Primogenito de Plata

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Primogénito de Plata.

Nozel estaba caminando por su Castillo durante la noche, las heridas que había recibido durante la pelea dolían más ahora que no usaba su magia para reforzar su cuerpo, pero no era eso lo que lo mantenía despierto, estaba intranquilo y ansioso, su mente resonaba de pensamientos, recorrió los pasillos hasta llegar a la habitación de Nebra, su hermana menor estaba recostada en su cama durmiendo profundamente, además de sanar su herida le dieron un medicamento para que descansará.

Estaba demasiado asustado cuando entro a la habitación de Solid sintiendo el maná del enemigo, uso su magia para protegerlos a ambos y quitar a Nebra del camino, la lanza atravesada en su estómago le provoco náuseas y la sangre bajo ella le revolvió las entrañas, teniendo a los dos juntos podía concentrarse con Noelle para defenderlos, Noelle fue siempre una preocupación en su mente pero parecía que la adolescente se volvió muy fuerte junto a sus compañeros de escuadrón y podía defenderse sola.

Nebra murmuró mientras se cambiaba de posición en la cama, estiró su mano para acariciar su cabeza unos instantes, le daba paz poder hacerlo saber que la tenía segura bajo sus manos, luego de salir de la habitación se acercó a la de Solid, su hermano dormía de forma desordenada y se movía mucho así que no le extrañó verlo casi en diagonal con la mitad de la sabana fuera de su cuerpo, Solid se recuperaba de las heridas provocadas por Noelle durante el concurso de Caballeros Reales, se sorprendió mucho cuando Nebra le contó lo sucedido, obviamente se estuvo burlando de Solid durante ese tiempo lo que no le sentó bien al muchacho, aunque también había compartido la idea de Nebra de que Solid se confió em la pelea, solo que ambos estaban equivocados y el poder abrumador de Noelle era real.

- ¿Hermano Mayor Nozel? - Preguntó sentándose en la cama con una expresión somnolienta.

- Es tarde, Solid. Vuelve a dormir. - Ordenó.

- Fallé completamente en defender a nuestra hermana y nuestra casa, parece que yo soy la vergüenza de la familia. - Murmuró adormilado con un sentimiento de derrota - Noelle tuvo más valor que yo.

- Hablaremos en la mañana. - Fue lo único que pudo decir, no se sentía preparado para tener una conversación emocional con su pequeño hermano - No tienes que lamentarte tanto, sólo debes aprender y esforzarte más.

- Tenía miedo de que Hermana Nebra...

- Yo también tenía miedo de que algo mal les hubiera sucedido a ustedes. - Pensando en algo que había visto más temprano apoyó su mano sobre la cabeza de Solid, él parecía sorprendido del gesto, pero pudo ver una expresión de tranquilidad aparecer en su rostro - Duerme.

- Buenas noches. - Sé despidió Solid volviendo acostarse.

La última habitación por la que pasó fue donde solía dormir Noelle, entró para ver todo ordenado y de forma simple, no había casi decoraciones ni nada personal, había un escritorio donde estaba apoyado un pequeño peluche de oso un regalo de Mimosa en alguno de sus cumpleaños de niña, el único que probablemente había sobrevivido, recordaba a las niñeras informándole que Solid había roto uno de los peluches de Noelle cuando eran niños, no intervino directamente solo reprendiendo a Solid por su falta de modales, no por haber roto algo de su hermana.

Colocó una mano sobre la madera pensando en todas las veces que notó la tristeza en los ojos de la niña y que nunca le había regalado una sonrisa tan amplia o feliz como la que le mostró a su escuadrón luego del combate, incluso Yami había sido recibido con preocupación y afecto por parte de todos ellos.

Noelle se alejó del camino de la Familia Silva, su forma de luchar era tosca, casi carente de elegancia, pero efectiva, resolvía los problemas y no tenía miedo por su vida, no sabía en qué clase de misiones había terminado bajo el mando de Yami pero no parecía asustada del maná opresivo o de la intención de muerte de los enemigos, se convirtió en alguien valiente y noble.

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