Más adelante, empezaron a reconstruir algunas casas y a colocar algunos locales que acabarian siendo las tiendas que eran antes. Sin embargo aun no podiamos entrar en Lowix.
-Ya queda poco.- dijo Cece con una sonrisa.
-Si...
-¿Que te pasa?
- Cuando todo vuelva a estar como antes...¿con quien voy a ir? Mi abuelo no ha vuelto todavia y... no tengo a nadie con quien ir.
Cece me abrazó por primera vez desde que nos conocimos.
-¿No lo sabes? Hemos sido historia. Todo el mundo sabe lo que ha pasado. No dejan entrar a nadie aqui. Esto ya no cuenta como estación. Sin embargo me quedo porque hay otras cosas que hacer que ver las ruedas de los trenes rodar.
-Osea que James -mi abuelo- no volverá hasta que podamos acceder todos -suspiré- falta mucho.
-Tengo una sorpresa para ti. Cuando hablé con el jefe me dijo que en un par de meses me dejarán entrar para ver como va todo. Y nos confirmarán la fecha en la que podremos entrar.
-¡¿Enserio?! No se que haría sin ti. Gracias.
***
(3 meses más tarde)
-¡Hoy es el día!
-Hey no te emociones que solo vamos a echar un vistazo.
-¡Vamos a entrar!¡Vamos a entrar!
-Tecnicamente ya estamos dentro, pero un poco más abajo.
-¿¡Quieres dejar de ser una aguafiestas?! Seguro en pocos dias podré dejar este asqueroso sitio y encontrar a mi família y...
-No tan deprisa. Nos dirán la fecha. Eso no significa que tenga que ser pronto.
-Vale vale lo que tu digas...- dije para que se callara, sin mirarla porqué estaba demasiado ocupada poniendome las bambas para salir pitando de allí.
Cuando subí las escaleras vi lo que me esperaba; todo destrozado como hace tres meses, pero con policias, obreros, etc.
Fui a dar una vuelta hasta llegar a casa de mi abuelo. Estaban las paredes agujereadas y la puerta abierta. Entré. Dentro había paredes por el suelo. El sofá estaba roto y el techo agrietado. Los crisrales de las ventanas destrozados y las cosas por el suelo. Levante la foto en blanco en blanco y negro, que se distinguía entre los escombros, un recuerdo que no olbidaré nunca.
Estabamos yo y mi hermana sentadas en un banco junto a nuestros padres y mi abuelo. Jugabamos a ver quien aguantaba más sin caerse. Entonces vino Meisson y nos caimos al suelo. Nos hicimos la mejor foto del mundo. Estabamos todos juntos.
-Emy- gritó Cece mientras me distraía- ven aquí un momento.
-¿Que pasa?
- Tenemos que irnos ya.
- ¿Espera, espera, que día estará todo listo?- pregunté al guardia de en frente.
- Exactamente el 8 de enero del 77.
- ¿¡Cómo!? Pero si... si faltan dos años...
-Yo no lo decido. Si está antes ya os avisaremos pero estoy seguro de que no.
ESTÁS LEYENDO
El Tren De Las Tres En Punto
Misterio / SuspensoCuando volvimos a casa mi padre mi hermana y yo, íbamos a dejar todo lo ocurrido en recuerdos, simples recuerdos que volveriamos a vivir todas las noches cada vez que cerráramos los ojos.