer regresar a su ex y querer correr el riesgo con un chico al que apenas comenzaba a conocer.
- Claro...- murmuró en respuesta, ofreciéndole también una media sonrisa.
Ambos se quedaron en silencio por un instante, antes de que el mayor se pusiese de pie, evitando así prolongar la incomodidad.
- Bueno, fue lindo verte, pero ya debería regresar a casa. Me escribes para ir a comer juntos uno de estos días, ¿Sí?
- ¡Por supuesto! - Doyoung se levantó de la banca, ampliando los brazos para envolver a Taeil en un cálido abrazo, que acabó con cualquier resto de tensión entre ambos.- Necesito saber cómo te va en tu nueva escuela, que tal te recibieron los demás, por quienes me reemplazaste...
Compartieron una suave rusa, antes de separarse del abrazo y caminar juntos hacia la calle más cercana, para que cada uno pueda volver a casa.
- Te diré algo muy importante ahorita, con tal de que tú me cuentes si es que alguien nuevo ha picado tu interés.
Doyoung no dudó en aceptar, estrechando su mano.
- Bien... - Taeil formó una pequeña sonrisa.- Ahora soy el presidente del club de lectura.
- ¡Ah, genial! - con genuino orgullo, el menor volvió a los brazos de su amigo por unos segundos, como para felicitarlo.- Siempre quisiste que abrieran uno en nuestra escuela...
- Sí, peor el director de estudios se negó de inmediato.- alzó los hombros, restándole importancia.- En fin, ¿Me dirás?
- Bueno...- los tonos rosa que ocupaban su cuerpo cuando estaba con Jaehyun se hicieron nuevamente presentes, externa e internamente.- Hay un chico con el que estoy probando algo, pero no es nada serio.
Taeil curvó una ceja, pero no juzgó verbalmente.
- ¡No como tú crees! - Doyoung soltó un quejido, cubriendo su rostro unos segundos.- Es Jung Jaehyun, así que soy su novio de esta semana.
Ahora sí, el pelo rojo no ocultó su sorpresa, mostrándola quizás hasta exageradamente.
- Oh, eso sí es interesante...
Los labios del azabache dibujaron una sonrisa melancólica.
- Si tan solo no hubiese sido expulsado de su otra escuela por agredir a su ex...
- ¿Qué? - con el ceño fruncido, Taeil detuvo su caminar, sujetando a Doyoung para que se detenga también.- ¿Quién te dijo eso?
- Johnny, ¿Por?
Taeil estuvo por decir algo, pero desistió. En cambio, suspiró, intentó sonreír, y se despidió apresuradamente de Doyoung, dejándolo en medio del parque por su cuenta.
Si creyó que conversar con su amigo aclararía un poco su mente, estuvo equivocado.
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ninki ; jaedo
Fiksi PenggemarJaehyun tiene un estricto sistema de citas que consiste en salir con una chica a la semana, pero las estadísticas demuestran que es inefectivo para encontrar a una persona que le guste. Doyoung está dispuesto a cambiar eso. - Mención del joh...