Capítulo 15

128 14 2
                                    

Más adelante, empezaron a reconstruir algunas casas y a colocar algunos locales que acabarian siendo las tiendas que eran antes. Sin embargo aun no podiamos entrar en Lowix.

-Ya queda poco.- dijo Cece con una sonrisa.

-Si...

-¿Que te pasa?

- Cuando todo vuelva a estar como antes...¿con quien voy a ir? Mi abuelo no ha vuelto todavia y... no tengo a nadie con quien ir.

Cece me abrazó por primera vez desde que nos conocimos.

-¿No lo sabes? Hemos sido historia. Todo el mundo sabe lo que ha pasado. No dejan entrar a nadie aqui. Esto ya no cuenta como estación. Sin embargo me quedo porque hay otras cosas que hacer que ver las ruedas de los trenes rodar.

-Osea que James -mi abuelo- no volverá hasta que podamos acceder todos -suspiré- falta mucho.

-Tengo una sorpresa para ti. Cuando hablé con el jefe me dijo que en un par de meses me dejarán entrar para ver  como va todo. Y nos confirmarán la fecha en la que podremos entrar.

-¡¿Enserio?! No se que haría sin ti. Gracias.

                            ***

           (3 meses más tarde)

-¡Hoy es el día!

-Hey no te emociones que solo vamos a echar un vistazo.

-¡Vamos a entrar!¡Vamos a entrar!

-Tecnicamente ya estamos dentro, pero un poco más abajo.

-¿¡Quieres dejar de ser una aguafiestas?! Seguro en pocos dias podré dejar este asqueroso sitio y encontrar a mi família y...

-No tan deprisa. Nos dirán la fecha. Eso no significa que tenga que ser pronto.

-Vale vale lo que tu digas...- dije para que se callara, sin mirarla porqué estaba demasiado ocupada poniendome las bambas para salir pitando de allí.

Cuando subí las escaleras vi lo que me esperaba; todo destrozado como hace tres meses, pero con policias, obreros, etc.

Fui a dar una vuelta hasta llegar a casa de mi abuelo. Estaban las paredes agujereadas y la puerta abierta. Entré. Dentro había paredes por el suelo. El sofá estaba roto y el techo agrietado. Los crisrales de las ventanas destrozados y las cosas por el suelo. Levante la foto en blanco en blanco y negro, que se distinguía entre los escombros,  un recuerdo que no olbidaré nunca.

Estabamos yo y mi hermana sentadas en un banco junto a nuestros padres y mi abuelo. Jugabamos a ver quien aguantaba más sin caerse. Entonces vino Meisson y nos caimos al suelo. Nos hicimos la mejor foto del mundo. Estabamos todos juntos.

-Emy- gritó Cece mientras me distraía- ven aquí un momento.

-¿Que pasa?

- Tenemos que irnos ya.

- ¿Espera, espera, que día estará todo listo?- pregunté al guardia de en frente.

- Exactamente el 8 de enero del 77.

- ¿¡Cómo!? Pero si... si faltan dos años...

-Yo no lo decido. Si está antes ya os avisaremos pero estoy seguro de que no.

El Tren De Las Tres En PuntoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora