•Mi Chica Rebelde• (Rubius y tú) [PAUSADA]

1.75

__ POV

Mi celular sonaba con frecuencia, ¿quién llama tan temprano? Quité las cobijas que me cubrían por completo, estiré mi brazo hasta donde estaba mi celular, lo tomé y miré la pantalla, "5 llamadas perdidas de Jessy", ¿tantas veces me llamó? Si es importante llamará de nuevo, lo dejé en mi cama y volví a meterme bajo las cobijas, para mi mala suerte sonó otra vez y contesté.

- ¿Jess?-

- Hasta que me contestas __, ¿qué tanto hacías?-

- Dormir- bostecé- ¿Por qué me llamaste tantas veces?-

- Ya sabes como soy, me preocupas y más ahora que ya estamos bien-

- Ay Jess, sabes que estoy bien- me quedé pensando un momento- Aunque ahora que lo recuerdo, quiero preguntarte algo-

- ¿Qué pasó?-

- De pura casualidad, ¿no tienes ropa mía en tu casa?-

- No, la única que tenía la dejé en el hospital-
- ¿Segura? Es que ayer arreglé mi armario y me faltan pantalones, blusas y una sudadera que me gusta mucho-

- De seguro se las comió el armario-

- Lo mismo había pensado, pero sé que no es así, pensé que te las había prestado en algún momento-

- Ya no me la prestabas, me la regalabas, pero ya tiene tiempo- nos quedamos en silencio por un momento- Sabes donde puede estar-

- ¿Dónde?-

- Creo que eso se contesta solo __-

- No es cierto...- suspiré pesadamente- En casa de Rubén-

- Así es, ¿cómo no te acordaste de eso?-

- Yo que sé, no quiero saber nada de él por ahora-

- Eso dices, no diré nada más, te dejo, voy a ver a mis padres-

- Esta bien, nos vemos después-

- ¡Vamos a tu casa más tarde!- escuché el grito de Alex y sonreí, ese grandísimo tonto

- Saluda a Alex de mi parte-

- Ya sabes como es, te veo al rato, adiós- colgó

Fantástico, el único lugar al que no quería ir, carajo, no, no, no quiero ir, aunque solo así podría aclarar las cosas con él... NO, mala idea... ¡MALDICIÓN!

Me quedé mirando el techo, pensando en si ir o no, hablarle o mandar todo al carajo y vivir como siempre, soltera... ¿qué se hace en estas circunstancias? Lo pensaré en el transcurso de la mañana.

Arreglé mi cuarto, de parecer un cuarto de niña pequeña a un cuarto de hotel, lo digo por el lujo, no por otra cosa... bueno, pensándolo bien antes si era como un hotel, estúpido pasado, como sea, después de eso fui a darme un baño, sintiendo paz y tranquilidad aunque fuesen unos minutos, terminó ese momento y volví a mi realidad, me vestí y fui a la cocina, el refrigerador esta lleno y yo aún no sé cocinar, excepto sopa, pero batallé mucho para eso, mejor servicio a domicilio.

- Hola Griffin... Si, la misma Sttevenis... Lo de siempre... ¿Enserio? ¿Vendrás tú?... No, no tiene nada de malo... Claro, gracias- colgué

Griffin trabaja en un restaurante de comida china que me encanta, la comida es deliciosa, entregan puntual y el precio es barato, la primera vez que fui, él no me cobró, dijo que iba por parte del restaurante, aclaro que nunca tuve algo con él, cada vez que pedía servicio a domicilio, venía personalmente, siempre con la intención de que yo le hiciera caso y termináramos en... en mi cama y es gracioso porque lo sigue intentando hasta ahora, su voz sonaba un tanto nerviosa y grave.