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La primera vez que Kageyama vio a Tsukishima y Yamaguchi, no le agradaron para nada. Tsukishima no le agradó por su actitud de superioridad y arrogancia y Yamaguchi, no le agradó porque estaba al lado del rubio. Aunque a decir verdad, se basó en las primeras impresiones que tuvo de ellos; por lo que cuando empezó a hablar e incluso trabajar con ellos se dio cuenta de dos cosas. La primera era que Tadashi es una persona increíble, amable, inteligente, gracioso, atento, lindo, que siempre ayuda a todos, y podría decir un sin fin de halagos acerca de él. Y la segunda, era que Tsukishima es un perro maldito que no merecía la atención, ni cariño de Tadashi.
No sabía, ni entendía porque aquellos dos eran amigos, sabía que eran amigos desde que eran niños y es probable que siguieran siendo amigos por eso, pero eran tan diferentes.

No le gustaba como Tsukishima trataba ni se dirigía a Yamaguchi, y no le gustaba como Yamaguchi siempre estaba detrás del rubio con una gran sonrisa.

— Ya deja de mirar con esa cara a Tsukishima, yo también lo odio, pero trato de no hacerlo tan evidente. —Mencionó Hinata cuando ya estaba lo bastante cerca del pelinegro, pues desde hace un rato Kageyama había estado mirando muy fijamente al de lentes.

Kageyama frunció más el ceño y dirigió su mirada al más bajo.
— No te has puesto a pensar, ¿por qué Tsukishima y Yamaguchi serán amigos? —Preguntó para dirigir discretamente su vista al chico de pecas, que caminaba con una sonrisa y se dirigía con su amigo.

— ¿Ah...? —A Hinata le extrañó la pregunta, volteó a ver a los nombrados. El moreno hablaba muy energéticamente y el rubio solo asentía y miraba a otro lado, él tampoco sabía porque ellos dos eran mejores amigos. — Supongo que es porque son amigos desde que eran niños. —Alzó los hombros con desinterés, pues era algo obvia la pregunta.

— ¿Y eso qué? —Bufó y frunció los labios.

Hinata volteó a verlo con curiosidad.
— ¿Por qué últimamente estás interesado en ellos dos? —No entendía porque pero desde hace tiempo Kageyama parecía muy interesado en la amistad de Tsukishima y Yamaguchi y siempre los estaba mirando desde lejos. Es decir, todos en el equipo pensaban lo mismo de que Yamaguchi y Tsukishima eran muy diferentes para ser mejores amigos, pero no lo decían ni era algo que querían descubrir.

— Es solo que... —No sabía qué responder, no quería decirle la verdadera razón a Hinata, pues estaba seguro de que lo molestaría. — Siento que Tsukishima es un amargado que debería estar solo. —Dijo lo primero que se le ocurrió para no levantar sospechas, pero de todos modos era algo cierto.

El pelinaranja sonrió con algo de burla, pues sabía que en esa respuesta se escondía tal vez otra cosa.
— ¿Es eso...? ¿O será que quieres estar tu con Yamaguchi? —Preguntó Hinata a manera de burla y sin ninguna pizca de seriedad en su voz, pero al ver la reacción del más alto, la mirada burlona se convirtió en una mirada de asombro. Pues en cuanto el bajito dijo eso, Kageyama se sonrojó a mil y desvió la mirada. — ¡¿TE GUSTA YA...?!

Pero Hinata no terminó la oración ya que Kageyama se había adelantado a taparle la boca, pues la voz del pelinaranja no era muy baja que digamos.
— ¡Cállate de una buena vez! —Unos cuántos voltearon a verlos, incluidos Tsukishima y Yamaguchi, pero todos voltearon las miradas después de unos segundos, pues después de todos era normal en Hinata llamar la atención.

— Entonces no lo niegas, ¿eh? —Preguntó ya en voz baja Hinata cuando quitó la mano de Kageyama de su boca.

Tobio estaba perdido, la persona que menos quería que lo supiera, ya lo sabía. Hinata no sabía esconder secretos, por lo que estaba perdido.
— Escúchame bien, idiota. Si le dices a alguien juro que te golpearé tan fuerte que te encogerás más de estatura. —Amenazó, pues tal vez con una amenaza podía hacer que cerrara la boca.

Body changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora