22. Un pozolito

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ㅡ¡Al fin en mi casa! ㅡalzó la voz la mujer al estar dentro de su casa con su esposo, Jimin y Yoongi junto de ella en una silla de ruedas.

ㅡBienvenida tía ㅡle habló Chaeyoung, la prima de Jimin.

Toda la familia de ayer y la que apenas había llegado ese mismo día le recibió con abrazos y buenos deseos, para después ayudarle -ya que aún seguía débil- a subir a su habitación para tomar una ducha y así arreglarse para la comida planeada en familia.

ㅡNada de alimentos que no pueda consumir eh prima ㅡle dijo una de las tías de Jimin mientras ambas subían por las escaleras.

ㅡJimin, ustedes quédense por allá mientras preparamos todo ㅡpronunció su padre.

ㅡNo papá, vamos a ayudarles ㅡYoongi asintió ante las palabras de Jimin, ya que ambos estaban de acuerdo con ello.

ㅡNo, de verdad, tenemos a muchas personas para ayudar, no es necesario, aparte, no queremos hacerte trabajar Yoongi ㅡel mencionado negó.

ㅡNo me molesta en lo absoluto señor Park ㅡel hombre negó.

ㅡInsisto Yoongi, ustedes mantengase ocupados, mientras nosotros nos encargamos de todo ㅡlos chicos por fin asintieron y se fueron tras de la casa en el jardín.

Sus manos se sujetaban una de la otra mientras caminaban hacia la alberca de atrás, el viento era fuerte que no provocaba que el calor fuese sofocante en el ambiente. Se sentaron debajo de la sombra de un árbol, Jimin colocó su cabeza en piernas del castaño quien comenzó a acariciar sus hembras rubias.

ㅡYoongi... ㅡpronunció con sus ojos cerrados relajado.

ㅡDime.

ㅡEstoy feliz por mi mamá ㅡel castaño sonrió por aquello.

ㅡY yo estoy feliz por ello, verás que se irá recuperando poco a poco ㅡJimin al escuchar aquello, abrió sus ojos levemente, y parecía estar ocupado en sus pensamientos.

ㅡSobre eso, ㅡfrunció su ceño y tomó la mano de Yoongi para comenzar a jugar con ella ㅡAntes de que dieran de alta a mamá, el doctor le dijo algo a mi papá ㅡYoongi se confundió.

ㅡ¿Y sabes qué es? ㅡJimin sintió su pecho pesar.

ㅡNo lo sé, pero debe ser algo sobre mi mamá ㅡYoongi miró al rubio quien le observó angustiado.

ㅡ¿Y qué piensas que es? ㅡJimin lo sospechaba, pero tan sólo pensarlo se le erizaba los bellos.

ㅡNo lo sé ㅡmintió.

ㅡNo te estreses por algo que no sabes si es cierto, sea lo que sea que pienses, no dejes que aquello te consuma, ¿Si? Así que no te me agüites mi amor ㅡJimin sonrió y asintió.

ㅡNo vimos a Jin, estuvo raro cuando llegamos ayer, no sé lo que le pasa ㅡcontó Jimin, Yoongi al escucharlo, lo analizó pero no dijo algo al respecto ㅡY no ha contestado mi mensaje sobre la comida de hoy, lo noto, como si no quisiera estar aquí.

ㅡ¿Tu crees? ㅡJimin asintió ㅡ¿Por qué no le preguntas qué le sucede?

ㅡPor que obviamente no me lo diría, cuando ocurre algo siempre me pide que vaya a verlo, pero esta vez no me dijo nada.

ㅡ¿No crees que no te ha dicho nada por lo de tu mamá? Ya sabes, para no preocuparte de más, o que se yo ㅡel menor hizo un mohín, mientras observaba y analizaba las manos del mayor.

ㅡPuede ser ㅡYoongi se acercó al menor para así darle un beso pequeño en sus labios, pero una voz infantil les interrumpió.

ㅡ¡Jimin! ㅡgritó una niña corriendo hacia el rubio emocionada, el menor se levantó de su sitio y abrió los brazos con una sonrisa para la infante.

𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣, 𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙛𝙧𝙚𝙨𝙖. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora