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Estos chicos sí que no tenían algún límite, o alguna forma de detenerse, parecían conejos, solamente que... Era muy claro que no podían tener islas o algo por el estilo, era muy extraño ver a algún país embarazado, fueron muy pocos los que se encontraron así, entre ellos Italia, Chile agradecía demasiado que eso no sucediera con ellos, podían hacerlo día y noche sin importar la protección, fueron muy pocas las veces en las que la ocuparon, solo fueron algunas veces en las que Bolivia se lo pidió, se sentía un poco inseguro, pero la forma en que Chile lo engatusaba llegaba al punto de convencerlo en todo, pobre, él solamente seguía sus sentimientos, sin saber en realidad cómo lo trataba aquel chileno
La forma en que rechinaba aquella enorme cama era increíble, se escuchaba tan rápido, algo que le encantaba a Bolivia, disfrutaba sentir el miembro de ese país dentro suyo, los jadeos, gemidos, el dulce olor del ambiente lo dejaba encantado, su corazón cada vez más hacía que se enamorara de él, su amor no tenía algún límite, solamente se intensificaba por la presencia del hermoso y encantador chileno, podía jurar que en algún momento se formaban algún tipo de corazones en sus pupilas de sólo verlo, sentirlo... Eso era otra cosa, maravilloso.

–くコ:彡–

–¡Chile! ¡Dame más!– Gritaba desesperadamente Bolivia, pedía por más de esas estocadas que solamente aquel país podía darle, amaba lo rudo que era
El chileno no dijo nada, solamente siguió moviéndose con más rapidez soltando algunos quejidos de por medio, evitaba el contacto visual con el contrario, sabía que no era más que diversión para él, pero de un momento a otro se había vuelto extraño, Bolivia se había vuelto más dulce y actuaba como si fueran una pareja de muchos años, algo que le recordaba demasiado a Argentina, esos recuerdos solamente hacían que apareciera la imagen de aquel argentino en Bolivia todo el tiempo, por alguna razón desde el primer día que sucedió comenzó a tener miedo. Se quedó viendo por unos momentos al techo, eso hasta que escuchó de nuevo la voz del contrario

–¡M-Más! ¡Quiero más!– Bolivia soltaba algunas lágrimas, sentía que iría al cielo, apretaba con fuerza la almohada en la que se estaba recargando su cabeza, su cuerpo se movía de arriba hacia abajo con rapidez, sentía como las gotas tibias del sudor recorrían todo su cuerpo, se le caía la baba, esperaba que el chileno lo notara, que viera en qué forma se encontraba, pero solamente miraba al techo sin decir algo. Como pudo tomó al país de las mejillas e hizo que bajara el rostro hacia él, quería que lo viera a él y a nadie más que a él, Chile solamente abrió los ojos con sorpresa, un pequeño rubor se apareció en sus mejillas, su corazón comenzó a latir con rapidez, Bolivia se veía tan hermoso de esa forma, nunca lo había visto así, ni siquiera a Argentina lo vió de esa forma. El chileno lo tomó de las caderas para hacer un poco más profundas las estocadas, haciendo que el contrario comenzara a estremecerse y a sentir pequeños escalofríos

–¿Así?– Le sonrió de forma traviesa, se veía que lo estaba disfrutando demasiado, pasó de tener miedo a sentirse verdaderamente excitado; Bolivia asintió soltando algunos gemidos que eran música para los oídos del contrario, sabía que después de aquel momento volvería a ser igual, seguiría aterrado por tener en su mente a Argentina, pero suponía que debía disfrutar esos momentos de calma que ahora tenía dejando a Bolivia satisfecho, quien ya se había venido

–¿Otra vez? Pfff, ya lo hiciste como 4 veces– Se burló el que estaba arriba mientras levantaba al contrario para que pudiera estar arriba, esperaba que hiciera un poco de trabajo ya que estaba un poco cansado de moverse con rapidez, Bolivia se acomodó abriendo las piernas por completo, eso dejó a Chile completamente helado, ¿Cómo es que un país como él podía verse así de hermoso y caliente haciendo eso? Creía que el único capaz de verse así de sexy era el malhumorado de Argentina

–¿Qué pasa? Parece que viste un fantasma– soltó unas risas el boliviano mientras comenzaba a moverse, esas risas se convirtieron en gemidos dulces y jadeos mientras pasaba el tiempo, estar así era lo mejor que podía haberle pasado

–Bolivia, qué hermoso te ves– Admitió con un poco de vergüenza, era verdad que aquel país era hermoso, esas expresiones que hacía su rostro por el placer que sentía eran divinas, Argentina solamente se mordía el labio y evitaba el contacto visual, Bolivia hasta le rogaba para que viera en qué situación se encontraba, viéndose así no se podía resistir mucho

–¿Qué? No es verdad– Dijo entre jadeos continuando con aquellos movimientos, estaba a punto de venirse por quinta vez

–Cada parte de tí es hermosa– Acarició sus suaves piernas mirándole con una pequeña sonrisa, hizo una pequeña mueca ya que sentía que estaba a nada de venirse, tomó de la cintura al chico y le ayudó un poco, era demasiado lento, dió una última estocada y se vino junto con Bolivia, éste cayó rendido en el pecho de su amado, Chile lo tomó de la barbilla para poder besarlo, aún no entendía muy bien sus sentimientos, estaba demasiado confundido, pero sabía que lo mejor era distanciarse antes de enamorarse de él, no quería sentirse como un adolescente enamorado, no antes de conocer a más personas y encontrar a la indicada para él, por alguna extraña razón sentía una calidez en su pecho muy grande con aquel, pero iba a hacer que se terminara por completo

-くコ:彡-

[¡Gracias por leer! Ya ando mejorcito y creo que puedo hacer las actualizaciones más seguido, y, he visto que cada actualización tiene menos reacciones, ayúdenme a que tenga las mismas que al inicio pls :")💗💕 besos en el poto]

¡Funcionó El Agua De Calzón! MexArg temporada 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora