Principe de Plata

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- ¿Por qué tienes un bebé? - Preguntó Nebra mientras colocaba su oído sobre el abdomen abultado de su madre.
- Es tu hermano menor. - Respondió con una sonrisa.
- No quiero otro hermano. - Dijo con el ceño fruncido.
- ¿Por qué no?
- Porque entonces no seré tu bebé.
- ¿Qué dices? - Acier levantó a Nebra para colocarla sobre sus piernas - Siempre serás mi bebé, mi pequeña princesa. - Dijo mientras peinaba su cabello y arreglaba su moño. - Además Nozel y tú serán hermanos mayor de esté bebé.
- ¿Estás molestando a madre, Nebra? - Nozel entro con una expresión seria en el rostro a la sala principal, la niña se giró y le saco la lengua lo que irritó al niño - No seas grosera.
- Tranquilo, Nozel. Nebra solo estaba pasando tiempo conmigo y su hermano menor, igual que hacías tú cuando eras más pequeño.
- Era un niño entonces.
- Todavía lo eres, mi Príncipe. - Acier se burló de él con una sonrisa - Serás un adulto cuando tengas tu mayoría de edad mientras sigues siendo mi niño, como Nebra. - Beso la frente de la pequeña.
- ¿Cómo te sientes, madre?
- Mejor, esté bebé parece ser más activo que ustedes dos, se mueve mucho. – Contó con una sonrisa satisfecha palmeando suavemente el costado de su estómago - ¿Has terminado tus clases?
- Las de hoy, sí.
- ¿Y las tuyas, Nebra?
- También. Terminé y la maestra me felicitó mucho. – Contó con arrogancia.
- ¿Vas a entrenar con Fuegoleón? – Cuestiono al niño con curiosidad.
- No.
- ¿Por qué no? - Preguntó sorprendida por la respuesta.
- Mereoleona se lo llevó a entrenar con ella.
- ¿Y no te pregunto si querías ir?
- Fuegoleón no quería ir. - Respondió con seriedad recordando como la muchacha había arrastrado a su hermano menor mientras retrocedía sin que se diera cuenta.
- Entiendo.
- ¿Hermano, te gusta entrenar con Fuegoleón?
- No. - Nebra lo observó contrariada de su respuesta, por como hablaba parecía que le gustaba pasar tiempo con su primo.
- Nozel y Fuegoleón son muy buenos amigos, Nebra. Se esfuerzan mucho juntos para convertirse en buenos hombres. - Explicó Acier ignorando la mirada enojada de su hijo - Pero son muy orgullosos para admitirlo.
- ¿Y nuestro hermano también lo será?
- Esperemos que no ¿Vas a cuidarlo mucho, Nebra?
- Sí, será mi mejor amigo.
- Pensaba que yo era tu mejor amigo. - Dijo Nozel repentinamente sorprendiendo a su madre y hermana, desvió la mirada avergonzado por ss palabras.
- Hermano Mayor Nozel es mi mejor amigo también. - Apuntó Nebra con una sonrisa, saltando del regazo de su madre corrió para abrazar al chico.
Solid nació un día lluvioso, lloró muy fuerte y su padre lo sostuvo en brazos con emoción mientras hablaba con su esposa, Acier estaba cansada pero contenta y una vez que su hijo estuvo en brazos llamó a los mayores para que conocieran al bebé.
- Mira Nebra... Este es tu hermano menor, Solid. - Acier Silva estaba orgullosa al ver la mirada sorprendía y cariñosa de la niña, su mano se extendió para tocar la mejilla del bebé con tanto cuidado que era tierno.
- Madre. - Nozel se mantuvo de pie junto a la cama observando a la mujer recostada con el bebé en brazos y su hermana sentada a su costado, su padre puso su mano sobre su hombro.
- ¿Quieres cargarlo, Nozel?
- ¡Yo quiero! - Gritó Nebra levantando la mano.
- Aún está muy pequeño para ti, hija. Cuando sea más grande puedes cargarlo. - Dijo ante el puchero de la niña, Nozel parecía sorprendido después del incidente cuando Nebra era bebé no había cargado a ningún recién nacido, no se lo permitieron y a Nebra la levanto por primera vez cuando ya tenia varios meses.
- Anda, Nozel. - El hombre empujó por la espalda a su hijo mayor que con nerviosismo tomó al bebé de brazos de su madre ante las quejas de Nebra.
- Creo que será el último bebé que tendremos en casa así que hay que disfrutarlo. - Apuntó Acier abrazando a Nebra hacia su pecho.
Cuando Solid cumplió cien días de vida hicieron una pequeña celebración con sus más cercanos amigos y familia, Mereoleona estaba cargando el bebé en medio de la fiesta con una sonrisa orgullosa, estaba pulcramente vestida y sus modales eran excelente más de lo que cualquiera esperaba, Nozel estaba ansioso de que sostuviera a su hermano menor pero Fuegoleón lo tranquilizaba, no le haría ningún daño al pequeño, Nebra pululaba alrededor de la adolescente con su precioso vestido celeste, orgullosa de ser vista con una persona mayor, un hijo de los Kira mayor que Mereoleona estaba intentando hablar con ella de forma insistente.
- ¿Ese no es Skander Kira siguiendo a tu hermana? - Preguntó Nozel a su mejor amigo.
- Sí, parece que está enamorado de ella. Mamá me dijo que su padre intentó hacer un contrato de matrimonio entre ellos, pero padre se negó, no le gusta a Mereo. – Respondió con una sonrisa divertida. - Parece que me has ganado esta vez.
- ¿Disculpa?
- Tienes dos hermanos para ti solo, y yo quiero deshacerme de la mía. - Dijo meneando la cabeza - Siempre tendrás mucho apoyo.
- Mereoleona es lo bastante imponente como para aterrorizar a cualquiera. Nebra es muy suave y Solid solo es un bebé. – Dijo Nozel pensando de forma serena.
- Toma. - Mereoleona se acercó repentinamente y dejó al bebé en brazos de su hermano mayor - Creo que tendré que darle una lección a alguien.
- No puedes. - Saltó Fuegoleón alarmado- No puedes lastimar al hijo de los Kira. Le diré a mamá.
Nozel vio como Fuegoleón intentaba llevarse a su hermana a un costado para que no hiciera una escena con el adolescente que parecía no entender el aura asesina de la muchacha obviamente Skander Kiro no tenía sentido de la autopreservación, Solid se removió en sus brazos extendiendo sus manos al aire.
- Déjame el bebé, Hermano. - Nebra empezó a jalar su pantalón con insistencia.
- Madre dijo que eras muy pequeña para agarrar a Solid. - Dijo, pero al ver su insistencia decidió arrodillarse y colocar a Solid en los brazos infantiles manteniendo los suyos bajo los de ellos para asegurarse de mantener al bebé seguro.
-Que tierno. - Acier les dedicó una sonrisa maternal mientras cruzaba los brazos bajo su pecho, el vestido elegante corría al ras del suelo, Nozel la miró avergonzado con Nebra entusiasmada y encantada.
- Siempre lo voy a cuidar, mamá. -Declaró Nebra con cariño mientras mantenía su mirada unida a la de su hermano menor.
Solid tenía un año ahora, era alegre, ruidoso, gritaba con frecuencia y sonreía constantemente siempre intentaba seguir a Nebra y a Nozel a todas partes con su rápido gateo, entonces Acier decidió que era hora de que aprendiera a caminar ya que había visto como se levantaba y caminaba con ayuda de Nebra.
Durante varios días estuvieron practicando con Acier y Nebra llamándolo en extremos opuestos de la sala, Nozel solo observaba desde su posición en el escritorio, cuatro días después de arduos esfuerzos Solid comenzó a dar sus pequeños pasos entre los aplausos y exclamaciones de su hermana mayor.
- Mamá. - Balbuceó también por primera vez con una sonrisa amplia y orgullosa.
- Solid habló. Di: Hermana Nebra. - Saltó la niña señalándose solo para recibir una sonrisa y un beso que le lanzó con su mano derritiéndose de ternura.
- Bien hecho, mi amor. - Aplaudió la mujer con una gran sonrisa y llenado de besos su pequeño rostro - Mi pequeño príncipe.
- Hermano Mayor Nozel. - Solid entró corriendo a la oficina del hombre que le dedicó una mirada severa - Quería mostrarte esto. - Extendió sus manos mientras formaba una serpiente de agua.
- Era algo de esperarse, eres un miembro de la realeza. - Dijo Nozel si bien su intención era alabarlo sonó más duro de lo que esperaba y aunque la sonrisa de Solid flanqueo se recuperó rápidamente.
- Por supuesto que sí. - Su tono arrogante regresó con mayor fuerza - No soy nada que ver con esa debilucha. - Dijo refiriéndose a Noelle.
- Solid. El tutor dice que te has escapado de la clase. - Nebra entró con una pequeña expresión de molestia - Y he tenido que venir a buscarte.
- Lo siento, Hermana Nebra. Estaba muy emocionado quería mostrarle a Hermano Mayor Nozel mi progreso. - Contó con un tono de voz más familiar y menos formal que el que usaba con el mayor.
- Bueno eres un buen chico. - Palmeó la cabeza del niño de doce años con una sonrisa orgullosa.
- Los dos pueden volver a sus actividades ahora mismo. – Ordenó casi corriéndolos con la mirada.
- Si. - Corearon ambos mientras Nebra pasaba su brazo por los hombros de Solid que seguía hablando con emoción.
Suspiró aliviado al ver la interacción entre ambos, después de la muerte de su madre Nebra se había volcado en atender a Solid y de cierto modo se alejó de él, recordaba a la niña que siempre lo abrazaba y le decía cuanto lo quería, extrañaba esos días, pero se alegraba que Solid tuviera su apoyo.
- Señorita Noelle, vamos a su tutoría. - Escuchó la voz de un sirviente y la respuesta suave y baja de la niña, suspiró sin saber cómo sentirse ante el tono triste tenía mucho trabajo para preocuparse en esos momentos.

Notes:

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