Capítulo 14

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*Narra Stiles*

Cuando Malia apareció me atacó una avalancha de sentimientos muy distintos. Culpa, remordimiento, repulsión, desprecio. No ignoraba que esa chica era la misma que se había vuelto mi novia un tiempo atrás y con la que yo supuestamente seguía saliendo. Pero de repente entró  en el mismo ángulo de visión que Lydia y no pude evitar compararlas. Si empezaba con el físico, me daba cuenta de que Lydia era visiblemente más bella que la otra. Si nos pasábamos a la personalidad, yo estaba seguro de que Lydia jamás en la vida hubiera cambiado de bando, o lo que sea que hubiera hecho Malia.

Seguí haciendo este tipo de comparaciones y preguntándome porqué siquiera me gustaba Malia hasta que ella se fue. Apenas escuché lo que dijo, pero tuve mucho tiempo de entenderlo en el camino a mi jeep. Scott y Derek no dejaban de discutir lo que hacer a continuación y yo me sentía bastante confundido. La visita de Malia me había hecho cuestionarme muchas cosas.

Entre ellas, cuando me diría la verdad Lydia acerca de lo que le pasaba. No me gustaba verla tan decaída, en la mesa apenas había comido y casi ni hablado. Sabía que tenía problemas con las pesadillas, pero seguramente eso encerraba muchas cosas más que no me estaba diciendo. "Tengo que tomar una decisión" me había dicho. ¿Qué clase de decisión incluía tener que deshacerse de mí? ¿Qué tan difícil podía ser?

Y volviendo a Malia, no estaba seguro ya de lo que sentía por ella. Quizás era porque era diferente a Lydia, porque era prácticamente nueva en el mundo, porque probablemente debería estar haciendo otras cosas en vez de estar jugando a los novios conmigo, o porque todo había sido muy apresurado, pero repentinamente nuestra relación me parecía ridícula.

Claro que era culpa mía también. ¿Quién me había mandado a meterme con una chica-animal en el sótano de un manicomio? Nadie. Si bien en ese momento estaba medio poseído por el nogitsune, no se justificaba.

Aun así, Lydia no me había hecho caso nunca. Pero yo había estado enamorado de ella diez años. Si lo piensas bien, ella no había reaccionado hasta Malia. ¿"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"?

Caminamos durante varios minutos en la noche helada. Miré a Lydia por el rabillo del ojo. Estaba temblando como un flan y lucía muy cansada. Estuve tentado de ofrecerle mi abrigo, pero recordé que de momento seguíamos siendo amigos. Con suerte, eso no duraría.

Llegamos al jeep un rato después, en plena madrugada. El silencio reinaba y podía ver mi propio aliento al respirar. De repente recordé que no veía a mi coche desde hace dos días.

—Bien... Ajá... Perfecto... —murmuré mientras rodeaba el auto y lo inspeccionaba minuciosamente en busca de cualquier imperfección— ¡Aquí! ¡¿Qué diablos es esto, Scott?! —grité al susodicho empuñando un dedo acusador. Había encontrado un rayón en un costado.

—Eso lo hiciste tú la semana pasada, amigo —me respondió muy tranquilo.

—¿Qué? Oh, sí. Ejem, pueden subir.

Mis amigos y Derek (xD) subieron al coche como pudieron y se acomodaron dentro. Las chicas quedaron en los asientos delanteros y los chicos en el trasero. Me intenté acomodar dentro. Aunque consideraba que mi bebé era de lo más cómodo del mundo, compartirlo con otras dos personas para nada pequeñas lo volvía un poco desagradable.

De todos modos logré conciliar el sueño luego de un rato. Es por eso que cuando desperté de repente a las cuatro de la mañana me costó un poco  entender dónde y cuándo estaba. La calefacción estaba fallando y me estaba congelando allí. Me di media vuelta y me preparé para seguir durmiendo cuando noté un pequeño detalle: Lydia no estaba. Sus cosas seguían en el piso, pero el asiento que ocupaba estaba vacío.

Bostezando, me enderecé con cuidado de no despertar a nadie. Tomé mi buzo y traté de llegar a la puerta sin pisar a Scott ni hacer ruidos. Cuando por fin llegué a la manija y abrí la puerta noté lo mucho que ésta chirriaba. Tendría que engrasarla en cuanto pudiera. Salí al exterior en puntas de pie y cerré la puerta silenciosamente.

Intenté avanzar hacia la derecha, pero mi buzo dio un tirón y tuve que retroceder. Se había enganchado con la puerta y Scott, en el interior, lo estaba usando de manta. Lo agarré con ambas manos y tiré de él con fuerza. Se desprendió y Scott se revolvió con frío hasta llegar a abrazar a Derek y usarlo de abrigo. Conteniendo la risa, me dispuse a buscar a Lydia.

Tuve un pequeño Dejah Vu recordando la noche pasada, cuando encontré a Lydia en la playa. Cuando la besé. Y eso había sido hace poco más de veinticuatro horas. Qué rápido que pasaban las cosas.

Pero esta vez no había playa ni mucho menos. Simplemente calle y más calle que andar y desandar para ambos lados. Sintiéndome muy ridículo por lo que estaba a punto de hacer, cerré los ojos y me dirigí hacia donde mi cuerpo me llevara. Quiero decir, si sentía una conexión emocional con Lydia, ¿por qué no ponerla en físico?

Caminé varias manzanas con los ojos cerrados, confiando en que ningún auto pasara por allí en ese momento y me convirtiera en parte del asfalto. Cuando estaba por darme por vencido y volver al jeep a dormir, abrí los ojos y la vi. Ambos estábamos en la entrada de una especie de museo, era enorme, de paredes de mármol blanco y a juzgar por la crecida vegetación en las paredes, era también muy antiguo.

Ella estaba encogida en uno de los primeros escalones de la escalera principal. Se abrazaba las rodillas y lloraba en silencio. No parecía haber notado mi presencia.

Levantó la vista. Tenía sus ojos esmeraldas llenos de lágrimas y los labios ligeramente morados. No llevaba abrigo.

 —¿Qué haces aquí?

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CHAN!

Y hasta acá el capítulo de hoy, espero que les haya gustado :3 :3

Sé que es algo corto, pero teníamos que meternos en la cabeza de Stiles por un rato y escuchar sus pensamientos, no?

En fin, voten y comenten si les gusta y hasta la próxima! <3 <3

-Blue


Soulmates || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora