El Tren De Las Tres En Punto

Capítulo 31

Tras la inesperada noticia de Cece, hacía nada más y nada menos que un día, se marchó para volver a encontrarnos dos semanas más tarde en el gran evento; su boda con Jonie.

Mientras tanto yo intenté continuar con la rutina constante de siempre.
Pero cien metros antes de llegar a mi destino encontré a Nelson sentado en el asfalto. El miraba al suelo pensativo.

-¿Que haces?-pregunté.

-Está cerrdo.

-¿Que?

-Está cerrado.

Me asomé para ver el escaparate.No había nada. Absolutamente nada. Ni muebles, ni gente ni nada. Lo único que quedaba de ella era un gato de ojos verdes y mirada penentrante dormido en una esquina.

Después de ver al gato casi por primera vez, y darme cuenta de que todo se había acabado, mi cara demostraba lo que no hacía falta explicar.

-No puede ser.

-¿Esque no lo ves?

-¿Que vamos a hacer ahora?

-Supongo que volver a nuestras vidas como habíamos planeado.

-Nelson... no hemos avanzado nada. Todo esto ha sido una perdida de tiempo. No ha servido de nada.

-No digas eso. Lo hemos intentado y con eso es suficiente. Además, para mi ha sido divertido estar contigo todos estos días, me ha gustado haberte conocido.

Fue entonces que me envolvió entre sus brazos para abrazarme cuando me di cuenta de ese olor, esa forma de abrazarme...

-¿Papa...?

-¿Qué? No... No lo entiendo.

-Si... ¡Si!¡Tienes que acordarte!
Tu nombre es Seimon.
¡Por favor!
Tienes una mujer y dos hijas,una de ellas soy yo, pero cayó un meteorito y devió de darte algo en la cabeza para que no recordaras nada. ¡Por favor!

-Tranquilizate, lo siento pero no lo entiendo.

Le cojí de la mano para arrastrarlo hacia casa, donde puede mostrarle la foto que provava que yo tenía razón.

-Has cambiado Seimon.

-Dios mío... Tien... tienes razón.
¿Dónde están todos?